Siempre se ha pensado que la gripe se contagaiaba a través de los estornudos o la tos. De hecho, los consejos para evitar infectarse suelen ir dirigidos a mantenerse a cierta distancia de una persona que tenga el virus, con el objetivo de evitar entrar en contacto con los microbios. Ahora, un nuevo trabajo publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences ha llegado a la conclusión de que esto no es totalmente cierto. De hecho, el virus de la gripe podría contagiarse a través de la respiración.
Según este nuevo trabajo, llevado a cabo por Sheryl Ehrman y sus colegas de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Estatal de San José (Estados Unidos), existirían grandes cantidades de partículas virales en el aliento exhalado de las personas contagiadas con esta enfermedad. En otras palabras, respirar sería suficiente para propagar la gripe.
En anteriores investigaciones se había llegado a la conclusión de que el virus de la gripe se extendía gracias a la propagación de "partículas grandes". Sin embargo, este nuevo estudio afirma que también existirían virus capaces de viajar en partículas más pequeñas, denominadas "aerosoles", las cuales se pueden liberar con la respiración.
Por otro lado, los investigadores destacan el hecho de que no se sabe con seguridad cuántos individuos serían capaces de "exhalar" el virus de la gripe realmente. Es decir, no está claro si cualquier persona que sufre la gripe puede llevar a cabo este tipo de contagio.
El nuevo hallazgo de la gripe
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores analizaron el aliento exhalado de 142 individuos diagnosticados con gripe mediante un tipo de máquina capaz de capturar partículas del tamaño de un aerosol. Los participantes respiraron, hablaron, tosieron y estornudaron durante 30 minutos en esta máquina.
Según sus hallazgos, no era necesario toser para producir aerosoles. De hecho, de las 23 muestras de aerosoles que se produjeron sin una tos de por medio, casi la mitad (el 48%) contenían virus detectables, y ocho muestras (el 35%) contenían virus con capacidad infecciosa.
Asimismo, los investigadores también afirman que existen más probabilidades de generar aerosoles infecciosos los primeros días de la enfermedad, lo cual indicaría que cuando se empiezan a sufrir síntomas es aconsejable no permanecer en los lugares de trabajo o estudio porque es el momento de mayor contagio con una simple respiración.
Finalmente, este estudio también ha encontrado que los participantes no solían estornudar demasiado y, aunque lo hiciesen, sus estornudos no parecían generar un mayor número de partículas infecciosas respecto a los episodios de tos. Aunque, eso sí, afirman que los estornudos sí pueden contribuir a la propagación del virus al contaminar superficies, pero no de persona a persona.
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