Michael Brady tiene 65 años y un cáncer de pulmón. A pesar de eso, es un hombre afortunado, porque su patología fue detectada en un estadio uno, cuando tenía "el tamaño de un guisante", según le dijeron los médicos en el The Christie NHS Foundation Trust, un hospital público de Manchester. Ese diagnóstico precoz es muy raro en este tipo de cáncer: carente de síntomas externos, se localiza en estados avanzados en el 80% de los casos, según le recordaron en el centro sanitario. Aunque fue ahí donde le dieron la noticia, a Brady le encontraron su tumor en el sitio más inesperado: un camión aparcado en el parking de su supermercado habitual.
Michael es una de las 2.500 personas invitadas a participar en un programa piloto que comenzó el año pasado en la ciudad inglesa. Los requisitos: tener entre 55 y 74 años, haber fumado y estar dispuesto a realizarse un TAC en un supermercado. En el marco de esa iniciativa del Sistema Nacional de Salud (NHS, de sus siglas en inglés), denominada Manchester Lung Health Check, se localizaron 46 casos de cáncer de pulmón, pero en más del 80% de los casos estaban en estadio uno, es decir, eran potencialmente curables.
El éxito del programa ha llevado al NHS a anunciar que ampliarán el programa, que pasará de realizarse en los supermercados de Manchester a hacerse en los de cuatro zonas más, incluyendo Londres.
Los chequeos sistemáticos para cáncer de pulmón no están cubiertos por la sanidad pública en España, aunque un estudio con más de 50.000 grandes fumadores, publicado en The New England Journal of Medicine en 2011, demostró que la realización periódica de un TAC mejoraba la localización precoz de la enfermedad y, sobre todo, reducía la mortalidad.
Sin embargo, esto requiere de unos gastos -tanto en tecnología sanitaria como en radiólogos- que no son pequeños. En Reino Unido, han decidido llevarlo a cabo en el entorno más original.