La ducha es una de nuestras rutinas obligatorias de nuestro día a día, ya sea por la mañana o por la noche. Pero puede que no lo estemos haciendo del todo bien. Ducharse todos los días por higiene está bien, pero no es necesario. Es decir, no hace falta ducharse si no nos hemos ensuciado.
Más grave todavía: si nos duchamos más de una vez al día -por ejemplo, en épocas de mucho calor para refrescarnos y eliminar el sudor- estaremos poniendo en riesgo nuestra piel y por ende, nuestra salud. Pero también la ponemos en peligro cuando usamos ciertos productos de higiene personal.
Veamos entonces, cuáles son los errores que cometemos cotidianamente en la ducha para cambiarlos y respetar y cuidar nuestra piel todo lo posible. No olvidemos que es el órgano más grande del cuerpo y la que nos protege contra las infecciones.
"Es recomendable ducharse a diario pero no es necesario. Diríamos que por ducharnos poco no pasa nada, pero por ducharnos de más, sí", afirma a EL ESPAÑOL Paloma Borregón Nofuentes, especialista en dermatología médico-quirúrgica y estética y miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).
Cuanto más nos duchemos, añade esta dermatóloga, más sufrirá la piel. Se puede resecar y eliminar la capa de lípidos que tenemos sobre ella y que ejerce como protección contra los agentes externos.
Y además, el jabón que usamos -que no deja de ser un detergente, explica- también ayuda a quitarnos la grasa: la que nos sobra y también la nuestra propia. Por ello, "vale sólo con ducharnos una vez al día pero siempre hay que hacerlo con geles y productos de higiene personal que respeten y cuiden nuestra piel".
Una piel sana actúa como barrera protectora para el mundo exterior. Es por decirlo de algún modo, nuestra mayor defensa natural contra virus y bacterias, pero además contribuye también a regular la temperatura corporal. Por ello es importante que esté sana y cuidada.
De este modo,insiste la doctora, no hace falta ducharse de más: hacerlo dos veces al día puede ser perjudicial para nuestra piel: "Si nos pasamos al lavarnos, podemos hacer que el equilibrio de bacterias y hongos que tenemos en la piel se altere y nos haga coger, incluso, alguna infección por hongos", afirma.
Usar geles syndet u oleosos
Al elegir un gel es necesario tener en cuenta sobre todo dos cosas: que no haga mucha espuma y que no esté muy perfumado. Los dermatólogos indican que para la ducha lo mejor es usar siempre agua tibia y utilizar un jabón neutro que respete el pH de la piel. Y usarlo además en poca cantidad. No hace falta echar demasiado. También es importante utilizar el que se adecue a nuestro tipo de piel, si por ejemplo, es más o menos seca.
Según explica Borregón, lo ideal para todas las personas, y muy especialmente para las que tienen la piel seca, es usar geles syndet. Éstos son aquellos que hacen poca espuma y "son precisamente los que menos les gusta a la gente", confiesa la experta.
Cuanta más espuma, peor para la piel. Y cuanto más huela o mayor perfume tenga, más irritará. "Este tipo de geles los podemos encontrar en supermercados y droguerías pero es cierto que es más fácil encontrarlos en la farmacia. Si tienes la piel más sensible o delicada sí es importante usar geles y productos de farmacia", aconseja.
Una segunda opción que también es respetuosa con la piel de todos los tipos es usar geles oleosos, es decir, con aceite. "No significa echarnos aceite bajo la ducha no", aclara la doctora. "Eso es algo diferente, y estos son geles de baño en aceite".
Después de la ducha conviene secarse bien e hidratarnos bien la piel: "Todo el mundo tiene que hidratarse la piel después de ducharse. Mujeres y hombres, tenga el tipo de piel que tenga", afirma Borregón.
Si se tiene la piel más seca, es recomendable usar una hidratante que sea más espesa y densa; y si se tiene la piel más grasa, mejor una más fluida y ligera. Igual que con los geles, lo idea es usar aquellas que no estén muy perfumadas.
Por último, es aconsejable exfoliar la piel en la ducha una vez a la semana "para que toda la capa de células muertas que se va quedando en la superficie de la piel se elimine y tengamos la piel más lisa en todo el cuerpo", explica la experta. También es importante exfoliar la piel de la cara una vez a la semana.
Limpiar la cara dos veces al día
La piel de la cara es especial con respecto a la del resto del cuerpo. Por eso, ésta sí debe "ducharse", lavarse y limpiarse bien todos los días. Todos los días hombres y mujeres deben limpiar e hidratar bien nuestra piel facial dos veces al día: por la mañana y por la noche. "Las cremas no son cosas de hombres o de mujeres, son cosas de piel", afirma Borregón.
Según datos de la AEDV, y aludiendo a las cifras de la empresa The NPD Group, en 1990 sólo un 4% de los hombres reconocía utilizar un producto de belleza facial. En 2001 ya era un 21% los que lo usaban y en 2015 un 50%.
Así, y tal como expone la AEDV en su página oficial: “Está muy bien que los hombres se preocupen por conseguir una imagen más atractiva, lo que exige el cuidado de su piel, especialmente en las zonas más visibles y expuestas a la agresión de elementos del exterior. A los dermatólogos sólo nos cabe subrayar y recordar que toda belleza debe asentarse, inexorablemente, sobre una piel sana. Condición que únicamente, puede garantizar el especialista formado en este ámbito”.
La cara tiene grasa y lo que tenemos que hacer es regularla con una limpieza diaria. Es la zona más expuesta del cuerpo a la polución y a todos los agentes externos. Por ello, explica Borregón, hay que eliminar todo eso de nuestra piel. Pero ¿cómo lo hacemos?
Como hemos dicho, la cara hay que lavarla y limpiara por la mañana y por la noche. Por la noche para limpiar todos los restos de suciedad del día, y por la mañana porque durante la noche es cuando la piel se regenera y "trabaja", y debemos limpiarla e hidratarla para la jornada diaria.
Si se tiene la piel grasa, se tendría que usar un jabón astringente, es decir, un jabón más secante. Además, normalmente suelen incorporar ácido salicílico. Y si se tiene la piel más seca, habrá que usar un gel syndet. "Aunque si se usa un agua micelar ya sería casi suficiente con ello", explica la experta.
Y por último, todos debemos ponernos protección solar todos los días del año cuando salgamos a la calle. Después de la protección solar es cuando nos podemos aplicar, si queremos, el maquillaje.
"La hidratación de la piel y la protección solar es importante para todos. Además, usando protección solar, estamos también no sólo protegiendo la piel sino hidratándola. Hacemos dos pasos en uno", concluye Borregón.
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