Hoy en día, el aumento de la esperanza y la calidad de vida de hombres y mujeres ha llevado, entre otros factores, a que cada vez sean más las personas mayores que no quieren renunciar al sexo a causa de la edad. Sin embargo, los hombres tienen que vérselas a menudo con la disfunción eréctil y todo lo que ésta conlleva.
Afortunadamente, muchos de ellos pueden tener una vida sexual normal con ayuda de la viagra y otros medicamentos similares, pero se trata de un arma de doble filo, pues sí que pueden eliminar la disfunción eréctil, pero en algunas ocasiones lo hace a costa de efectos secundarios muy indeseables. Además, se desaconseja para personas con problemas cardiovasculares previos, por lo que muchos hombres de mediana edad no pueden usarla.
Por este motivo, los investigadores siguen en busca de un nuevo tratamiento que no sea invasivo y difícilmente pueda acarrear problemas de salud. De momento falta mucho por investigar, pero parece ser que una posible opción podría estar más a mano de lo que parece. En su frutería más cercana.
Sandía para tratar la disfunción eréctil
El modus operandi de la viagra consiste en aumentar el flujo de sangre hacia el pene, facilitando la erección. Este aumento brusco del flujo podría ocasionar problemas vasculares para personas con trastornos del corazón, en oposición al método utilizado por la sandía.
En este caso la erección la facilita una sustancia presente en esta fruta, conocida como citrulina. Se trata de un aminoácido no proteico, que una vez en el organismo se transforma en otro aminoácido, llamado arginina, que a su vez promueve la síntesis de óxido nítrico. Dicho óxido ayuda a abrir los vasos sanguíneos de manera que mejora el flujo sanguíneo en el pene y, con él, las erecciones.
Además, se ha comprobado que los hombres con disfunción eréctil suelen tener niveles más bajos de uno de estos dos aminoácidos, o incluso de ambos, por lo que su relación con las erecciones parece clara.
Desde que surgieron las primeras hipótesis en torno a este vínculo se han llevado a cabo diversos estudios, tanto con grupos reducidos de hombres, como con ratas y en todos la citrulina ha demostrado disminuir los problemas de erección, en comparación con una sustancia placebo.
Debe quedar claro que aún no hay conclusiones definitivas y que, de hecho, ni siquiera ha sido aprobado por la FDA el uso de estas sustancias con este tipo de fines.
Sin embargo, su fácil acceso y su carencia de efectos secundarios hacen que valga la pena intentarlo. Para ello es importante tener en cuenta que la gran mayoría de la sandía es agua, por lo que sólo los zumos concentrados contienen una cantidad suficiente de citrulina. Por otro lado, la variante roja es la que porta menos citrulina y la parte de la fruta en la que existen niveles más altos de dicha sustancia sería la corteza, por lo que podría añadirse a batidos de frutas.
Lógicamente, los alérgicos a la sandía no deben intentar este tipo de tratamientos y los diabéticos tendrían primero que consultarlo con su médico, debido a los altos niveles de azúcar presentes en la fruta.
Por último, cabe destacar también que las personas que no hayan tenido éxito en sus erecciones con la viagra posiblemente tampoco los consigan con la citrulina, ya que el mecanismo usado por ambas, a pesar de no ser exactamente el mismo, consiste igualmente en dirigir el flujo de sangre al pene, de modo que problemas de erección debidos a otras causas no podrían tratarse de ninguna de las dos maneras.