Aunque el carbón activado y su uso como "sustancia saludable" empezó a cobrar protagonismo durante 2016, actualmente se usa como ingrediente añadido a multitud de sustancias, desde café con leche hasta helado, sin olvidar la comida rápida. Lo encontramos en pizzas, hamburguesas o bollería entre otros alimentos.
Si bien su estética oscurecida llama la atención en las redes sociales, los supuestos beneficios que se le atribuyen han sido realmente los que han popularizado su uso y las ventas de los alimentos que lo poseen. Teóricamente sería una sustancia "desintoxicante", dado que suele usarse como filtro dada su consistencia porosa para los lavados de estómago en caso de consumir tóxicos o ciertos tipos de venenos (pero en muchos otros casos, dicho lavado está contraindicado).
Entre los productos no alimentarios que se "potencian" con carbón activado estarían las pastas dentales, cuyas ventas han aumentado exponencialmente en Estados Unidos, Reino Unido y Australia, entre otros países según un reciente estudio publicado en el British Dental Journal. Los consumidores adquirirían esta pasta dental gracias al reclamo de blanqueamiento y eliminación de impurezas. Sin embargo, según los responsables de este estudio, estos reclamos no serían más que puro marketing, siendo el carbón activado incluso perjudicial para la salud.
Durante el pasado año 2017 ya se realizó una revisión de hasta 118 artículos donde se analizaban los posibles beneficios del carbón activado en el ámbito de la salud dental, llegando a realizarse una base de datos de hasta 50 pastas dentales que contenían dicho producto.
En dicha revisión ya se llegó a la conclusión de que existía una insuficiente evidencia científica para justificar cualquier beneficio estético o para la salud, e incluso se puso en duda la seguridad de uso del carbón activado en las pastas dentales. Se descartó que esta sustancia pudiese tener efectos antibacterianos, antivirales o antifúngicos a nivel dental, potencial para reducir las caries o blanquear los dientes.
Sin embargo, la moda de las pastas dentales con carbón activado sigue afirmando que sí son capaces de blanquear la dentadura (en el 96% de los productos anunciados), potencial desintoxicante (46% de los productos), potencial antibacteriano o antiséptico (44% de los productos) o remineralización y fortalecimiento de los dientes (30% de los productos), según el nuevo estudio, en el cual se ha usado la base de datos diseñada ya en la revisión de 2017.
Así mismo, este tipo de pastas dentales sufren una clara falta de flúor, cuyos bajos niveles incluidos en las pastas dentales son esenciales para una correcta salud dental por su potencial demostrado para prevenir las caries y remineralizar los dientes: solo el 8% de las pastas de dientes analizadas contenían flúor. Sin embargo, el carbón activado podría anular la acción de dicho flúor, haciéndolo inútil.
Por otro lado, el nivel de abrasividad de las pastas dentales con carbón activado es mucho más alto que las pastas dentífricas comunes, pudiendo ser capaces de dañar esmalte y encías.
El uso real del carbón activado
En la actualidad, el carbón activado es usado como "antidoto" por parte de los profesionales veterinarios cuando animales como los perros consumen chocolate u otros venenos, dado que el carbón activado tiene un elevado poder de absorción. En humanos, a nivel médico, el carbón activado también puede solucionar incidentes como envenenamientos o sobredosis de drogas o fármacos, pues esta sustancia puede absorber toxinas antes de que lleguen al torrente sanguíneo.
Por otro lado, sí es cierto que el carbón también se usó en la antigua Grecia como producto de higiene dental, aunque también hay registros de otras partes del mundo. Aún así, los autores del nuevo trabajo desaconsejan su uso en pastas dentríficas, pues los perjuicios parecen superar a los riesgos, según la evidencia científica actual.
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