En el momento actual existen multitud de fármacos dirigidos contra el cáncer. Dado que existen muchos tipos de cáncer, cada uno afectando a un órgano determinado o incluso de forma generalizada a todo el organismo, incluso se podría decir que es un error hablar de "cáncer" de forma generalizada, cuando se trata de cientos de enfermedades aunadas en un mismo término.
Algunos de estos tratamientos se han centrado en atacar la vía metabólica de una enzima, la fosfatidilinositol-3 quinasa o PI3K, aunque en principio con un éxito mucho menor de lo esperado. Precisamente en el último congreso de la Sociedad Estadounidense de Oncología Médica (ASCO), se presentaron los resultados de una de estas terapias -el taselisib-, que lograba ralentizar el crecimiento de un tipo de cáncer de mama, aunque sólo por dos meses más que la terapia actual.
Ahora, un nuevo trabajo publicado en Nature sugiere que existe una explicación: la dieta. De hecho, este estudio asegura que un tipo de dieta en especial, baja en carbohidratos y alta en grasas, como la dieta cetogénica, podría mejorar significativamente la efectividad de los fármacos dirigidos contra la PI3K.
Demasiado azúcar en sangre
Según Lewis C. Antley, director del Centro Oncológico Sandra y Edward Meyer en la Facultad de Medicina de la Universidad de Cornell, y autor principal de este estudio, cualquier medicamento dirigido contra PI3K puede no ser efectivo si los pacientes tratados no mantienen unos bajos niveles de azúcar en sangre, ya sea con dieta o con fármacos. Pero, si se reduce la insulina en sangre -la cual se secreta según los niveles de azúcar-, la efectividad de los fármacos aumenta drásticamente. Y esto no solo se consigue con medicación, como podrían ser los fármacos contra la diabetes mellitus tipo 2, sino que también puede lograrlo una dieta cetogénica.
Actualmente existen multitud de mutaciones genéticas tumorales que implican a la vía Pi3K, por lo que es un objetivo atractivo en cuanto a los tratamientos contra el cáncer se refiere. De hecho, existen hasta 20 terapias dirigidas específicamente contra la enzima PI3K que se encuentran ya en ensayos clínicos. Sin embargo, estos ensayos han dado unos resultados decepcionantes, dado que algunos pacientes que consumen estos tratamientos acaban desarrollando un aumento inusitado de sus niveles de azúcar en sangre, un fenómeno conocido como hiperglicemia.
Este aumento de azúcar o glucosa en sangre puede ser temporal, pues el páncreas produce insulina que da lugar a una compensación de la hiperglicemia; pero en algunos pacientes estos niveles elevados de azúcar no vuelven a la normalidad y acaban necesitando medicación externa, la cual en ocasiones no es suficiente.
La dieta cetogénica, una nueva arma contra el cáncer
Para este trabajo, los investigadores lograron demostrar que un aumento de insulina prolongado, consecuencia del exceso de azúcar en sangre, reactivan la enzima PI3K en ratones con tumores pancreáticos tratados con Buparlisib -un fármaco contra la PI3K-. En otras palabras, demasiado azúcar y demasiada insulina harían inútiles los tratamientos contra la PI3K, porque la insulina reactiva la vía metabólica.
Pero, si se daban fármacos contra la diabetes, o bien una dieta cetogénica, junto a los fármacos contra la enzima PI3K, las cosas mejoraban. Pero no servía cualquier fármaco.
Por ejemplo la metformina, un fármaco típico contra la diabetes que mejora la sensibilidad de la insulina, no parecía ser suficiente. Sin embargo los denominados inhibidores de SGLT2, cuya misión es provocar una mayor eliminación de la glucosa por la orina y por tanto reducir los picos de azúcar y de insulina, sí mejoraban la respuesta al tratamiento.
Finalmente, la dieta cetogénica fue la mejor terapia. Incluso mejor que los fármacos, dado que prevenía los picos de glucosa y de insulina, y mejoraba más si cabe la respuesta al tratamiento contra PI3K. Los investigadores llegaron a denominar a la dieta cetogénica como "el enfoque perfecto", pues lograba reducir las reservas de glucógeno, evitando la liberación de glucosa en sangre como respuesta al tratamiento contra PI3K.
Aún así, los investigadores advierten de que la dieta cetogénica, por sí sola, no sería suficiente para controlar el crecimiento del cáncer. De hecho, en algunos casos, cuyos tumores son independientes de PI3K, puede ser perjudicial: no sirve para cualquier tipo de cáncer, y puede empeorar algunos tipos de leucemias según los investigadores.
En próximos trabajos el objetivo será comprobar si la combinación de un fármaco contra PI3K y una dieta cetogénica especialmente elaborada por nutricionistas podría mejorar los resultados en otros tipos de cáncer, como el cáncer de mama, endometrio y algunos tipos de leucemias o linfomas.