Un yogur abierto con la cuchara apoyada en los bordes del envase.

Un yogur abierto con la cuchara apoyada en los bordes del envase. GTRES

Nutrición

El yogur tradicional perfecto para el desayuno que arrasa en Lidl: cargado de probióticos

Se trata de uno de los productos estrella del supermercado y ha sido reconocido por distintos expertos gastronómicos. 

3 junio, 2024 01:57

Los productos de marca blanca han logrado una popularidad significativa entre los consumidores gracias a su precio accesible y calidad aceptable. Un ejemplo claro es el yogur griego natural de Lidl, comercializado bajo la marca Milbona. Este producto ha sido altamente recomendado por distintos especialistas. Sin embargo, más allá de su popularidad, es importante analizar los beneficios nutricionales y científicos del yogur griego, especialmente en comparación con otros productos lácteos disponibles en el mercado.

Esta recomendación no es casualidad, ya que el producto ha ganado popularidad en redes sociales y foros de internet, donde ha sido elogiado desde hace años y no es para menos. La lista de ingredientes revela que no contiene azúcar añadido, lo cual es un gran punto a favor en comparación con otros yogures del mercado. Además, su alto contenido de proteínas (4,6 gramos por cada 100 gramos) y grasas (10 gramos por cada 100 gramos) le confiere un poder saciante superior al de los yogures desnatados, convirtiéndolo en una opción saludable y nutritiva para quienes buscan un snack o complemento alimenticio equilibrado.

La riqueza en grasa del yogur griego de Lidl tiene una base tecnológica en su proceso de elaboración. A diferencia de otros, se obtiene desecando parte del suero del yogur, lo que da como resultado una textura más cremosa. En el caso del yogur de Lidl, este efecto se logra añadiendo nata durante el proceso de fabricación, incrementando así su contenido graso sin que esto sea algo negativo. De 125 gramos aporta 12,5 gramos de lípidos, algo que no es excesivo y además, es una fuente importante de vitaminas liposolubles. 

Los beneficios de este tipo de preparado incluso han sido avalados por la ciencia. Según un estudio publicado en el "Journal of Dairy Science", el yogur griego tiene un contenido proteico significativamente más alto, lo que contribuye a la sensación de saciedad y puede ayudar en el control del peso corporal. Esta característica es esencial para quienes buscan mantener una dieta equilibrada sin sacrificar el placer de consumir un alimento cremoso y delicioso.

Además, este alimento es conocido por su menor contenido de lactosa y mayor cantidad de probióticos, beneficiosos para la salud digestiva. De hecho, una investigación publicada en la revista "Nutrition Reviews" señala que los probióticos presentes en el yogur griego pueden mejorar la microbiota intestinal, reduciendo el riesgo de enfermedades gastrointestinales y fortaleciendo el sistema inmunológico. Este beneficio es particularmente importante en una época donde los problemas digestivos son comunes debido a dietas desequilibradas y altos niveles de estrés.

Otro aspecto destacado de este tipo de preparado es su contenido en grasas saludables. Aunque tradicionalmente se ha demonizado el consumo de grasas, estudios recientes, como el publicado en "The American Journal of Clinical Nutrition", muestran que las grasas presentes en productos lácteos enteros pueden tener efectos neutros o incluso beneficiosos en el riesgo cardiovascular. En este contexto, el yogur griego de Lidl, con sus 10 gramos de grasa por cada 100 gramos, puede ser una opción saludable cuando se consume con moderación.

La calidad nutricional de este yogurt en concreto depende en gran medida de su composición y la ausencia de azúcares añadidos. Un buen yogur debería contener solo leche, fermentos lácticos y, opcionalmente, leche en polvo o nata. De hecho, el que venden en el Lidl cumple con estos criterios, destacándose por no contener azúcares añadidos y ofrecer una opción más saludable en comparación con otras variedades cargadas de azúcares.

Desde una perspectiva dietética, este preparado puede integrarse de manera efectiva en una dieta balanceada. Un estudio del "British Journal of Nutrition" resalta que los productos lácteos, incluyendo el yogur griego, cuando se consumen como parte de una dieta rica en frutas, verduras y granos integrales, pueden contribuir a la salud metabólica y la prevención de enfermedades crónicas.

Añadir frutas frescas, nueces o semillas al yogur griego puede potenciar aún más su valor nutricional, proporcionando una fuente completa de nutrientes esenciales. Además, la versatilidad de este alimento también es un factor a considerar. Puede ser utilizado en una variedad de recetas, desde desayunos hasta postres, ofreciendo una textura cremosa y un sabor distintivo. En Grecia, es común consumir el yogur griego con miel, una combinación que no solo mejora su sabor sino también añade beneficios antioxidantes y antibacterianos.

A pesar de su nombre, el "yogur estilo griego" disponible en supermercados como Lidl no es idéntico al auténtico yogur griego producido en Grecia. Sin embargo, su calidad y valor nutricional lo hacen una opción viable para los consumidores que buscan alternativas saludables. La inclusión de nata y leche en polvo en su elaboración no debe ser vista negativamente, ya que estos ingredientes contribuyen a su textura y sabor característicos sin comprometer sus beneficios nutricionales.