El peligro del antojo: 7 de cada 10 embarazadas en España comen demasiado mal
No sólo pervive el dañino mito de que "hay que comer por dos", sino que gran cantidad de gestantes incluso empeoran sus hábitos de vida.
4 mayo, 2018 12:10Noticias relacionadas
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Los protocolos médicos dictados durante el embarazo suelen seguirse de forma bastante estricta en nuestro país. Uno de ellos consiste en la toma de ácido fólico o vitamina B9 durante la gestación e incluso la concepción, con el objetivo de evitar complicaciones a futuro.
Asimismo, se suelen controlar las posibles anemias por déficit de hierro, la aparición de enfermedades infecciosas o la aparición de la denominada "diabetes del embarazo". Esta resulta de un mal control de la ganancia de peso durante esta época y puede llegar a requerir tratamiento con insulina hasta finalizar el embarazo, sin un tratamiento a largo plazo como tal.
Pero, ¿se siguen de forma igualmente estricta los consejos sobre alimentación y ejercicio físico? La realidad es que actualmente tan solo tres de cada diez embarazadas españolas llevan a cabo unas pautas correctas de estilo de vida. O lo que es lo mismo, el 70% de las embarazadas no tienen buenos hábitos, según un reciente estudio presentado por CinfaSalud y avalado por la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO).
Ni alcohol ni tabaco, pero sí mala comida
Según el Dr. Julio Maset, médico de Cinfa, la concienciación sobre los peligros que entrañan el alcohol y el tabaco para el feto es grande, pero esto no ha llegado al ámbito de la alimentación y la necesidad de ejercicio físico durante este delicado periodo de la vida. Con todo, aún queda un 10% de gestantes que siguen consumiendo tabaco y/o alcohol en determinada medida.
Si bien es cierto que hasta un 41% de las embarazadas tienen dudas sobre la medicación y suplementación, tan solo un 4,9% de las mismas dejan de tomarla o bien la toman sin consultar previamente todas las dudas. Y, según el VII Estudio CinfaSalud sobre 2.436 madres españolas, hasta un 69,7% de ellas no llevaban a cabo unos hábitos de alimentación y ejercicio correctos.
Casi una de cada cuatro embarazadas no mejora su alimentación, o incluso los empeora. Incluso se ha llegado a la conclusión de que solo seis de cada diez españolas evitan los alimentos "de riesgo" durante el embarazo, como son los embutidos, lácteos no pasteurizados o carne poco hecha. Finalmente, solo tres de cada diez embarazadas cuidan de forma adecuada su hidratación.
Respecto al ámbito del ejercicio durante el embarazo, a pesar de que cada vez son más los profesionales que animan a las futuras madres a realizar ejercicio moderado durante el embarazo, por el momento solo siete de cada diez siguen los consejos correctamente. Tres de cada diez no realizan ninguna actividad física, y un 0,4% de ellas realizan un ejercicio intenso a pesar de que este está desaconsejado durante el embarazo.
Qué comer y qué no
Aún siguen vigentes algunas creencias erróneas, incluso mitos, sobre cómo se debe llevar a cabo una correcta alimentación durante el embarazo. Sin embargo, las organizaciones oficiales como la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición llevan años ofreciendo consejos al respecto.
En primer lugar, según un documento de consenso de 2016, es un mito creer que "hay que comer el doble" durante el embarazo. Según los estudios actuales, tan solo hay que aumentar relativamente la ingesta según el trimestre del embarazo: unas 69 kcal más al día durante el primer trimestre, unas 266 kcal más al día durante el segundo trimestre y unas 500 kcal más al día durante el tercer trimestre y los seis primeros meses de lactancia.
Posteriormente, hay que intentar volver a la ingesta previa saludable, entre 1.700 y 2.000 kcal diariasm de forma progresiva. Se trata de valores que habrá que individualizar según cada futura madre.
En cuanto a los alimentos a evitar, la AECOSAN aconseja evitar la carne cruda o poco hecha, los patés, embutidos y carne loncheada que no haya sido cocinada previamente a más de 71ºC. Todos estos alimentos se deben evitar dado el riesgo de infección por el parásito toxoplasma, el cual puede producir graves complicaciones en el recién nacido.
En cuanto al pescado, sí es posible consumir pescado azul entre 3 y 4 veces a la semana. Sin embargo, se aconseja evitar algunos tipos de pescados como el pez espada, tiburón, atún rojo y lucio por haber demostrado contener niveles excesivos de mercurio, una sustancia tóxica para la placenta y el futuro bebé. Además, el pescado crudo, ahumado, marinado o fermentado también se debe evitar por el riesgo de estar contaminado con la bacteria Listeria monocytogenes.
Para finalizar, no debe consumirse leche cruda y se aconseja evitar los quesos frescos o de pasta blanda, además de quitar las cortezas de cualquier queso. Sí es posible consumir frutas, verduras y hortalizas sin limite, siempre que se laven correctamente, aunque los brotes tiernos están desaconsejados. Y, en cuanto al café se refiere, no se aconseja superar los 200 mg diarios -dos cafés expresos-, aunque algunos estudios recientes desaconsejan cualquier consumo de cafeína.
Comer bien para quedarte embarazada
La importancia de una buena alimentación es un factor que influye incluso en el momento de la concepción. Las mujeres que comen menos fruta y más comida rápida tardan más en quedarse embarazadas, según concluye un estudio realizado por investigadores del Instituto de Investigación Robinson de la Universidad de Adelaida, en Australia, que publica Human Reproduction.
En comparación con las mujeres que comieron fruta tres o más veces al día durante el mes anterior a la concepción, las mujeres que no lo hicieron tardaron medio mes más en quedarse embarazadas. Las mujeres que consumían comida rápida cuatro o más veces a la semana tardaron casi un mes más en quedarse embarazadas. El riesgo de infertilidad en este grupo aumentaba en este último grupo de 8% a 16%.
La profesora Claire Roberts, quien directora del estudio, señala: "Los hallazgos muestran que comer una dieta de buena calidad que incluya fruta y minimizar el consumo de comida rápida mejora la fertilidad y reduce el tiempo que cuesta quedarse embarazada".