Las ostras son uno de los moluscos más apreciados en España, reservado para las grandes ocasiones e importantes banquetes por su elevado precio. No obstante, además de ser un manjar, se trata de un alimento rico en nutrientes. De hecho, Consumidor Global las sitúa como uno de los mejores 10 alimentos para devorar en distintas épocas de año.
Para otros, en cambio, no es más que una masa viscosa y salada con una textura bastante desagradable. Opiniones sobre ellas hay muchas, tanto positivas como negativas. Pero de lo que no hay duda es que la evidencia del consumo de este alimento se remonta a mucho tiempo atrás. De hecho, se sabe que hace aproximadamente 2.000 años, los romanos que realizaron la conquista de Britania ya disfrutaban de este peculiar bocado.
Las ostras son moluscos bivalvos de agua salada que viven en hábitats marinos como bahías y océanos. Son una parte vital del ecosistema, filtrando los contaminantes del agua y proporcionando hábitats para otras especies, como percebes y mejillones. Hay muchos tipos diferentes de ostras, y su carne salada y sabrosa se considera un manjar en todo el mundo. Algunos tipos se consumen crudos, mientras que otros se cocinan.
A este animal se le atribuyen sugerentes propiedades en la cultura popular, pero lo cierto es que son muy nutritivas y proporcionan beneficios para la salud, si se previenen ciertos riesgos asociados a su consumo. Las ostras crudas son una fuente abundante de varias vitaminas y minerales, y a cambio, contienen muy pocas calorías.
Son una fuente particularmente buena de vitamina B12, cuya investigación ha indicado que desempeña un papel importante en la salud del cerebro. Otros micronutrientes que aportan son vitamina D, hierro, magnesio, fósforo, zinc, cobre, manganeso y selenio.
También son una buena fuente de ácidos grasos omega-3, una familia de grasas poliinsaturadas que desempeñan funciones importantes en el organismo. No hay que olvidar que, además, este alimento aporta proteínas de alta calidad, con los nueve aminoácidos esenciales que el cuerpo necesita.
Qué beneficios aporta
Las ostras siempre han tenido fama de ser afrodisiaco, algo que parece confirmado por algunos estudios. La razón, según apuntan algunas investigaciones, la encontramos en la existencia diferentes aminoácidos. Además, se da la circunstancia de que son uno de los alimentos con más zinc de la naturaleza, con 63 miligramos por cada 100 gramos.
Múltiples estudios relacionan su deficiencia con la disfunción eréctil y la apatía sexual, por lo que tener elevados los niveles de este oligoelemento es vital para la producción de testosterona en los hombres, y la prolactina en las mujeres.
Otro beneficio es que se trata de una gran fuente de nutrientes, al tiempo que son bajas en calorías. Por tanto, puede ser una buena forma de facilitar la pérdida de peso. Uno de los secretos es que los alimentos ricos en proteínas estabilizan el hambre al aumentar los niveles de hormonas que promueven la saciedad como el péptido YY y la colecistoquinina (CCK).
Junto con ello, hay que destacar sus bajos valores calóricos, lo que unido a sus altos valores nutritivos los convierte en un alimento muy útil en la batalla por adelgazar. También tiene un alto contenido en proteínas, que están detrás de sus propiedades en relación con el crecimiento celular, la reparación de tejidos, el crecimiento adecuado y la fuerza de los músculos.
El sistema cardiovascular es otro de los grandes favorecidos por el consumo de ostras. Por ser una fuente rica en ácidos grasos omega-3 y omega-6, tienen un gran efecto sobre los niveles de colesterol en el torrente sanguíneo. El omega-3 se considera una 'grasa buena' y, sumada a su efecto contra los 'malos colesteroles', se pueden considerar un alimento cardiosaludable.
Así, impiden que el colesterol malo (LDL) se adhiera a las paredes de las arterias. De esta forma, las propiedades de las ostras pueden reducir el riesgo de complicaciones cardiovasculares potencialmente mortales como apoplejía, ataque cardíaco, asfixia y angina, etc. Además, también controlan la presión arterial alta y relajan los vasos sanguíneos gracias a su contenido de magnesio y potasio.
Los riesgos
Aunque las ostras son muy buenas para la salud de muchas maneras, su consumo también puede conllevar algunos riesgos. La intoxicación es uno de ellos. Las ostras se alimentan de plancton y son conocidas por sus acciones de limpieza del medio ambiente al eliminar diversas toxinas. Pero este proceso puede llevar a que acumule tóxicos dañinos en su concha.
Numerosas diatomeas microscópicas parecidas a algas, cianobacterias y dinoflagelados, etc., producen diversas toxinas y, a menudo, son consumidas por las ostras. Estos venenos para mariscos son extremadamente dañinos y pueden causar en el ser humano síndromes neurotóxicos como intoxicación amnésica, intoxicación neurotóxica y envenenamiento paralítico.
A veces, puede generar algunas infecciones por la existencia de bacterias. Las ostras pueden contener varias bacterias dañinas, especialmente la bacteria Vibrio vulnificus. Esta se encuentra muy comúnmente en las regiones costeras y puede infectar a las ostras, que a su vez pueden causar varios problemas de salud. El mejor método para evitar la infección bacteriana de las ostras es cocinarlas o calentarlas adecuadamente.
Otro riesgo posible es la reacción alérgica. Una proteína conocida como tropomiosina es conocida por causar alergias a las ostras en humanos. Algunas personas también son sensibles a esta proteína y pueden desarrollar varias afecciones como erupciones cutáneas, hinchazón facial y dolor abdominal, entre otras.
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