La magistrada del juzgado de Instrucción número 3 de la Audiencia Nacional,
Carmen Lamela, ha
incoado diligencias previas ante "la posible existencia de una infracción penal" en la causa por el muelle anticonceptivo intravaginal Essure y comercializado hasta hace un año por la empresa farmacéutica Bayer. Según informa El País, la juez requiere a la Fiscalía para que se pronuncie sobre la demanda presentada por afectadas por
delitos de lesiones y contra la salud pública.
La sala de lo Contencioso-administrativo de la Audiencia Nacional ya admitió una demanda presentada por una de las pacientes contra el Ministerio de Sanidad, el Sistema de Salud y la Agencia Española del Medicamento "por un error en la vigilancia y control sanitario del producto". La querella recibida ahora por Lamela fue presentada a principios de mes por la Asociación de Afectadas de Essure en nombre de 30 mujeres, aunque el colectivo ha llegado a agrupar a unas mil.
Essure consiste en la inserción en las trompas de Falopio de unos muelles flexibles que provocan fibrosis en el conducto y deben bloquear el paso del esperma, evitando la fecundación del óvulo. Sin embargo, han provocado
infecciones,
dolor crónico,
incapacidad para mantener
relaciones sexuales,
esterilidad,
depresión y
tendencias suicidas según las denunciantes. Bayer ha retirado paulatinamente el dispositivo en Europa y lo hará ahora en EEUU, en donde se enfrenta a 16.000 demandas según el diario que cita
The New York Times.
"Me dijeron que estaba loca"
Los reporteros de EL ESPAÑOL
Fernando Ruso y
Pepe Barahona recogieron los testimonios de las
afectadas de la provincia de Córdoba el pasado verano cuando se tuvo la noticia de la retirada de Essure por orden de
la Agencia Española del Medicamento y de Productos Sanitarios (AEMPS). Seis de las ocho mujeres entrevistadas confesaban haber contemplado el
suicidio por el trastorno provocado por el implante.
"El primer día tuve ya dolores pélvicos que nunca se me quitaron (...) A mí me salieron ronchas por todo el cuerpo esa misma noche y cuando pregunté en el hospital si podía ser de Esurre me dijeron que no". Las afectadas coincidían en que se enfrentaron a un contumaz rechazo por parte de los médicos y lamentaban la incomprensión sufirda. "Me dijeron que estaba loca (...) Usted no está bien de la cabeza, el Essure no tiene nada que ver con lo que usted tiene".
"El pelo se te cae a manojitos, como cuando te dan quimioterapia, era algo fuera de lo normal y me sorprendió mucho" - continuaban los testimonios. "Mi marido se pinchaba con el muelle (...) En las relaciones sexuales, me ponía mala solo de pensarlo Era hacerlo y sentir pinchazos, como si me clavaran agujas por dentro. Y sangrados, infecciones, de todo… Ganas no tenía, pero ¿qué iba a hacer? Si mi marido se pegaba uno o dos meses sin tocarme. Tenía que hacer el esfuerzo".
Algunas lograron resolver la situación con la extiparción de las trompas de Falopio pero otras tuvieron que pasar por una histerectomía, la extirpación del útero. La consecuencia en ambos casos es la esterilidad. "Nunca me dijeron que si fallaba Essure había que pasar por quirófano para que me quitaran las trompas. De saberlo, nunca me lo habría puesto" - lamentaba una afectada.