Un cuenco de frutos secos.

Un cuenco de frutos secos. iStock

Nutrición

Ordenan la retirada inmediata de estos frutos secos por contener sustancias potencialmente carcinógenas

J.A. Gómez
Publicada

El Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos (RASFF) ha emitido una notificación de alerta grave debido a la presencia de aflatoxinas en almendras procedentes de España. Este contaminante, conocido por ser altamente tóxico y potencialmente carcinógeno, fue detectado durante un chequeo interno realizado por una empresa del sector.

La notificación, con fecha del 1 de marzo de 2025, fue realizada por las autoridades de los Países Bajos tras identificar niveles de aflatoxinas que superaban los límites permitidos por la normativa europea. Las aflatoxinas son sustancias producidas por hongos del género Aspergillus, que pueden desarrollarse en alimentos almacenados en condiciones de alta humedad y temperatura. Este contaminante es especialmente peligroso por sus efectos hepatotóxicos y su asociación con el desarrollo de cáncer de hígado.

La alerta se encuentra registrada en el sistema del RASFF, que permite la rápida difusión de información sobre riesgos alimentarios entre los Estados Miembros de la Unión Europea. Este mecanismo busca garantizar la protección de la salud pública al permitir la retirada inmediata de productos peligrosos del mercado.

Las autoridades neerlandesas han informado que el producto contaminado ya estaba disponible en el mercado, lo que aumenta el riesgo de exposición para los consumidores. Por esta razón, se ha instado a las empresas distribuidoras y minoristas a retirar de forma inmediata los lotes afectados y a tomar las medidas necesarias para evitar nuevos casos de contaminación.

Asimismo, se recomienda a los consumidores que hayan adquirido almendras de origen español revisar los detalles del producto y, en caso de duda, abstenerse de consumirlas hasta recibir información oficial sobre los lotes implicados.

El problema de las aflatoxinas

Las aflatoxinas representan una preocupación recurrente en la seguridad alimentaria, especialmente en productos como frutos secos, cereales, y especias. La exposición prolongada a estas toxinas puede ocasionar graves problemas de salud, incluyendo daños hepáticos, inmunosupresión y un mayor riesgo de cáncer.

La Comisión Europea establece límites estrictos para la presencia de aflatoxinas en alimentos destinados al consumo humano, con el objetivo de minimizar los riesgos. Sin embargo, factores como el cambio climático, las prácticas de almacenamiento y la globalización de los mercados han incrementado los desafíos para garantizar la seguridad de los productos alimentarios.

Las autoridades sanitarias de los Países Bajos y España están colaborando para rastrear la cadena de suministro y determinar el alcance de la contaminación. Además, se están realizando análisis adicionales para confirmar la extensión del problema y garantizar la retirada efectiva de los lotes afectados. Por su parte, el RASFF continuará monitoreando la situación e informará de cualquier actualización a través de sus canales oficiales.