Una curiosa propuesta ha entrado en muchas Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN) de los hospitales de todo el país. Es la versión española de The Danish Octo Project, también conocida como la iniciativa de los pulpitos solidarios. Abraza tu Pulpo es un grupo de Facebook creado en febrero de este año para la causa, que consiste en apoyar a los bebés que nacen prematuros con la ayuda de peluches, en forma de pulpitos, tejidos previamente con una aguja de crochet. Entre sus objetivos terapéuticos destacan la mejora de la respiración y un ritmo cardiaco más regular, un mayor nivel de oxígeno en la sangre y una menor tendencia a quitarse los tubos y monitores.
Países como Polonia, Reino Unido, Alemania, Ucrania, Francia o Bélgica son sólo algunos de los que confían en este método. Daniel Lockyer, matrón de neonatología del Poole Hospital, un centro público inglés, explica que los pulpitos consuelan al bebé y les hacen sentir mejor. "Estamos muy agradecidos por todas las donaciones y estamos seguros de que las familias que usan nuestro servicio también lo estarán", comentaba en un artículo reciente de la web del hospital.
En España, el Hospital de Salamanca ha incorporado a los pulpitos solidarios a su Unidad de Neonatos y otras ciudades españolas como Burgos, Elche o Barcelona -en su Clínica Dexeus- también se han unido a la causa. Pero, ¿hasta qué punto resulta realmente beneficiosa esta iniciativa para los bebés prematuros? ¿Es seguro tenerlos en las incubadoras?
No todos los hospitales españoles están de acuerdo en implantar esta técnica y sumarse a la iniciativa solidaria. Óscar García, jefe de pediatría de la Unidad de neonatos del Hospital Clínico de Barcelona, asegura que no existen evidencias científicas que prueben los beneficios terapéuticos para los bebés prematuros y apunta que no es cierto que los tentáculos retorcidos de los pulpos de ganchillo hagan recordar el cordón umbilical a los bebés. "Simplemente, no hay ninguna evidencia sólida de ningún efecto beneficioso para el prematuro más allá de la percepción subjetiva de los adultos que le rodean", explica el experto.
"Lo importante es ayudarles mediante la leche materna, la fisioterapia, la rehabilitación o la atención temprana", advierte. "La asistencia respiratoria, el oxígeno o todos los cuidados centrados en el desarrollo, son medidas más útiles enlas que se debería de invertir", añade.
En su hospital, no tienen permitida la entrada en la UCI de los pulpitos por considerar de sentido común que las medidas de higiene no son suficientes como para introducir este tipo de objetos en una UCI. De hecho, una investigación publicada en la revista Advances in Neonatal Care indica los serios riesgos de infecciones que conlleva la introducción de juguetes en las NUCI, y recomienda no colocar estos objetos en el microambiente de los bebés prematuros.
El Hospital de La Paz de Madrid tampoco tiene contemplada la entrada de los pulpitos solidarios en las incubadoras de los bebés prematuros según nos confirma la supervisora de la Unidad de Neonatos, Elena Carrión. "No tenemos nada en contra de los pulpitos solidarios pero hemos considerado que en nuestra UCI, de momento, no es lo más apropiado porque puede suponer un riesgo para nuestros bebés prematuros", comenta.
Según la Sociedad Española de Neonatología (SENeo) sólo en España nacen alrededor de 29.000 prematuros al año. Aunque pueda resultar plausible la labor de todas las personas implicadas en este proyecto solidario para ayudar a que salgan adelante todos los bebés que nacen antes de tiempo, para José Ramón Fernández, pediatra de la Unidad de Neonatos del Hospital de Santa Lucía en Murcia se trata de una iniciativa con un enfoque erróneo, potenciado por la aceptación de la difusión que ciertos hospitales le han dado a la misma. "En este momento no existen pruebas que demuestren que esto sea beneficioso, y tampoco se puede descartar que suponga un riesgo para los niños", explica.
Fernández tampoco apoya la inclusión de esta iniciativa en los hospitales ya que pone en duda la efectividad de los pulpitos. "A pesar de que me alegra que existan campañas de apoyo a los prematuros, la efectividad de estos peluches no ha sido demostrada aún con estudios clínicos", comenta. Además, aclara que su uso debería restringirse al contexto de estudios de investigación que demuestren que ofrece los beneficios que publicitan. "Se debe verificar científicamente que los pulpitos no suponen ningún riesgo para los recién nacidos", añade.
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