Un plato de lentejas con zanahoria.

Un plato de lentejas con zanahoria.

Nutrición

La verdura de toda la vida de las abuelas en España que evita el cáncer de colon según un nuevo estudio científico

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La diabetes tipo 2 es una enfermedad que afecta a millones de personas en todo el mundo. Y, lejos de reducir su incidencia, cada año hay más casos y con mayores complicaciones. Su tratamiento ideal incluye mejoras en el estilo de vida, como la dieta o la actividad física, pero en gran parte de los casos se requiere de tratamiento farmacológico para reducir su progresión y sus complicaciones. Sin embargo, muchos pacientes sufren efectos adversos secundarios a dichos tratamientos.

Ahora, un nuevo estudio llevado a cabo por los investigadores de la Universidad del Sur de Dinamarca (SDU), el Hospital Universitario de Odense y la Universidad de Copenhague, cuyos resultados se han publicado en la revista Clinical and Translational Science, sugeriría que existiría una verdura en particular cuyo consumo mejoraría el tratamiento y la progresión de la diabetes, de forma natural y sin efectos secundarios, como complemento a los tratamientos médicos actuales: la zanahoria.

En este caso, los investigadores estudiaron los efectos del consumo de zanahorias durante 16 semanas en ratones a los que se les había inducido diabetes tipo 2. Los ratones fueron sometidos a una dieta rica en grasas para imitar un estilo de vida humano poco saludable, y posteriormente fueron divididos en dos grupos: un grupo recibió una suplementación con un 10% de zanahoria liofilizada en polvo, mientras que el otro recibió una dieta sin zanahoria. Ambias dietas tenían el mismo aporte calórico, garantizando que la única variable fueran los compuestos bioactivos de las zanahorias.

Según los resultados del estudio, el grupo que recibió zanahoria en polvo mostró una mejor regulación del azúcar en sangre, medido mediante pruebas de tolerancia a la glucosa. En dicha prueba se mide la capacidad del organismo para regular el azúcar en sangre tras consumir una cantidad específica de azúcar.

Como explica el coordinador del proyecto Morten Kobaek Larsen, profesor asociado del Departamento de Investigación Clínica de la SDU: "nuestro estudio demostró que las zanahorias alteraban la composición del microbioma intestinal, los miles de millones de microorganismos que viven en el intestino y que desempeñan un papel crucial en la digestión y la salud. Los ratones que consumieron zanahorias mostraron un equilibrio más saludable de bacterias intestinales".

Estos ratones, según el estudio, poseían más bacterias productoras de ácidos grasos de cadena corta (AGCC). Se trata de pequeñas moléculas que se forman tras la descomposición de ciertos tipos de fibras dietéticas gracias al microbioma intestinal, y cuya función es regular el metabolismo energético, incluyendo el metabolismo del azúcar, además de favorecer la salud intestinal.

Las zanahorias contienen compuestos bioactivos que mejoran la capacidad de las células para absorber el azúcar, lo que ayuda a regular el azúcar en sangre. Dichas sutancias bioactivas, derivadas de los ácidos grasos insaturados, están también presentes en otras verduras como el perejil, el apio y las chirivías.

Sin embargo, los investigadores son cautelosos a la hora de aplicar sus hallazgos directamente a los humanos, dado que los estudios se han realizado en modelos animales: "nuestro estudio se ha realizado en un modelo animal y el siguiente paso es realizar ensayos clínicos. Se trata de estudios costosos, y estamos trabajando para conseguir financiación externa para realizar un ensayo clínico más pequeño con zanahorias que contengan cantidades relativamente altas de compuestos bioactivos. Esto podría allanar el camino para estudios clínicos más amplios".

En otro estudio similar, los resultados preliminares sobre los efectos de las zanahorias en el cáncer de colon sugieren que tan solo 30-40 gramos de zanahorias crudas o ligeramente cocidas al día podrían tener efectos beneficiosos. El 'problema' es que la concentración de compuestos bioactivos varía mucho entre las diferentes variedades de zanahoria, pero una variedad adecuada podría proporcionar dosis suficientes de estos compuestos sin necesitar recurrir a productos concentrados y purificados. Un ejemplo sería la variedad 'Night Bird', una zanahoria morada con concentraciones relativamente altas de sustancias bioactivas.

Finalmente, respecto a la forma de consumir las zanahorias, los investigadores comentan que la cocción de estas verduras podría afectar a la cantidad de compuestos bioactivos presentes en las mismas, pero no desaparecen por completo: "incluso si se fríen o hierven durante mucho tiempo, algunos compuestos bioactivos permanecen. Sin embargo, las zanahorias crudas o ligeramente cocidas parecen ser la mejor opción para conservar la mayor cantidad posible de compuestos beneficiosos".