Estados Unidos comienza esta semana las pruebas médicas de la vacuna contra el virus del Zika en humanos. 80 ciudadanos estadounidenses sanos se han ofrecido de manera voluntaria para participar en el ensayo, días después de que la ciudad de Miami haya registrado 15 casos de contagio autóctono (es decir, se contagiaron en Estados Unidos y no en un viaje a zonas de alta incidencia del virus).
El Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Contagiosas estadounidense, encargado de estos exámenes, recuerda que sólo se trata de la primera etapa, con la que se persigue "establecer la seguridad de la vacuna experimental y su capacidad de generar en los participantes en la prueba una respuesta en su sistema inmune".
Al mismo tiempo, la comunidad científica ha abierto más vías hacia una posible solución a esta emergencia: un grupo de científicos estadounidenses y brasileños publican hoy en Science un estudio sobre tres vacunas diferentes contra el virus del Zika que han funcionado en monos Rhesus (Macaca mulatta), por primera vez con resultados favorables.
Dos de las tres vacunas diseñadas habían funcionado previamente en ratones, pero la similitud entre monos y humanos hacen de este estudio un logro relevante para la prevención y protección frente al virus. "Estos resultados aumentan el optimismo sobre el desarrollo y el éxito de una vacuna efectiva y segura contra el Zika para los humanos", cuenta a EL ESPAÑOL Dan Barouch, autor del estudio e investigador del Centro de Virología e Investigación de Vacunas de la Universidad de Harvard. "Los ensayos clínicos para conseguirla tienen que empezar cuanto antes".
Técnicas variadas para combatir el virus
Una de las vacunas contiene virus inactivos, otra se diseñó con la técnica del ADN recombinante y la tercera funciona induciendo anticuerpos en el organismo. En relación a esta última, Barouch explica que "los niveles de anticuerpos que originaban una respuesta de protección en el mono pueden ser alcanzados en vacunas para humanos, ya que son similares a los niveles de anticuerpos de otras que funcionan en personas".
La vacuna con ADN recombinante, en cambio, se trata de una técnica que está comenzando a ser utilizada en biotecnología, "pero no estamos familiarizados con ellas,
son técnicas muy nuevas y complicadas", explica a este diario Elena Trigo, de la Unidad de Enfermedades Tropicales del Hospital La Paz de Madrid. Este método, que también se está utilizando en el desarrollo de la vacuna del ébola, consiste en aislar un plásmido (moléculas de ADN) del virus que se desea combatir, para introducirlo en el ADN de otro mosquito.
Sin embargo, a pesar de estos avances, aún debemos esperar para que la vacuna en humanos esté lista: "Yo diría que quedan meses para conseguirlo, depende del dinero que se invierta en ello, pero todavía falta al menos un año", explica Trigo.
Ante una posible expansión internacional
A dos días del comienzo de los Juegos Olímpicos el Zika sigue llegando a otros países, aunque parece que los mosquitos no son lo que más preocupa en Río.
En España ya ha nacido un niño con microcefalia vinculada a este virus y los casos totales de contagio ascienden a 145 (de los cuales 20 son mujeres embarazadas). "El riesgo es real", afirma Trigo, "pero nosotros queremos transmitir que la gente que viaja a Río debería estar más preocupada por el dengue: aunque el Zika se transmite tanto por la picadura del mosquito como por vía sexual, el dengue (que solo se transmite por la picadura) es más frecuente y grave".
La expansión del virus por otros países dependerá de la población existente de mosquitos Aedes (vector del virus). "En Europa hay algunos mosquitos Aedes, pero son más incompetentes que en las zonas del trópico", afirma Trigo. "El riesgo de expansión del virus depende, como siempre, de la responsabilidad de los ciudadanos. Si alguien vuelve de Río con fiebre debe ir al hospital, usar preservativo y no ir a la playa o exponerse a picaduras de mosquitos, porque si le pica un mosquito Aedes, éste lo contraerá y lo transmitirá a la siguiente persona que pique".
El cuadro clínico del Zika es leve: en cuatro o cinco días, tras presentar síntomas como fiebre o malestar general, la persona se recupera. El riesgo está en las embarazadas. El Zika, además de la microcefalia, ha sido vinculado a complicaciones como un retraso del crecimiento intrauterino (es decir, un crecimiento deficiente del bebé), malformaciones congénitas y enfermedad o trastornos neurológicos tales como el síndrome de Guillain-Barré, que consiste en que el sistema inmunológico ataca a la mielina (la capa que recubre los nervios) causando debilidad muscular o parálisis.