Alarma por las Fitbit y los Apple Watch: hacen ir a Urgencias a gente sana
La interpretación errónea de los datos que ofrecen las pulseras más utilizadas podría llegar a colapsar los hospitales públicos del país británico.
20 febrero, 2019 03:20Noticias relacionadas
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Las aplicaciones para la monitorización de nuestro ejercicio diario experimentan un auge comercial en la actualidad. Dispositivos móviles como los iPhones optan por preinstalar apps que contabilizan el número de pasos y kilómetros que hemos recorrido en una jornada. Todo ello contribuye a una nueva fiebre del ejercicio cosmopolita, limitado por las distancias, la polución o la ausencia de tiempo y espacios verdes cercanos.
En el área metropoliana de Londres, numerosos negocios han tomado buena nota de ello. La versión británica de Harpers Bazaar recopiló en 2017 una serie de clases y rutinas que podían seguirse exclusivamente durante la hora del almuerzo. Sesiones por unas 20 libras (22 euros) con una duración de entre 30 y 45 minutos para aprovechar hasta el último resquicio de tiempo libre.
Es precisamente en Reino Unido donde el aumento de la popularidad de estas pulseras electrónicas comienza a preocupar a las autoridades sanitarias. Según un informe publicado por la Academy of Medical Royal Colleges, los dispositivos han comenzado a dar indicaciones erróneas acerca del estado de salud de sus usuarios. Éstos habrían comenzado a acudir a las clínicas del Servicio Nacional de Salud (NHS) tras falsas alertas sobre el estado de sus pulsaciones. Si esta situación se prolongarse, continúa el informe, la sanidad pública británica podría verse afectada.
"La posible distopía resultante es el aumento de las desigualdades sanitarias, o el colapso del sistema tras la llegada a Urgencias de todos aquellos mal advertidos por sus dispositivos", advierte la investigación. "Sería preocupante una sociedad en la que solo aquellos ricos con sistemas inteligentes lo suficientemente avanzados recibiesen los mejores tratamientos", concluye.
A pesar de todo, este informe concede que un buen uso de la tecnología puede ayudar a que todo el mundo acceda a tratamientos que eleven los estándares médicos de los ciudadanos. Un ejemplo es la nueva alerta del servicio de Apple, que llama automáticamente a una ambulancia si detecta que el usuario no responde. El NHS desarrolla en estos momentos una app de auto-diagnóstico donde se indica a los pacientes a qué tipo de experto o especialista médico deberán acudir en cada caso.
"Algunos afirman que la inteligencia artificial va a proporcionar una solución instantánea a las preseiones que los sistemas de salud público sufren alrededor del planeta", explica Carrie MacEwEN, miembro del Academy of Medical Royal Colleges. "Otros afirman que la inteligencia artificial es humo y que jamás podrá reemplazar a los cuidados humanos", añade.
MacEwen afirma que los médicos británicos se debaten entre el cuidado a los pacientes prometido en el juramento hipocrátrico o "renovarse o morir". Esta dicotomía, concluye, debe confrontarse si pretendemos beneficiarnos de la inteligencia artificial.