Cuando una mujer o una pareja tienen hijos que nacen antes de tiempo son muchos los sentimientos que les invaden, pero quizás la preocupación prime por encima de todos ellos. Mientras que los padres de los bebés nacidos a término suelen poder llevárselo a casa tan sólo 48 horas después de que la madre haya dado a luz y disfrutar allí de su compañía non stop, los de los prematuros -o los de los que nacen en su semana pero con alguna enfermedad- tienen que dejarlos en la soledad de la Unidad de Cuidados Intensivos del área neonatal del hospital donde hayan venido al mundo.
Estas UCIs neonatales son cada vez más propensas a estar abiertas todo el día y permitir las visitas sin restricciones de los padres, pero convertirse en progenitor no implica transformarse en un superhéroe y ni el padre ni la madre más dedicado a su hijo puede pasar allí todas las horas que quisiera.
Para intentar solventar este contratiempo, la UCI neonatal de cuatro hospitales madrileños gestionados por Quirónsalud -el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, el Infanta Elena, el Rey Juan Carlos y el General de Villalba- ha instalado un servicio de webcams que ofrecen a los padres imagen en tiempo real y las 24 horas del día, a la que pueden acceder a través de la aplicación Portal del paciente.
Explica la auxiliar de enfermería de la UCI neonatal de la Fundación Jiménez Díaz Montserrat Vázquez que los niños suelen pasar una media de 20 días y que, a pesar de la situación, los padres "se sienten seguros". "Ahora se sienten contentos con la webcam porque "los ven en todo momento", es un "complemento a a la asistencia", resume Vázquez.
"Lo que hacen las cámaras es darle tranquilidad a los padres, porque tener a sus hijos en la UCI les puede producir ansiedad. Se trata, además, de un ejercicio de transparencia", señala por su parte la responsable del Servicio de Información y Atención al Paciente de la Fundación Jiménez Díaz, Eva Rueda.
Una de las personas que se ha beneficiado hasta la fecha de estas cámaras es la madre de las mellizas Érica y Valeria, dos prematuras. "La iniciativa es una idea estupenda, me conecto a cualquier hora y eso me da tranquilidad", explica.
Aunque es el servicio más novedoso, no es el único que estos hospitales ofrecen a los padres de los ingresados en la UCI neonatal. Los mismos mantienen un protocolo de puertas abiertas, que pretende favorecer que los padres pasen el mayor tiempo posible junto a sus hijos, todo el que quieran y puedan, sin horarios ni restricciones. "Esto les permite estar mejor informados, participar e implicarse en el cuidado del recién nacido en un proceso continuo de aprendizaje junto con los profesionales de la unidad, sintiéndose con todo ello más seguros y comprobando y compartiendo la evolución del pequeño en sus primeros días de vida", explican en un comunicado los responsables de los hospitales.
Pero un servicio de este tipo requiere de ciertos ajustes de privacidad, algo que los hospitales han cuidado mucho. Por ejemplo, el hospital no guarda grabación de las imágenes, no se reproduce sonido y sólo está disponible para los progenitores. Se activa automáticamente en el caso de la madre, mientras que el padre debe dar de alta al menor como tutelado en su aplicación para tener acceso a esta funcionalidad.
Las cámaras web están instaladas en las cunas y, más allá de calmar la angustia y dar tranquilidad a los padres, tienen otros usos más sentimentales: como permitir conocer al nuevo miembro de la familia a quien no pueda desplazarse al hospital y sí ver a los padres que están fuera, como es el caso algunas veces de los hermanos mayores.