Los llaman los cuatro jinetes del apocalipsis pero no son ni la muerte, ni el hambre, ni la guerra ni la victoria, sino comportamientos muy repetidos por todos nosotros y observados frecuentemente en las relaciones de pareja. Son cuatro actitudes que, según el psicólogo estadounidense de la Universidad de Washington John Gottman -fundador de un instituto que lleva su nombre y que se dedica precisamente a ayudar a matrimonios con problemas- permiten predecir los divorcios en un 93% de los casos.
La ciencia detrás de esta afirmación no es muy potente, pero la lógica impera al analizar los comportamientos descritos ya que, efectivamente, parece difícil que una pareja sea feliz si incurre en ellos habitualmente, como recuerda una revisión publicada recientemente en IFLScience.
El primero es el desdén, que se define como una mezcla de disgusto e ira y que implica ver a la pareja como alguien inferior y no como un igual. Este comportamiento por sí solo es, según Gottman, "el beso de la muerte" de una relación, pero no es el único.
El segundo es la crítica, siempre que se utilice de forma exagerada. Es algo que implica convertir un comportamiento de la pareja en una afirmación sobre su carácter. Un ejemplo: si su pareja deja la ropa interior tirada en el baño tras ducharse, hay dos posibles reacciones. Pensar (y así decírselo) que usted convive con alguien "tan descuidado como para ir dejando sus calzoncillos por ahí" o abordar el problema e intentar buscar una solución. Sin duda, esta última opción es menos predictor del divorcio que la primera.
El tercer comportamiento es ponerse a la defensiva, o hacerse la víctima. Eludir cualquier responsabilidad ante una situación conflictiva y achacarla siempre al otro. Según Gottman, aunque es incómodo responsabilizarse por una situación complicada, es justo eso lo que consigue evitar que algo malo aumente hasta convertirse en irresoluble.
El último comportamiento es el más aplicable a la vida moderna. Stonewalling, en inglés, se traduce como comportamiento evasivo o bloqueo y el ejemplo más frecuente es coger el teléfono móvil en medio de una discusión, una forma de anular cualquier intento de diálogo sobre el motivo que ha causado el conflicto.
Según los psicólogos del Insittuto Gottman, tener ocasionalmente estos cuatro comportamientos no es un sinónimo de divorcio seguro, pero sí que éstos se repitan y que eso se acompañe, además, de una ideación de acabar con la pareja. Es con una combinación de todos estos factores con la que estos especialistas creen poder prever las rupturas en un 93% de los casos, aunque el hecho de no haber publicado sus hallazgos en ninguna revista científica y de dirigir un centro para terapias matrimoniales puede elevar las sospechas sobre la calidad científica de los mismos.