Esto es lo que esconde el chocolate que tienen manchas blancas: el aviso de los nutricionistas

Chocolate, ese gran placer, ese dulce pecado que se disfruta gustosamente y después da cargo de conciencia. Negro, marrón o blanco, con un alto porcentaje de pureza o puro azúcar, su origen se remonta a las antiguas civilizaciones de Mesoamérica, donde los mayas y los aztecas ya valoraban el cacao por sus propiedades únicas y lo utilizaban tanto en rituales religiosos como en su vida cotidiana. De hecho, los granos de cacao eran tan preciados que se usaban como moneda de cambio. 

La palabra "chocolate" proviene del náhuatl "xocolātl", que significa "agua amarga", en referencia a la bebida originalmente preparada con granos de cacao molidos, agua y especias, sin el dulzor que caracteriza al chocolate moderno. Fue después de la llegada de los españoles a América, en el siglo XVI, cuando el cacao cruzó fronteras y comenzó a transformarse en el producto dulce y aromático que conocemos hoy. 

En Europa, se convirtió en una bebida de la aristocracia antes de popularizarse y diversificarse en las múltiples formas que disfrutamos actualmente. Sigue siendo tan adorado que nadie quiere ver enturbiada la experiencia sensorial que es su consumo, sin embargo, a veces aparecen unas manchas blancas que hacen dudar de si está bien o le ocurre algo y no se puede comer.

[Este es el único chocolate en España que evita los coágulos en la sangre, según los médicos]

La floración del chocolate, caracterizada por esas distintivas manchas blancas o capas blanquecinas, surge de una transformación física en sus componentes esenciales: la manteca de cacao y el azúcar. Este fenómeno ocurre independientemente de la estación, ya sea invierno o verano, debido a la exposición a variaciones de temperatura y humedad.

No compromete su calidad

Aunque puede alterar la apariencia y textura del chocolate, importantes estudios en el campo alimentario aseguran que no compromete su calidad ni su idoneidad para el consumo, tal y como asegura la Agencia Canadiense de Inspección de Alimentos. De hecho, estos cambios estéticos y sensoriales no desmerecen las cualidades intrínsecas de este preparado, manteniendo su esencia y permitiendo su disfrute, aunque con ligeras variaciones en su perfil organoléptico.

Las motas blancas que caracterizan a la floración del chocolate resultan de la cristalización de la manteca de cacao o del azúcar, procesos inducidos por factores ambientales como el calor excesivo o la humedad. La manteca de cacao, al fundirse, se desplaza a la superficie del chocolate, mientras que el azúcar cristaliza en condiciones de humedad elevada. 

El almacenamiento adecuado de este alimento es clave para evitar la floración, un principio que se extiende a la conservación de sus propiedades organolépticas y nutricionales. La temperatura y la humedad deben controlarse cuidadosamente para preservar su calidad, evitando que la manteca de cacao y el azúcar cristalicen en la superficie.

Beneficios del chocolate negro

En cuanto a sus beneficios, su variante negra, es decir, la que tiene más pureza, es reconocida por sus múltiples beneficios para la salud, respaldados por investigaciones científicas rigurosas. Uno de los estudios más reveladores, publicado en el Journal of Nutrition, destaca la riqueza del chocolate en flavonoides, compuestos antioxidantes que promueven la salud cardiovascular al mejorar la circulación sanguínea y reducir la presión arterial. 

También hay algunas investigaciones publicadas en el International Journal of Health Sciences han evidenciado que el chocolate, al estimular la producción de endorfinas, contribuye a mejorar el estado de ánimo y reducir los niveles de estrés. Este efecto, combinado con el deleite sensorial que ofrece, hace de este ‘dulce’ un elemento valioso en el manejo de la salud mental y el fomento de la felicidad cotidiana.

Este alimento también se erige como un poderoso combatiente contra el estrés oxidativo, gracias a su contenido en polifenoles y otros antioxidantes. Algunos estudios, como el publicado en el European Journal of Clinical Nutrition resaltan cómo estos antioxidantes ayudan a proteger las células del daño causado por radicales libres, contribuyendo a la prevención de enfermedades crónicas como ciertos tipos de cáncer y el deterioro cognitivo, lo que pone de relieve el valor del chocolate en una dieta saludable.

Más allá de su disfrute como delicia culinaria, es una fuente importante de minerales esenciales, como lo demuestra un estudio en Nutrition Reviews. Minerales como el magnesio, hierro y zinc presentes en el chocolate desempeñan roles cruciales en el mantenimiento de la salud ósea, la función inmune y el metabolismo, fortaleciendo la premisa de que puede ser un componente beneficioso en una dieta equilibrada y nutricionalmente rica.