El virus del papiloma humano o VPH suele asociarse automáticamente con una infección de transmisión sexual, lo que podría implicar penetración. Sin embargo, existen varios tipos de enfermedades de este tipo que no se adquieren a través del coito en sí, sino simplemente a través del contacto físico con el tejido que contiene el microorganismo infeccioso.
Ahora, un trabajo publicado en el Journal of Infectious Diseases confirma algo que ya se sospechaba con anterioridad: el virus del papiloma humano también puede contagiarse a los hombres vírgenes, es decir, aquellos que jamás han llevado a cabo una penetración.
Para llegar a esta conclusión Zhiyue Liu, Alan Nyitray y sus colegas de la Universidad de Texas analizaron datos de varias decenas de varones vírgenes de Brasil, México y Estados Unidos, los cuales sí se habían contagiado con el virus del papiloma humano sin mantener relaciones sexuales en las cuales hubiese penetración. Entre dicho tipo de contacto se encontraría el contacto directo entre genitales, o el contacto entre manos y genitales.
Anteriormente ya se habían realizado estudios con mujeres vírgenes que mostraban contagio por VPH, pero este sería el primer trabajo cuyo objetivo ha sido examinar el contagio de este tipo de enfermedad en hombres vírgenes. Por ello, los investigadores sugieren que la vacunación contra el VPH no debería basarse sólo en las conductas sexuales de los individuos, sino que deberían tenerse en cuenta otros factores.
Para este estudio, los investigadores analizaron datos de 87 hombres vírgenes de entre 18 y 70 años que habían contraído VPH previamente a iniciar relaciones con penetración -aunque algunos de ellos las iniciaron durante el periodo de estudio-. Según los resultados, aquellos hombres que cambiaron su estado de virginidad durante este periodo de análisis contrajeron el virus aproximadamente el doble de rápido que aquellos que continuaban siendo vírgenes.
Entre aquellos hombres que iniciaron relaciones sexuales durante el estudio, hasta uno de cada cuatro se contagió durante el primer año de estudio, y casi la mitad de ellos poseían VPH a los dos años.
Estos datos, según los investigadores, destacarían la rapidez con la que se adquiere el virus tras iniciar la primera relación sexual, lo que indicaría la importancia de la vacunación contra dicho virus antes de iniciar la actividad.
Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, la mayoría de los individuos contagiados con VPH no muestran signos ni síntomas, pero se estima que alrededor de un cuarto de la población de todo Estados Unidos está infectado. Entre los signos leves de esta enfermedad se encuentran las verrugas genitales, pero en el peor de los casos puede llegar a producir cáncer de cuello de útero, ano, pene, vagina, vulva e incluso garganta.