Pintarse como los Indios, fijarse en las sombras y otros trucos para que los niños se protejan del sol
Enseñar a los pequeños a tener una relación sana con el astro rey es el objetivo del libro 'Fernando se hace amigo del sol'.
12 abril, 2017 18:15Noticias relacionadas
Hace aproximadamente un año los alumnos de primaria del colegio madrileño La Salle Maravillas tuvieron unos días algo alocados. En lugar de sus profesores habituales, pasearon por sus aulas enfermeros y médicos de la Unidad de Dermatología Pediátrica de la Clínica Rúber. Apareció, además, el conocido piloto de Fórmula 1 Carlo Sainz Jr. En las paredes más próximas al patio y a la salida del edificio se colocaron dispensadores de crema solar y, de repente, esa acción -el embadurnarse con una sustancia blanca que retrasa aunque sea unos minutos la ansiada entrada al agua del mar, por poner sólo un ejemplo-, dejó de ser un fastidio para convertirse en una buena idea.
Detrás de esta peculiar iniciativa un nombre propio, el del dermatólogo -y padre de alumos del colegio- Ricardo Ruíz. El creador del proyecto No te quemes con el sol quiere dejar de ver casos de melanoma, uno de los cánceres con peor pronóstico si no se pilla a tiempo, en su consulta y sabe que evitar la exposición solar sin protección desde la infancia es una forma de conseguirlo.
Pero, ¿cómo masificar aquellas divertidas jornadas en el colegio para que sus consejos llegaran a más y más niños? Entró ahí en escena la directora de la editorial Bruño, Isabel Carril, y juntos pensaron en escribir un libro con los consejos necesarios para "mantener una relación sana con el sol".
El volumen es por fin una realidad y lleva por título Fernando se hace amigo del sol. En él, se cuenta la historia de un niño que se va a la playa con su familia, conoce a Lorenzo, el sol, y se hace su amigo. El argumento es casi lo de menos. Lo de más, que los más pequeños -está indicado a partir de los tres años- aprenderán que ponerse crema solar puede equipararse a lo que hacían con pintura los indios antes de la batalla, o que las orejas es un buen lugar para aplicarse también el ungüento y aprenderán también un truco: que cuando la sombra es más pequeña es cuando hay que tener más cuidado con el sol.
"Es una forma de que los niños adquieran hábitos saludables a través de una divertida historia", concluye el autor que destaca, además, que parte de los beneficios de la venta del libro "va dirigido a una ONG infantil".