Aprender idiomas mientras se duerme es algo que todo el mundo ha soñado alguna vez. Sin esfuerzo, cómodamente tumbado y aprovechando todas las horas del día. Concretamente, sobre aprender inglés escuchando una grabación mientras se duerme se ha escrito en cantidad durante los últimos años.
Tanto es así, que se han desarrollado presuntos métodos hipnóticos para mejorar el inglés mientras duermes. Muchos de estos aparecen en Youtube, y en algunos casos tienen más de medio millón de visitas.
Sin embargo, los comentarios de los usuarios que han puesto en práctica la técnica no son positivos. La mayoría de personas se manifiestan en la misma línea: la voz que se escucha da miedo y no recuerdan nada de inglés, sólo que tuvieron sobresaltos mientras dormían por culpa de los anuncios que saltan en medio del vídeo.
Y es que, si bien es cierto que durante el sueño hay fases en las que el cerebro tiene gran actividad, no funciona de la misma forma que cuando se está despierto. El descanso es necesario para asimilar y fijar los conocimientos que se han aprendido previamente, pero cuando está descansando el cerebro no es capaz de asimilar cosas nuevas de la misma manera que lo hace cuando se está despierto.
Sin embargo, sí es cierto que durante la fase del sueño se pueden tener ideas que si se recuerdan una vez despierto pueden ser útiles. Esto fue lo que les sucedió a tres famosos científicos: August Kekulé, Dmitri Mendeléyev y Otto Loewi.
El primero, un químico alemán, pudo dar con la estructura del benceno gracias a un sueño en el que aparecían las moléculas moviéndose como serpientes y mordiéndose la cola, lo que le dio la pista de que tenían una estructura circular.
A Mendeléyev, el creador de la tabla periódica, también le inspiro un sueño. De la misma manera que a Loewi, Nobel de Medicina gracias a un sueño que le hizo pensar que la transmisión neuromuscular es química.
Precedentes en la Unión Soviética
Poder aprender otros idiomas mientras se duerme es algo que ya fue estudiado durante la segunda mitad del siglo XX. Concretamente, científicos de la Unión Soviética llevaron a cabo experimentos en esta línea, tanto para aprender palabras en otros idiomas como para adquirir conocimientos de cualquier área.
En una revisión escrita por Jiri Hoskovec, de la Universidad Charles, en Praga (República Checa) publicada en 1965 se recopilan los resultados de varios experimentos que intentaron progresar en el campo del aprendizaje durante el descanso, llamado hipnopedia.
"La memorización, reconocimiento y reproducción de palabras en otro idioma como el ingles o el latín fueron mejores que en palabras control", dice el ensayo. Para llegar a esta conclusión, realizaron sesiones de hipnopedia durante más de dos meses en las que participaron 57 sujetos.
Durante cinco semanas, repitieron mediante una grabación a entre 20 y 45 decibelios palabras en inglés en el periodo inicial del sueño -entre las once y media y las doce y media- y justo antes del despertar, entre las seis de la mañana y las siete menos cuarto. Los resultados de los experimentos demuestran que el aprendizaje durante el sueño es posible cuando se asocia a un "escenario sugerido" para percibir y recordar el material aprendido.
Experiencia de MosaLingua
Esta empresa dedicada a la enseñanza de idiomas tiene en su oferta numerosos métodos distintos del tradicional para aprender inglés. Según su sitio web, ofrecen métodos como el sistema de repetición por espacios, la revisión activa o la metacognición.
En septiembre de 2016 llevaron a cabo una prueba con el aprendizaje del inglés mientras los alumnos dormían. Para poder recoger los resultados, incluyeron este método en su aplicación y durante dos semanas la utilizaron 136 personas.
En los resultados del estudio se refleja que el 67% de los participantes mejoraron su memorización de expresiones ya conocidas, de los que la mitad lo hicieron en más de un 40%. Además, el 28% de los participantes mejoraron sus resultados en palabras o frases antes desconocidas.
En el experimento participaron personas de varias franjas de edad, y los que más progreso mostraron durante las dos semanas que duró fueron los que tenían una edad comprendida entre los 18 y 30 años, con un 80% de efectividad.
Hay que destacar que las grabaciones eran escuchadas en la fase no REM del sueño, donde no se produce tanta actividad cerebral como en la fase REM. Además, todas las personas que participaron en la investigación estaban aprendiendo ingles en los niveles comprendidos entre el A1 y el B2.
Por último, en el estudio también incluyen una conclusión final que debe servir para los que piensan que aprender inglés es tan fácil como echarse a dormir con unos auriculares en el oído. "Nada puede sustituir al aprendizaje activo mientras estamos despiertos. Cuando memorizamos nuevas palabras o frases, necesitamos toda nuestra atención y concentración. Sin embargo, para muchas personas, revisar una palabra o frase mientras duermen puede ayudar en el proceso de memorización, siempre y cuando haya estado expuesto a la misma".