Los dolores de espalda son una de las afecciones más comunes: el 80% de las personas los sufrirán en algún momento de su vida, según la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen). Sin embargo, el 95% de los casos se deben a un mal funcionamiento de la musculatura y de otros tejidos blandos por falta de tonificación y, por tanto, el 90% de los dolores de espalda tienen un buen pronóstico.
Para evitar los dolores de espalda, lo más importante es realizar ejercicio de forma continua y mantener una buena forma física. En este sentido, Francisco Kovacs, traumatólogo y director de la Red Española de Investigadores de Dolencias de Espalda (Reide), explicó en una entrevista para EL ESPAÑOL que cualquier deporte puede ser bueno para lograr este objetivo y que lo importante es que quien lo practica lo disfrute. Esta sería la clave para que la actividad se mantenga en el tiempo.
Sin embargo, existen ciertas actividades, como la musculación en gimnasio, el Pilates y, sobre todo, la natación, que han sido considerados como los mejores deportes para fortalecer de manera simétrica los grupos musculares más importantes para la espalda. De la natación se ha dicho durante mucho tiempo que es el deporte más completo y el mejor para la espalda ya que muchos médicos lo han recomendado en casos de escoliosis y otras afecciones de esta zona.
¿El deporte más completo?
"Siempre se ha dicho que la natación es buena para la espalda porque requiere de movimientos de brazos, piernas y de la propia espalda", explica Sergio Vázquez, director del máster en Fisioterapia Deportiva de la Escuela Universitaria Real Madrid-Universidad Europea. "Los nadadores profesionales obtienen un gran rendimiento de este deporte en la espalda porque serpentean con la columna para ir más rápido. Por tanto, para realizar estos beneficiosos movimientos de ondulación es necesario adquirir una buena técnica".
Vázquez destaca que lo más positivo de la natación es que se trata de un ejercicio sin impactos y con una gravedad menor al efectuarse en el agua. Sin embargo, explica que no puede considerarse como el deporte más completo porque, a pesar de que se realizan movimientos con varias regiones del cuerpo, la natación no proporciona demasiada fuerza o estabilidad. Si los objetivos de un determinado paciente tienen que ver con ampliar su capacidad de salto o para correr, la natación no es el deporte más recomendable para él.
Tampoco lo sería para las personas que pasan la mayor parte de su tiempo sentados en la oficina. "Si una de estas personas pide consejo para tratar un dolor de lumbares o de cervicales, no puedo asegurarle una mejoría importante con la natación. Cuando estamos sentados, la columna se encuentra en posición vertical y estamos sometidos a la fuerza de la gravedad. La natación sitúa la columna del deportista en posición horizontal y reduce la gravedad por la flotación".
Además, Vázquez advierte que la natación nunca debe aconsejarse a quien no ha tomado clases. Una de las condiciones más importantes a la hora de realizar este deporte es saber realizar los movimientos correctos debido a que una mala postura puede desembocar en un daño muscular. Existen muchos tipos de ejercicios de natación, pero, según el experto, para realizarlos todos se debe estar previamente en forma.
Un ejercicio para cada deportista
En este sentido, Vázquez explica que los ejercicios del tronco y de las espalda son los más importantes para ejercitar después otros grupos musculares. "Para realizar un movimiento correcto de brazos y piernas se necesita un eje estable. Es decir, tener un tronco y una columna vertebral bien sujetos. Por esto, en los últimos años han cobrado importancia los ejercicios de core y de estimulación de la zona abdominal y pélvica". Sin embargo, la natación no es tan efectiva para este propósito, ya que, según Vázquez, activa la musculatura movilizadora de la columna, pero no la profunda, la cual es fundamental para sujetar el esqueleto.
El verano es una estación del año que invita a practicar la natación porque las personas frecuentan en mayor medida piscinas o playas. Pero ambos lugares son entornos muy diferentes. "Recomendaría que las personas que no tienen experiencia nadando vayan a una piscina. Es cierto que en el mar es más fácil flotar por la presencia de la sal, pero también existen corrientes que dificultan el movimiento de las extremidades. Esta mayor flotabilidad se puede emplear para otros ejercicios en personas que con poca práctica deportiva, pero nadar se vuelve más difícil".
Iniciarse en el deporte es fundamental para solucionar los problemas de espalda. Al principio es importante pautar una serie de actividades o ejercicios acordes con nuestras capacidades y, también, con nuestras debilidades. "Al empezar con un paciente solemos llevar a cabo ejercicios analíticos, que son sencillos de realizar y activan los músculos precursores necesarios para realizar ejercicios funcionales", explica Sergio Vázquez.
Los ejercicios funcionales son aquellos que se adaptan a la vida diaria del paciente. Vázquez comenta que, al igual que dentro del fútbol profesional no entrenan igual los delanteros, los porteros o los defensas, las personas sedentarias, o que pasan mucho tiempo en la oficina sentados, deben realizar ejercicios específicos. "Toda la ciencia del deporte está girando en torno al concepto de personalización del entrenamiento. Las clases colectivas de 10 o 20 personas tienen riesgo para la salud porque no todo el mundo tiene las mismas condiciones físicas". Por eso, antes de realizar ejercicio físico, se deben identificar estas debilidades para poder centrar la actividad física en fortalecer estos aspectos.
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