A pesar de los continuos avances en la lucha contra el cáncer, esta enfermedad sigue siendo la segunda causa de muerte en todo el mundo. La necesidad de nuevos fármacos es algo que nadie niega y, por esta razón, siempre es una buena noticia el desarrollo de nuevos medicamentos. Una familia de estos, los inhibidores de la proteína Plk1, se ha recibido con los brazos abiertos por la comunidad científica, pero un estudio publicado este lunes en la revista Nature Medicine supone un jarro de agua fría para el hallazgo.
El trabajo, liderado por el investigador del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) Marcos Malumbres y el científico del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) Juan Miguel Redondo, demuestra que la inhibición de Plk1, que tan buenos frutos parece estar dando contra el cáncer, no es nada buena para la salud de las arterias. De hecho, según describen, la administración de estos novedosos fármacos aumenta el riesgo de rotura, el paso siguiente al aneurisma y un efecto secundario que puede ser mortal.
Según explica a EL ESPAÑOL Malumbres, existen ocho fármacos de esta familia en distintas fases de desarrollo clínico. Aunque ninguno está, por lo tanto, comercializado, uno de ellos podría estarlo pronto. Se trata del volasertib, que en 2013 recibió la designación de terapia rompedora por parte del organismo que regula los medicamentos en EEUU, la FDA.
Para Malumbres, el problema es que dada la indicación de estos nuevos medicamentos y la población a la que están dirigidos -normalmente pacientes de cáncer avanzado- en los ensayos clínicos, "no se suelen mirar" los efectos sobre los cambios de presión, más que nada porque hasta ahora no se sospechaba siquiera que hubiera relación entre ambos parámetros.
De ahí, la otra pata de la importancia del estudio, que se ha visto por primera vez el papel que puede tener este gen en el mantenimiento de las arterias. "Casi más que para el cáncer", apunta Malumbres.
Con respecto a la primera conclusión, el investigador del CNIO cree que "debería revisarse" el posible efecto adverso en todos los medicamentos de esta familia que se están investigando actualmente. "Nadie lo ha mirado y esperamos que los hospitales que lo pruebas en ensayos clínicos lo hagan; quizás se pueda complementar con otra estrategia que evite este efecto adverso", resume.
Desde Boehringer Ingelheim, el laboratorio que desarrolla volasertib, reconocen que no se ha hecho "un diagnóstico específico del efecto potencial de la inhibición de Plk descrito en el estudio" pero, subrayan, "todos los efectos adversos que suceden en los ensayos clínicos se documentan y se lleva a cabo un análisis detallado de los mismos".
Para Malumbres hay además un problema adicional que se deriva de sus observaciones en animales y es que el efecto dañino para las arterias se agrava con la administración conjunta de angiotensinas, un fármaco muy común para subir la tensión arterial.
En cualquier caso, el investigador confía en que su hallazgo implique una revisión de los protocolos de investigación y administración de estos fármacos, que no sólo se consideran prometedores para la leucemia sino que también se están evaluando en tumores sólidos.