Una hiena dejó a Lonunuko sin cara y sin mano: nuevo milagro del doctor Cavadas
- El pastor keniata ha podido ser atendido con microcirugía en España gracias la Fundación de Pedro Cavadas.
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Ocurrió hace seis años, en las región de los Samburu en Kenia. Lonunuko, que hoy tiene 58 años, pastoreaba su rebaño cuando escuchó unos gritos desgarradores. "Una hiena estaba devorando a una mujer"- explicaba hoy en el Hospital de Manises de Valencia. "Traté de defenderla, pero me atacó a mi". El cánido le arrancó varios dedos de la mano derecha y le desgarró el rostro. El pastor habría muerto de no haber caído por un resquicio por el que el depredador no podía pasar.
Hoy, Lonunuko Lekidenie ha sido presentado como el último milagro del doctor Pedro Cavadas. El cirujano de prestigio mundial y pionero de la trasplantología ha logrado reconstruir su maxilar y su paladar, de modo que el pastor puede volver a hablar y alimentarse por sí mismo. A lo largo de tres operaciones, se le ha injertado una dentadura postiza y se le ha operado el pulgar de la mano para que pueda valerse con los dedos restantes, ya que la manutención de su mujer y sus siete hijos depende de su ganado.
"En Kenia hicieron lo que pudieron"- ha explicado Cavadas en referencia a la atención que recibió el pastor tribal. Tras quedar desfigurado, Lonunuko solo podía ingerir líquidos "con una pajita" y mucho cuidado, "porque se le colaba por la nariz". La Fundación de Pedro Cavadas, en coordinación con la Cruz Roja, tuvo conocimiento del caso hace dos años y realizó los trámites para que pudiera ser atendido en España con los equipos de microcirugía que necesitaba.
En ese tiempo, el paciente estuvo "malganándose" la vida, sin tener ninguna calidad ya que no podía comer, hablar o tragar, además de presentar un aspecto que le estigmatizaba "mucho". "Una deformidad facial seria te estigmatiza, incluso en aldeas pequeñas. Ahora no tiene una cara normal, pero tiene una cara que no llama tantísimo la atención", ha puntualizado Cavadas.
Ahora Lonunuko está "deseando" regresar con su pueblo, ha explicado el cirujano ejerciendo de intérprete, ya que se comunican en suajili. "Son gente dura"- valora el especialista. Su paciente todavía tendrá que recibir "retoques" de tipo estético, como equilibrar su rostro con el ojo prostético que sustituye al que perdió en el ataque, pero las operaciones tendrán lugar ya de vuelta en Kenia.
El doctor ha señalado que su Fundación intenta traer solo pacientes a los que les pueden "cambiar la vida 180 grados", con los que "claramente va a haber un antes y un después", a quienes la mejoría que proporcionarán será "duradera" y que no puedan realizar en el país de origen.
En este sentido, ha explicado que suelen atender a entre tres y cuatro pacientes por año y ha destacado que el acuerdo de la Fundación con el Hospital de Manises, que comenzó en 2011 y por el cual se reparten los costes, es "muy beneficioso" para todas las partes.
"Para el hospital es una cosa muy bonita de hacer, por ser capaz de regalar estas cosas; para la Fundación, es nuestro trabajo, qué menos que hacerlo y que nos lo faciliten; y lógicamente es beneficioso para los pacientes, que son los protagonistas. Nosotros somos vectores del regalo, es el paciente el protagonista", ha indicado el cirujano.
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