La vida de Scott y Linda Janack no se salía de lo común dentro del tranquilo día a día del Midwest estadounidense. Eran como cualquier otro matrimonio de entre 40 y 50 años que uno pudiera cruzarse por las calles de Van Buren Township, un pueblecito del estado de Michigan. Cada mañana se levantaban, desayunaban y se marchaban a sus respectivas escuelas. Él era profesor de Educación física y ella maestra de lectura de niños de Primaria en un colegio llamado Edgemont. Sin embargo, al caer la tarde las cosas cambiaban. Volvían a casa, subían el dormitorio, se quitaban la ropa y activaban la webcam.
Frente a sus cientos de seguidores online, y previo pago, Linda (48) y Scott (47) se convertían en Beulah Ballbreaker (se traduciría como Rompehuevos) y Jasper Woodcock (Pene de madera), dos estrellas del porno casero emitiendo a través de su página web, Hot for Teachers, un portal en el que además se presentan como docentes reales, jugando con el morbo que rodea a esta profesión y usándolo como gancho.
“Hay mucho fetichismo alrededor de los profesores. A la gente le gusta verlos en estas situaciones. Despierta mucho interés”, explica a EL ESPAÑOL Scott Janack, que se presenta en su web como un profesor de gimnasia y atleta retirado (fue jugador de baseball hasta 2010), de cuerpo musculoso, ojos azules, miembro de 18 centímetros y aficionado a la playa. Ella se describe como una directora de colegio y maestra retirada, de complexión atlética y una full time MILF (expresión que hace referencia a madres ‘puretas’, en buena forma, con las que uno se acostaría).
La idea la tomaron de un programa de televisión de la ABC sobre este tipo de retransmisiones en vivo. “Dijeron que podía ser muy lucrativo. Estuvimos reflexionando unos meses y al final nos animamos, porque iba a consistir en tener sexo en casa, y que la gente que quisiera verlo, pagara”, recuerda Scott.
Denuncia de los padres
Empezaron en agosto de 2017. Todo fue sobre ruedas durante unos meses, hasta que justo un año después saltó el escándalo. Unos padres de la escuela de Linda acudieron a la junta directiva del centro para denunciar que la profesora de lectura se dedicaba a la pornografía por las noches. No es que la práctica fuera ilegal, pero desde luego abría un debate ético en la comunidad educativa.
“Mis hijos me hablaban muy bien de ella, pero esto no estaba bien. Y no puedo creer que el distrito lo supiera y lo haya permitido, especialmente cuando lo han llevado de una forma tan abierta. No es algo que debas hacer cuando trabajas con menores”, declaró a la prensa local la madre de unos alumnos del colegio.
El despido no parecía una opción sobre la mesa. En 2010, la Corte de Apelaciones de Michigan había dictaminado que no se puede despedir a un docente de una escuela pública por un comportamiento privado que no afecta negativamente a los estudiantes. El pronunciamiento llegó por el caso de un profesor al que su distrito escolar quiso enviar al paro tras ser fotografiado simulando tener sexo con un maniquí durante una despedida de soltero.
Las autoridades optaron por abrir una investigación y, posteriormente, dejar a Linda en situación de baja remunerada. “No la queríamos en el aula ni cerca de los niños”, alegaba el responsable escolar, Peter Kudlak.
Escándalo nacional
El caso llegó a la prensa, convirtiéndose en un escándalo nacional. Finalmente, la escuela acordó que la maestra abandonara su puesto de trabajo, para dedicarse a tareas administrativas online.
“Es un caso de doble rasero. Ella sólo estaba teniendo sexo con su marido, en la intimidad de su hogar”, lamenta Scott, quien critica la “hipocresía” de los padres que se pusieron en contra de su mujer. “Esos padres, con sus hijos en casa, eran los que estaban viendo nuestra página, porque no hay otra forma de que lo supieran. ¿Y qué pasa con esos que beben y conducen, que todos conocemos, pero que no los cogen? ¿No es peor saltarse la ley que lo que ella hace en la intimidad de su casa?”, pregunta indignado.
