Las fantasías y la vida sexual de cada persona se modelan en base a sus deseos y los de su pareja-si la tuviera-, por lo que sería incorrecto generalizar en base al tipo de sexo que un individuo debería desear.
Aun así, se tiende a asumir que las mujeres buscan una vida sexual más tranquila y emocional, mientras que los hombres prefieren hábitos más pasionales.
Sin embargo, una encuesta publicada recientemente en PLOS One fulmina esta teoría, al comprobar que, en realidad, lo que los hombres buscan por norma general no es tan distinto de lo que se asume como normal en sus compañeras femeninas.
Más besos y caricias
Según los resultados de esta encuesta, realizada por científicos de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Indiana, la mayoría de hombres buscan en sus relaciones aumentar la cantidad de actos tan normales como los besos, las caricias o las palabras cariñosas.
De hecho, la mayoría consideraron de vital importancia los momentos posteriores al sexo, en contra de los estereotipos que consideran que los hombres valoran únicamente el momento del coito en sí.
Y es que, si bien es cierto que el sexo como tal aporta un gran número de beneficios a nivel psicológico, estudios previos demuestran que éstos se mantienen durante más tiempo si el acto sexual es seguido por emociones positivas.
Sin embargo, que se dé una gran importancia a la parte más emocional del sexo no tiene por qué implicar dejar de lado otros actos muy placenteros, como el sexo oral, que también tuvo un gran protagonismo en la encuesta, al formar parte de las prácticas preferidas, tanto de hombres, como de mujeres.
En conclusión, el postcoito es mucho más que el cigarrito de después, ya que supone un momento perfecto para experimentar los beneficios del sexo en todo su esplendor, conectando al máximo con la pareja. Muchas fantasías sexuales son logísticamente casi imposibles de conseguir, pero esto es de lo más sencillo.