El superéxito para adelgazar en enero que arrasa en Mercadona: saludable, antiinflamatorio y avalado por los nutricionistas
- Se trata de un alimento natural y ligero que aporta una buena cantidad de antioxidantes que protegen el organismo.
- Más información: El nuevo superalimento que arrasa en Mercadona y que recomienda el nutricionista Baraza
El apio es uno de los productos emblemáticos de la agricultura española, bien considerado por sus beneficios para la salud y su versatilidad en la cocina. En España, su cultivo ha encontrado un lugar destacado en la Región de Murcia, "la huerta de Europa". Precisamente, de esta allí proviene una de las últimas novedades y saludables novedades de Mercadona: el apio cortado y lavado, listo para comer.
Presentado en una bandeja de 210 g y con un precio de 0,98€, nos encontramos ante una hortaliza con un bajo contenido calórico: solo 11 kcal por cada 100 g. Está compuesto en su mayoría por agua, con un contenido de 94,4 ml, lo que lo convierte en un alimento altamente hidratante. Contiene 1,5 g de hidratos de carbono, 2 g de fibra, 305 mg de potasio y 110 mg de sodio, 52 mg de calcio y 18 μg de folatos. Además, proporciona 8 μg de vitamina C y 0,2 μg de vitamina E.
Con estos valores, este vegetal ha sido apreciado desde la antigüedad por sus propiedades nutritivas, pero también ha sido objeto de un potente simbolismo cultural. Egipcios y griegos lo consagraban a las divinidades, mientras que los romanos lo utilizaban en banquetes funerarios y como ofrenda en las tumbas. En la Edad Media, se potenciaron sus usos culinarios y medicinales, consolidando su importancia en la historia.
Un alimento ligero
Como destaca la Fundación Española de Nutrición (FEN), “aunque el apio no es una fuente importante de energía, su consumo resulta saludable y refrescante por su contenido en agua, sales minerales y vitaminas diversas”. Por tanto, presenta ciertas características que lo convierten en un alimento interesante dentro de una dieta equilibrada. Aunque su presencia es moderada, su contenido en vitaminas C y E, potasio, sodio y calcio son suficientes para aportar beneficios al organismo.
Un aspecto destacado del apio radica en los compuestos que se encuentran en el aceite de su semilla. Este contiene ftálidos, sustancias que, según estudios, “podrían tener un efecto preventivo de los procesos cancerígenos”. Entre estos ftálidos, la sedanolida se utiliza como remedio natural para tratar procesos inflamatorios como la gota o el reumatismo.
Asimismo, el apio tiene una notable función diurética, atribuida a su elevado contenido en agua y a un aceite volátil conocido como apiol, que ayuda a reducir la retención de líquidos y apoya el funcionamiento saludable del organismo.
Rico en antioxidantes
El apio es una fuente natural de antioxidantes, compuestos clave que ayudan a mantener el equilibrio celular protegiendo al organismo frente al daño oxidativo causado por los radicales libres. Este daño, si no se controla, puede contribuir al envejecimiento prematuro, la inflamación crónica y el desarrollo de enfermedades como el cáncer, la diabetes y enfermedades cardiovasculares.
Entre los antioxidantes más destacados del apio se encuentran los flavonoides, un grupo de compuestos polifenólicos con múltiples funciones biológicas. Entre ellos, se incluyen la quercetina, la luteolina, la apigenina, la miricetina y el kaempferol. Estos compuestos no solo actúan como antioxidantes, sino que también presentan propiedades antiinflamatorias, antivirales, antibacterianas y, según algunos estudios, potencian la salud vascular al actuar como vasodilatadores.
Además, el apio contiene furanocumarinas, como la xantotoxina y el bergapteno, que poseen actividad antioxidante y otros beneficios biológicos. Estas sustancias, aunque en pequeñas cantidades, han mostrado potencial en la prevención de daños celulares y en el desarrollo de tratamientos en enfermedades de la piel como el vitíligo y la psoriasis.
Algunas precauciones
En contraposición, hay que tener en cuenta que el apio forma parte del listado oficial europeo de alérgenos comunes, según lo estipulado en el Reglamento 1169/2011. Por ello, cualquier producto que lo contenga, incluso en trazas, debe indicarlo claramente en su etiquetado. Las reacciones alérgicas al apio pueden aparecer rápidamente, generalmente en cuestión de minutos, y variar desde síntomas leves hasta cuadros graves.
Entre los síntomas más comunes de alergia al apio se encuentran el hormigueo o picazón en la boca y la garganta, y en algunos casos, erupciones cutáneas como urticaria. Sin embargo, las manifestaciones más severas incluyen hinchazón en la cara, garganta o boca; dificultad para respirar; episodios de asma grave; dolor abdominal, náuseas y vómitos; caída brusca de la presión arterial e incluso anafilaxia, una reacción potencialmente mortal.
Aunque cocinar el apio puede reducir parcialmente su alergenicidad, no la elimina por completo, lo que significa que incluso personas muy sensibles podrían experimentar reacciones adversas. Se estima que dosis muy bajas, alrededor de 0,16 gramos, son suficientes para provocar reacciones sistémicas en personas alérgicas.