Los arándanos poseen una elevada cantidad de sustancias antioxidantes que han probado tener cierto potencial protector sobre el organismo humano. Aunque muchos han llegado a catalogar esta fruta como "súper-alimento", la dosis de consumo es el factor crucial a tener en cuenta.
En el caso de la salud cerebral y mental, existen diversos trabajos que relacionan el alto contenido en antioxidantes flavonoides de esta fruto del bosque con efectos benéficos tales como prevenir enfermedades neurodegenerativas, mejorar la memoria y conservar las facultades cognitivas incluso si se consumen durante la vejez.
Protegen contra la demencia
A pesar de que la disminución de las funciones cognitivas a medida que avanza la edad es un proceso inevitable, existen algunas formas de atenuar las consecuencias del envejecimiento. Hay dos maneras destacables: la primera es la de practicar ejercicio físico moderado, pero constante; y la segunda, mantener una dieta saludable. Y dentro de dicha dieta, los arándanos han demostrado tener efectos protectores.
Un estudio llevado a cabo por un grupo de investigadores de la Universidad de Cincinnati dirigidos por Robert Krikorian analizó la mejora de las funciones intelectuales en 94 individuos de entre 62 a 80 años con problemas cognitivos leves, sin diagnóstico claro de deterioro cognitivo. Se dividieron en cuatro grupos, a los cuales se les dio arándanos, aceite de pescado, arándanos y aceite de pescado juntos, o placebo. Según sus hallazgos, aquellos que consumieron arándanos con o sin aceite de pescado mostraron ligeras mejoras cognitivas. En individuos sanos, sugieren, los efectos serían menos intensos.
Reducen los síntomas del alzhéimer
Por otro lado, el mismo grupo de investigadores de la Universidad de Cincinnati también realizó un segundo estudio donde participaron 47 adultos con deterioro cognitivo leve -un paso previo a la enfermedad de Alzheimer- de entre 65 y 77 años. Tras consumir 30 mililitros de zumo de arándanos (unos 230 gramos de fruta) cada día durante 16 semanas, se demostró un aumento de la actividad cerebral y la memoria respecto a los individuos que no consumieron dicho fruto.
Asimismo, se corroboró la mejora de dicha actividad cerebral mediante ejercicios cognitivos y también mediante pruebas de imagen, como la resonancia magnética funcional (fMRI), donde se detectó un aumento del flujo sanguíneo cerebral.
Previenen la pérdida de memoria
Por otro lado, otro estudio publicado en 2012 en el Journal of Agricultural & Food Chemistry sugirió que los arándanos podrían ayudar a mantener el cerebro saludable. Lo conseguirían cambiando la forma en la cual se comunican las neuronas entre ellas y disminuyendo la inflamación cerebral que provocaría el daño neuronal.
La hipótesis barajada en dicho estudio es que los productos antioxidantes que contienen este tipo de bayas, en conjunto, serían los responsables de esta disminución de la inflamación cerebral. Sin embargo, los investigadores también se preguntan si otros tipos de bayas podrían ayudar en dicho proceso.
Aumentan la cantidad de neuronas
Tomar arándanos de forma diaria podría aumentar la producción cerebral de neuronas de reemplazo. Al menos así lo sugiere un estudio llevado a cabo por el Servicio de Investigación Agrícola de Estados Unidos en 2002. Los investigadores alimentaron a un grupo de ratas con suplementos de arándanos durante dos meses, en una cantidad que equivaldría a una taza diaria de este fruto en humanos.
Las ratas, de una edad avanzada para su especie, experimentaron una mejora en la memoria mediante la producción de neuronas en el hipocampo, el área cerebral responsable de la memoria y una de las cuales ha demostrado reemplazar de forma continua sus células cerebrales.
Mejoran en la concentración y la memoria
Los beneficios en el consumo de arándanos no solo se notarían a largo plazo. A las pocas horas podrían demostrar sus efectos, según un estudio realizado en 2009 por la University of Reading en el cual un grupo de participantes consumió un batido de arándanos por la mañana.
A media tarde, este grupo demostró un mejor desempeño en tareas mentales, apenas unas cuatro o cinco horas después de tomarse el batido. En comparación, aquellos que no habían consumido arándanos mostraron una disminución de entre el 15% y el 20% de su rendimiento cognitivo.
Equilibran la salud mental
Finalmente, los arándanos también han demostrado colaborar en la mejora de la salud mental mediante la reducción de factores genéticos y bioquímicos que estarían detrás de trastornos tales como la depresión y las tendencias suicidas ligadas al trastorno de estrés postraumático (TEPT). Así lo sugiere un reciente estudio presentado en la pasada Reunión Anual de la Sociedad Americana de Farmacología y Terapéutica Experimental de 2016.
En dicho trabajo se provocó un TEPT en ratas, y un grupo de ellas fue tratado con una dieta rica en arándanos: el equivalente a dos tazas diarias de frutos. Según sus resultados, aquellas ratas que consumían arándanos mostraron un aumento de los niveles del gen SKA2, el cual se encuentra en niveles anormalmente bajos en aquellos individuos con trastorno de estrés postraumático y tendencias suicidas.
Según los investigadores, los arándanos podrían tener algún tipo de efecto en la expresión genética de dicho gen, pudiendo así disminuir algunos de los síntomas de este trastorno.
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