Adiós al agua fría con hielo en España este verano: por no debes beberla nunca más según la doctora Blay
Las olas de calor obligan a consumir agua fría en mayores cantidades, pero los expertos avisan de los riesgos de excederse.
3 agosto, 2024 01:24España ha vuelto ya a las olas de calor propias del verano, unas altas temperaturas en las que refrescarse y mantenerse refugiados sobre todo en las horas centrales es fundamental. Lo mismo ocurre con el consumo de agua y la hidratación.
De hecho, la Fundación Española del Corazón (FEC) especifica que "mantenerse hidratado es clave para nuestra salud y especialmente en verano, cuando las altas temperaturas pueden jugarnos malas pasadas". Tanto que nuestro organismo "nos envía señales cuando no bebemos la cantidad de agua suficiente", añaden.
Como es lógico, en estos meses de verano el consumo de agua fría y con hielo. Una receta muy común en esta época del año con la que muchas personas optan por refrescarse. Sin embargo, la experta en nutrición Guadalupe Blay explicaba recientemente en La Vanguardia los posibles perjuicios y riesgos que el agua helada puede provocar al rebajar la temperatura corporal.
Estos riesgos estarían relacionados con ese cambio brusco y repentino de temperatura que provocamos al beber agua fría en nuestro organismo, que incluso puede llegar a dificultar nuestra digestión. Pero, ¿Qué hay de cierto en esto y cuál sería la temperatura adecuada cuando el calor y las temperaturas no dejan de subir?
Por qué no beber agua helada
Más allá de la recomendación general y totalmente necesaria de hidratarse bien cada día a través de una dieta saludable -rica en frutas y verduras- y del consumo de agua, también es importante ser conscientes de los posibles riesgos del consumo de agua excesivamente fría en verano, explica la experta.
"Yo no recomendaría beber agua fría en verano", asegura Blay, responsable del Área de Nutrición de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia.
"Al tomar agua fría, nuestro organismo debe compensar la diferencia de temperatura para regularse y trabajar más de la cuenta". Algo que dificultaría la digestión y podría aumentar el riesgo de sufrir problemas estomacales, prosigue la especialista.
Recuerda que también debemos pensar en las grasas. "Con el agua fría se solidifican y eso también dificulta que digiramos. Además, se ha visto que en las personas que sufren migrañas, se puede agravar", apunta.
Otro sorprendente punto que no dudaba en destacar la experta es que el agua demasiado fría también puede llegar a deshidratarnos. Y es que al tener que regular la temperatura corporal, el organismo pierde agua. Algo que en el caso de las personas con obesidad puede ser todavía más perjudicial, ya la obesidad presenta de por sí problemas de regulación de temperatura corporal y falta de hidratación.
Entonces ¿cuál debería ser la temperatura del agua que bebemos en verano? Según apunta también esta experta, lo fundamental es que esta agua esté fresca, pero no llegue a estar excesivamente fría.