Hace apenas un lustro, un postadolescente de origen manchego llamado Ángel Muñoz –conocido con el nombre artístico de ‘Jordi el niño polla’- debutaba en un famoso canal de vídeos de contenido sexual en el que era desvirgado por actrices mucho mayores que él.
Aquello dio inicio a toda una leyenda del porno actual. Se ha convertido a día de hoy en el actor pornográfico cuyos vídeos son los más demandados en todo el planeta. A esa búsquedas contribuyen hombres, pero también un público femenino que tiende a superar la media de los cuarenta años de edad.
Las mujeres maduras, en los últimos años, se han convertido consumidoras de material pornográfico. Y sus preferencias no suelen ser las que tienen los hombres en mente, con fornidos y vigorosos actores. Cada vez son más las que buscan el término 'diferencia de edad' y disfrutan viendo a muchachos jovencitos, imberbes y con apariencia de inexpertos.
Hasta no hace demasiado tiempo, aquellas mujeres a las que les gustaba la compañía de una pareja sentimental o meramente sexual más joven que ellas eran conocidas con el término de ‘cougar’. Traducido al castellano, vendría a significar ‘puma’, como clara referencia al carácter depredador que se les imputaba.
En las últimas dos décadas hemos podido comprobar como algunas conocidísimas celebrities se han emparejado con hombres a los que les sacaban un buen puñado de años: Madonna y Jesús Luz, Jennifer López y Caspar Smart, Demi Moore y Ashton Kutcher o Kris Jenner y Corey Gamble.
Pero en los últimos años se ha rizado aún más el rizo. Nos encontramos ante una nueva tendencia que consiste en mujeres cougar que no solo quieren un hombre más joven junto a ellas, sino que además desean que éste sea de una condición social y cultural inferior.
El término con el que se conoce a este tipo de mujer es el de ‘hipógama’ y se les distingue por ser de mediana edad, tener formación universitaria, un buen estátus social y económico, además de ocupar cargos de responsabilidad.
La hipógama valora la superioridad sobre su pareja en todos los aspectos, por lo que suelen recurrir a jóvenes cuya apariencia física semeja la de un postadolescente imberbe. Algo muy similar a la imagen que ofrece el mencionado Jordi ENP y que tanto éxito están teniendo sus vídeos sexuales entre las espectadores maduras.
El triunfo de la 'madre de José'
Pero no solo se ha levantado el tabú de los chicos más jóvenes como objeto de deseo. La hipogamia funciona como fetiche de ida y vuelta: la excitación de ponerse en la piel de un 'yogurín' que seduce a una mujer poderosa ha catapultado el éxito de Jordi entre los hombres.Por extensión, cada vez hay más muchachos que buscan tener una relación amoroso-sexual con señoras de muy buen ver y que les doblan la edad.
Son conocidas como MILF, acrónimo en inglés de la expresión ‘Mother I'd Like to Fuck’, que en castellano quiere decir Madre a la que me follaría. En la red triunfan los vídeos de carácter pornográfico en los que mujeres maduras mantienen relaciones sexuales con jovencitos –o jovencitas- y cuyas tramas versan en que son las madres de un compañero de clase de sus hijos, o una profesora.
El fenómeno MILF es ampliamente conocido en la literatura y cinematografía, encontrándonos célebres títulos como El graduado (1967) con Anne Bancroft y Dustin Hoffman, o Class (1983) protagonizada por Jacqueline Bisset y Andrew McCarthy. Sin olvidarnos de la famosa canción titulada La madre de José que tanto triunfó a partir de 2003 gracias a la banda madrileña de pop rock ‘El Canto del Loco’.