A partir de ahora cuando, en un momento de desahogo, alguien diga: "Mi jefe está loco" puede que tenga razón, o al menos más razón que si aplicara el mismo adjetivo a algún compañero de menos categoría laboral.
Un simposio celebrado en el congreso de la Sociedad Psicológica Australiana, que se celebra estos días en Melbourne, avanza que el porcentaje de psicópatas en ejecutivos de alto nivel y directivos puede llegar hasta el 21%, frente al 1% registrado en la población general.
Como explican los ponentes -de las universidades de Bond (Australia) y San Diego (EEUU)- la personalidad del psicópata se asocia normalmente al comportamiento criminal, pero hace unos años emergió en el campo de la Psicología el término "psicópata exitoso", que se caracteriza por estar integrado en la comunidad, puntuar muy alto en los rasgos referidos a la relación interpersonal y el trato afectivo pero muy bajo en su tendencia al crimen.
De hecho, desde que comenzó la crisis económica, en 2008, se empezó a analizar la presencia de la psicopatía en el mundo de los negocios. Y empezaron las sorpresas. Parece que la cárcel no es el lugar donde más personas con este trastorno viven y que los despachos de las plantas nobles pueden tener un porcentaje similar.
La cárcel no es el lugar donde hay más psicópatas, los despachos de las plantas nobles pueden tener un porcentaje similar
Pero, ¿cómo se distingue a un jefazo psicópata de otro que no lo es? Esos trazos de personalidad que mencionan los psicólogos incluyen la falta de sinceridad, de empatía o de remordimiento, además del egocentrismo, la capacidad de ser encantador cuando le conviene y la superficialidad. "Estamos hablando de alguien que realmente lucha para dominar a los otros. No tienen buenos modales. Son crueles e insensibles. Además, no son conscientes y lo único que les importa es su propio interés", definió el psicólogo forense Nathan Brooks la situación al diario The Australian.
Cómo detectarlos
El profesional, que ha desarrollado un test para detectar psicópatas de traje y corbata, comentó también que existe el riesgo de que este perfil de ejecutivo se meta en prácticas "poco éticas y hasta ilegales" y tenga un "impacto tóxico" en los empleados.
Aunque el estudio en el que validado su método de cribado aún no se ha publicado en una revista científica -lo que resta valor científico a la herramienta, aunque se haya presentado en un congreso-, sí ha sido probado en una muestra de 261 ejecutivos de alto nivel. El trabajo demuestra que, efectivamente, el psicópata está muy presente en los puesto directivos altos de las empresas. Tanto, que uno de cada cinco lo son.
Por esta razón, el autor recomienda a éstas que establezcan algún tipo de examen para identificarlos en los procesos de selección. "Esperamos implementar nuestra herramienta de cribado en las empresas para que haya una forma de evaluación adecuada para poder identificar este problema y evitar que ciertas personas se cuelen en puestos que pueden ser muy costosos para los negocios", concluye.