Seguro que en el último mes has quedado con tus amigos para "beber una cerveza", "tomar una copa", "ir de blancos" o "tomar el vermú". Y es que la forma de socializar de los españoles gira en torno al alcohol y la comida. Prueba de ello es que en 2017 más del 75% de los españoles preguntados consumieron alcohol, según la XII Encuesta sobre Alcohol y otras Drogas en España que elabora el Ministerio de Sanidad.
Por si los españoles no recurriéramos suficiente a los licores, "la nueva forma de consumir alcohol ha llegado", según transmiten en sus redes sociales un grupo de jóvenes vascos que han creado Ositos con alcohol: un producto que tiene el mismo aspecto que la golosina tradicional, pero que contiene un 19% de alcohol. Estos chicos se están viendo desbordados por los pedidos que han recibido en los últimos días y rehúsan participar en este artículo "por motivos comerciales".
Aunque la descripción que dan pueda sonar festiva, en realidad se trata de "una aberración contra la salud pública", explica Paula Crespo, dietista-nutricionista y presidenta del Colegio Oficial de Dietistas y Nutricionistas de la Comunitat Valenciana, a EL ESPAÑOL.
En este caso, no se trata del típico experimento adolescente de echar en un recipiente ositos de gominolas y dejarlos reposar en alcohol hasta que lo absorben. Los creadores comercializan por primera vez en España cajas de 50 ositos de gominolas (por nueve euros) que contienen alcohol de melaza, el mismo con el que se hace la ginebra.
"Si ya de por si los ositos de gominola no tienen ningún tipo de valor nutricional, ni aportan nada interesante para una alimentación", afirma la experta, "encima se le incorpora otro elemento que no es saludable y se fomenta el consumo de alcohol, cuando ninguno de los dos productos son recomendables".
Ademas, la experta critica que "si ya es fácil conseguir alcohol en España a cualquier edad, con esta iniciativa se fomenta que sea más fácil y seamos menos conscientes de ese consumo". "Tomar un osito no es nada, no tienes que hacer nada, es solo llevarlo a la boca", explica sobre el acto de comer estas golosinas, ya que se realiza de manera inconsciente, sin pensar que 17 de estas gominolas equivalen a tomarse una copa.
El gran problema que plantea Crespo es que "el alcohol está muy interiorizado en nuestra cultura, cuando realmente es un tóxico que nuestro cuerpo tiene que depurar, independientemente del grado y la cantidad de alcohol". "La cantidad de alcohol que tenemos que consumir es cero, da igual la forma en que se tome, nunca tiene efectos positivos para el cuerpo", recalca la dietista-nutricionista. Asimismo, añade que cuando se le agrega alcohol a un alimento "pierde cualquier tipo de interés nutricional porque lleva alcohol".
Polémica por una subvención de 10.500 euros
Este proyecto nace cargado de polémica, ya que el Ayuntamiento de Getxo ha subvencionado a los jóvenes con 10.500 euros en el marco del concurso de ideas Wanted. Otorgar esta cantidad de dinero público para potenciar Ositos con alcohol ha suscitado críticas de la oposición y de varios colectivos que consideran que podría fomentar el alcoholismo.
Para la presidenta del colegio valenciano "es una irresponsabilidad financiar un producto para emborracharse, fomenta más todavía el consumo de alcohol y el hábito de beber". "Que se premie este tipo de iniciativas es un síntoma del desconocimiento que hay en la sociedad", insiste. Asimismo, critica que este proyecto aparentemente vaya dirigido a una población joven ya que "tenemos un consumo muy alto de alcohol a todas la edades, principalmente en la adolescencia".
"Cuando nos dicen que ha salido este proyecto y que se ha financiado desde una entidad pública, para nosotros es como si retrocediéramos en todo lo que se hace sobre educación nutricional, especialmente en el trabajo realizado en incidir en la importancia de los buenos hábitos y que el alcohol tiene que ser cero", hace hincapié la presidenta del colegio de nutricionistas. "Esperamos que sea el último proyecto de este tipo que se subvencione", sentencia Crespo.
Ositos, alcohol y menores
Uno de los riesgos planteados es que este producto se adquiere por internet, por lo que el control es menor que si se hiciese en una tienda física. Aunque si es cierto que la página pregunta la edad en el momento de solicitar la compra, también es bastante fácil mentir sobre ella. Esto puede provocar que "esté al alcance de todo el mundo, incluidos menores", explica la nutricionista.
Los ositos se pueden encontrar en la página web en tres sabores distintos (naranja, piña y fresa), ofreciendo envío gratuito a partir de la compra de tres envases. Cabe destacar, que la descripción de estas golosinas les atribuye propiedades que podrían sonar positivas como "100% Vegano" y "Sin glúten", a pesar de no ser sanos. Del mismo modo, incluye una descripción a modo de chascarrillo: "Un remake de los ositos de chuchería con los que tan buenos momentos hemos pasado. Nosotros hemos crecido, ellos también".
Asimismo, existe el peligro de que los niños puedan consumirlas por error, ya que tienen la misma forma que sus chucherías. Para intentar evitarlo la caja que contiene las gominolas tiene una pegatina que indica que es para un público adulto.
[Más información: La gran mentira del garrafón: ni es el tipo de alcohol ni es el precio]
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