Trystan Reese y Biff Chaplow se convirtieron en "papás gays por accidente", como cuentan ellos mismos, cuando adoptaron a los sobrinos de Biff en 2011. Pero esta pareja de treintañeros de Portland, Oregon, siempre quiso un hijo propio. El "equipamiento", por así decirlo, estaba disponible: Trystan es un hombre transgénero que conserva sus "partes originales" de mujer, tal y cómo explica él mismo en las redes sociales que han usado para relatar la experiencia del embarazo a sus seguidores.
"Mucha gente cree que los trans odiamos el cuerpo con el que hemos nacido" - explicaba en un vídeo hace unos meses. "Yo no puedo hablar por todos, pero yo creo que mi cuerpo es fantástico. Lo considero un regalo. He tenido que hacer cambios necesarios para poder seguir viviendo en él, tanto con hormonas como a través de otras modificaciones corporales (...) Pero yo estoy bien siendo un hombre que tiene útero y tiene la capacidad de tener un bebé. No siento que eso me haga menos hombre".
Para poder llevar a cabo la gestación, sin embargo, Trystan tuvo que interrumpir su tratamiento hormonal. Cinco meses después, y "bajo estricta supervisión médica", logró quedarse embarazado. La gestación fue considerado de riesgo, ya que la pareja había sufrido un aborto hace un año al intentar concebir por su cuenta. El hombre siguió haciendo su vida normal. "Hasta que ya no pudo disimular que aquello no era una barriga cervecera", bromea Biff en los vídeos.
Afirman no haberse discriminados en el día a día, pero sí han sido blanco de una campaña de acoso en la red por decidirse a compartir su experiencia. "Hemos comprobado que, bajo el velo del anonimato, la gente se cree con derecho a opinar sobre lo que nos debería ocurrir a nosotros, a nuestros hijos y a nuestra familia" - declaraban a la CNN. "El motivo por el que traes a un niño al mundo es porque quieres que haya más amor. Se hace duro pensar en lo difícil que va a ser".
En las mismas redes sociales, Trystan y Biff anunciaban este fin de semana el nacimiento de Leo, que ha venido al mundo con cuatro kilos y 250 gramos. "Ha sido fácil", asegura un radiante padre; "La próxima vez que alguien te diga que un hombre no pueden tener bebés, muéstrale este vídeo" - completa el otro.
El primer hito de un hombre embarazado lo marcó Thomas Beatie ,de Arizona. Como Trystan, se trataba de un hombre transgénero que conservaba sus órganos sexuales de mujer. En 2008 tuvo su primer hijo y actualmente es padre de tres.
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