Soy nutricionista: este es el único zumo que recomiendo para reducir la hipertensión y prevenir el infarto
- Las personas con un elevado riesgo cardiovascular han mejorado su presión arterial tras consumir a diario este producto, con muchos otros beneficios.
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Las enfermedades cardiovasculares, incluidas la hipertensión arterial, los infartos y los accidentes cerebrovasculares, afectan a cerca del 30% de la población adulta en España, representando una de las principales causas de muerte en el país. Este panorama, aunque preocupante, tiene un aspecto esperanzador: casi todas estas afecciones son prevenibles e incluso reversibles mediante cambios significativos en la alimentación y el estilo de vida.
En este contexto, el zumo de remolacha emerge como una solución sencilla, accesible y científicamente respaldada para reducir el riesgo cardiovascular. Este jugo, conocido por sus propiedades vasodilatadoras y antioxidantes, se ha convertido en una recomendación clave de los expertos en nutrición para quienes buscan una forma natural de mejorar su salud cardíaca.
El zumo de remolacha
El impacto positivo del zumo de remolacha en la salud cardiovascular radica en su alta concentración de nitratos inorgánicos. Cuando se ingieren, estos compuestos son convertidos por el cuerpo en óxido nítrico, una molécula clave que actúa relajando y dilatando los vasos sanguíneos, lo que facilita el flujo sanguíneo y disminuye la presión arterial.
Este mecanismo ha sido ampliamente documentado en investigaciones científicas, como las publicadas en The American Journal of Clinical Nutrition, que destacan cómo este proceso no solo mejora la función cardiovascular, sino que también reduce el estrés en el sistema circulatorio. Además, también contiene antioxidantes y polifenoles, que refuerzan estos efectos al combatir el daño oxidativo en las células.
Aunque el zumo de remolacha tiene propiedades impresionantes, los expertos advierten que no debe considerarse un reemplazo de la medicación prescrita para la hipertensión o las enfermedades cardiovasculares. Según la dietista Adriana Castro, el consumo de este jugo debe integrarse como parte de una estrategia integral de salud que incluya medicación cuando sea necesario, alimentación balanceada y actividad física.
Además, es importante moderar su consumo debido a su contenido de azúcar natural. Exceder los 240 ml diarios podría tener efectos adversos, especialmente en personas con diabetes o sensibilidad al azúcar. Numerosos estudios han explorado los beneficios de su consumo regular para la salud cardíaca. Por ejemplo, un ensayo clínico publicado en Hypertension demostró que beber 250 ml de este jugo diariamente durante cuatro semanas redujo significativamente la presión arterial en pacientes con hipertensión.
Los participantes no sólo mostraron mejoras en sus niveles de presión arterial sistólica y diastólica, sino también en marcadores de inflamación y función vascular. Estos resultados subrayan la capacidad de esta bebida para actuar como un complemento eficaz en estrategias de manejo y prevención de enfermedades cardiovasculares, especialmente cuando se combina con un estilo de vida saludable.
Qué otros beneficios tiene
Además de su impacto positivo en la presión arterial, el zumo de remolacha también tiene propiedades que benefician al sistema inmunológico. Su alto contenido de betalaínas, pigmentos naturales que le otorgan su distintivo color rojo-púrpura, actúa como un potente antioxidante. Estas sustancias combaten la inflamación crónica y el estrés oxidativo, factores que, cuando se acumulan, pueden debilitar el sistema inmunológico y aumentar la susceptibilidad a diversas enfermedades crónicas.
Lo cierto es que esta bebida no solo beneficia a quienes buscan mejorar su salud cardíaca, sino también a los atletas y personas activas que desean optimizar su rendimiento físico. Los nitratos presentes en este jugo mejoran la circulación sanguínea, lo que permite una entrega más eficiente de oxígeno y nutrientes a los músculos durante el ejercicio.
Éste puede aumentar la resistencia en actividades aeróbicas prolongadas y mejorar el rendimiento en ejercicios de alta intensidad y corta duración, como levantamiento de pesas o sprints. Además, el óxido nítrico ayuda a acelerar la recuperación muscular al reponer las reservas de fosfocreatina, esenciales para los movimientos explosivos.
Para quienes buscan maximizar sus beneficios, combinarlo con té de hibisco es una opción altamente recomendada. Este té, conocido por sus propiedades antihipertensivas, complementa los efectos del óxido nítrico al proporcionar antioxidantes adicionales que reducen la inflamación y el estrés oxidativo. El jengibre es otro ingrediente que puede potenciar las propiedades del zumo de remolacha.
Este tubérculo, ampliamente conocido por sus efectos antiinflamatorios, mejora la circulación y reduce la presión arterial. De hecho, su consumo está asociado con un menor riesgo de hipertensión en adultos. "El jengibre tiene propiedades antiinflamatorias fuertes y es conocido por ayudar a mejorar la circulación y reducir la presión arterial. Una cantidad equivalente al tamaño de un pulgar es suficiente para aprovechar estos beneficios", sugiere Castro.