En los últimos 30 años, el esperma de los perros ha perdido calidad. Así lo afirman investigadores de la Universidad de Nottingham en un artículo publicado en la revista Scientific Reports, en el que recogen los resultados del estudio de un grupo de perros observados durante 26 años.
"Es la primera vez que se observa un declive como éste en los perros", explica Richard Lea, profesor de biología reproductiva en la Escuela de Ciencia y Medicina Veterinaria (Universidad de Nottingham) y autor del estudio, "creemos que se debe a contaminantes ambientales, detectados tanto en comida de perro como en el esperma y en las pruebas en estos animales".
La alimentación como posible causa
Los mismos químicos que perjudican la calidad del esperma, según los autores del estudio, fueron encontrados en productos alimenticios para perros disponibles en el mercado, incluido aquellos específicos para cachorros.
El semen estudiado, perteneciente a entre 42 y 97 animales al año, era analizado con el objetivo de registrar qué porcentaje de esperma presentaba una movilidad adecuada y un aspecto correcto bajo el microscopio.
"La fuerza del estudio", afirma Gary England, decano de la Escuela de Ciencia y Medicina Veterinaria, "radica en que todas las muestras fueron procesadas y analizadas en el mismo laboratorio, usando los mismos protocolos durante en mismo tiempo, por lo que los datos generados son robustos?"
Los investigadores observaron que entre 1988 y 1998 la movilidad del esperma descendía un 2,5% al año, y más tarde un 1,2% al año entre 2002 y 2014. Además, descubrieron que los cachorros nacidos de perros sementales con la calidad del semen descendente, mostraban un incremento de la criptorquidia, un fallo en el descenso de uno o ambos testículos hacia el escroto.
Lea añade por qué se despreciaron otros factores que pudieran afectar a este fenómeno: "Algunas condiciones genéticas tienen un impacto en la fertilidad, pero descartamos esa variable porque 26 años es muy poco tiempo como para que pueda estar asociado a un problema genético".
El esperma en humanos
La investigación, además, ofrece un posible factor a una de las controversias que hoy en día atañen a la comunidad científica: el descenso en la calidad del esperma de los hombres. Según los autores, en su condición de "mejores amigos" el hombre y el perro pueden verse afectados por los mismos factores ambientales.
Los siguientes estudios sobre este aspecto deberán estar orientados a verificar esta conexión, pero por el momento diversas circunstancias indican que sí que existe esta relación: "el mismo entorno, las mismas enfermedades (muchas veces con la misma frecuencia) y la misma reacción a las terapias".
Durante aproximadamente los últimos 70 años, diversos estudios han señalado una serie de trastornos bajo el nombre de "síndrome de disgenesia testicular" (en términos generales, anomalías del desarrollo de las gónadas), el cual ha sido relacionado con el incremento de los casos de cáncer de testículos.
En 2012, la revista Human Reproduction recogía un estudio realizado en Francia a lo largo de 17 años, que afirmaba que la concentración de espermatozoides por metro cúbico había pasado de 73,6 millones en 1989 a 49,9 millones en 2005.
Pero, a diferencia del análisis en los perros, muchos expertos han criticado que los datos pueden estar sesgados debido a cambios en los métodos de laboratorio, la formación del personal del laboratorio y la mejora en los controles de calidad a través de los años.