El proceso abierto terminó con Linda fuera de las instalaciones escolares y sin contacto con sus alumnos. “Ahora está haciendo trabajo administrativo, pero no en el aula”, censura su esposo, que asegura que si ella pudiera, volvería a dar clase. “Le encanta enseñar. Era una de las profesoras de más nivel del distrito. Y tuvo el apoyo de muchos padres y compañeros, pero pudo la presión”.
Su salida de la escuela les permitió dedicarle más tiempo a su web y los diferentes canales a través de los que actúan. “Mi mujer está ganando ahora tres o cuatro veces más que como profesora”, apunta Scott, que añade que aunque los ingresos en este negocio dependen del tiempo que se le dedica, ellos hacen 200.000 dólares al año “fácilmente”. “Es muy rentable”, asevera.
"Piden de todo, pero tenemos límites"
Una sesión privada, es decir, conectarse a través de una videollamada para verlos en acción e interactuar con ellos sale a 200 dólares la hora. Trabajan plataformas como Chaturbate, Camsoda y otras similares, que permiten a sus seguidores chatear con ellos mientras se producen sus encuentros sexuales en vivo. Una vez metidos en faena, les piden “de todo”.
“Hay toda clase de peticiones. Sexo oral, anal, vaginal... Pero tenemos nuestros límites. Nada escatológico. Pero la gente quiere todo lo que te puedas imaginas”, relata Scott, o Jasper Woodcock, como prefiere que lo llamen cuando habla de su carrera artística. A veces, si hay química, incluso quedan con sus fans y los visitan.
Más allá del disgusto, la polémica por el despido de su esposa les dio una enorme publicidad, aumentado el número de curiosos dispuestos a pagar por presenciar la -al parecer espectacular- vida sexual de esta pareja, que cuenta con perfiles también en Twitter e Instagram.
“Actuamos casi siempre desde nuestro dormitorio, pero también en la cocina, en el salón, junto a la chimenea y otras habitaciones. Cambiamos un poco”, apunta Scott, que también decidió retirarse de la docencia tras la controversia.
“Ahora nos centramos en esto. Viajamos mucho y pasamos más tiempo juntos”, destaca. “Acabamos de volver de Las Vegas, de visitar a un montón de fans, y el próximo mes de mayo tenemos planeado un tour por Europa”.
Más de 20.000 al mes
Sus seguidores por lo general están localizados en EEUU, aunque también en Australia y Europa. Los de ella son mayoritariamente masculinos, los de él, de ambos sexos. “También me siguen hombres”, presume.
No son el único matrimonio que ha encontrado un filón en airear explícitamente su vida sexual. Ellos conocen a otros que también lo hacen. Y navegando a través de estas plataformas se puede constatar que cada vez más parejas, o personas en solitario, se animan a sacarse unos dólares extra en canales como Chaturbte. Algunos hacen más de 20.000 dólares al mes, según publicaba Vice recientemente.
De hecho, navegando en la red es fácil localizar páginas web que invitan a parejas a dedicarse a emitir a través de webcam sus encuentros íntimos, con la promesa de conseguir hasta 10.000 dólares al mes, gracias a la “gran demanda” que existe por estos contenidos.
No obstante, este mundo no es fácil. A juicio de Scott, para dedicarse a esto hay que tener “carisma, personalidad, y confianza en uno mismo”. “Hay un nicho importante para gente de nuestra edad, porque hay muchos jóvenes de 18 a 21 años dedicándose a esto, pero pocos maduritos, y a la gente les gusta”.
Además, el apoyo de la familia resulta vital. En su caso, tanto de sus hijos, ya adultos, como de sus padres, hermanos y amigos los respaldan. “No es un secreto y no hay ningún problema”, resume el exprofesor de gimnasia.
España está en su horizonte. Les gustaría hacer una parada durante su próximo tour europeo, aunque aún no tienen claro dónde. “Estaría bien abrir mercado”, comenta Scott. “Entre nuestros seguidores hay personas interesadas en España, Italia y Francia. Veremos”