Así es la nueva viagra 'made in Spain': líquida y en una dosis más baja
El sistema por el que se administra la molécula permite a los usuarios ajustar la dosis y, de esta manera, evitar síntomas como el dolor de cabeza.
31 octubre, 2019 10:51Noticias relacionadas
Es posible que la molécula de sildenafilo no nos diga gran cosa. Sin embargo, si decimos que su nombre comercial más sonado es Viagra, la cosa cambia. Todo el mundo ha oído hablar de la famosa pastilla azul que emplean algunos hombres para obtener erecciones. Pero, como todo lo que tiene que ver con el sexo, el sildenafilo es el blanco de comentarios frívolos y jocosos. Sin embargo, la disfunción eréctil no es ninguna broma.
Los expertos calculan que entre los hombres de 40 a 60 años, en torno al 50% tienen problemas para tener erecciones y mantenerlas durante la actividad sexual. "Estimamos que, sólo en España, hay hasta 2 millones de pacientes de disfunción eréctil. Y, claro, los datos aumentan cuando envejece la población", explica Javier Romero, jefe de servicio de Urología en los hospitales HM Montepríncipe y HM Puerta Sur. "La incapacidad para tener relaciones sexuales es como el dinero. Mientras lo tenemos no parece importante".
La disfunción eréctil es un tema tabú. Los principales culpables de esta situación son dos mitos arraigados en la sociedad: el primero, que disfrutar de relaciones sexuales es un asunto independiente a la salud, y el segundo, que la disfunción eréctil es un problema que tiene su origen en la psicología. "La incapacidad para tener relaciones sexuales puede deteriorar las relaciones de pareja, genera problemas de autoestima y motiva la depresión. Además, es un problema con una gran base física y, en ocasiones, se relaciona con el inicio de enfermedades cardiovasculares".
Algunas de ellas comienzan a aparecer con el envejecimiento. En estos casos, los primeros vasos sanguíneos que se ven afectados son los más pequeños, que algunos de ellos se encuentran en el pene. Por tanto, acudir al urólogo tras un episodio de disfunción eréctil puede ayudar a detectar el comienzo de una de estas patologías. Los expertos aseguran que el tratamiento de la disfunción eréctil es bien conocido y, sobre todo, seguro.
Así ha cambiado la viagra
El sildenafilo es, por supuesto, uno de los tratamientos más comunes y efectivos. Cuando apareció en el mercado hace 21 años existían dos soluciones para la disfunción eréctil: las inyecciones intracarvernosas en el pene y la cirugía. No es difícil entender, por tanto, por qué esta pastilla azul fue considerada como una revolución en el tratamiento. A pesar de la mejora en comodidad que supuso, el sildenafilo se ha comercializado en comprimidos de 25, 50 y 100 miligramos.
"No todos los pacientes necesitan la misma cantidad de sildenafilo. Algunos pueden manifestar, además de la erección, dolor de cabeza, enrojecimiento del rostro, congestión nasal o alteración visual", explica Ignacio Moncada, jefe de servicio de Urología del Hospital Universitario Sanitas La Zarzuela. "Estos efectos no son peligrosos y pueden evitarse si se suministra la dosis adecuada. Los pacientes deberían poder ajustar su medicación para sentirse cómodos sin renunciar a la erección".
Por esta razón, tres empresas españolas afincadas en Barcelona, Madrid y Valencia han desarrollado un nuevo sistema de aplicación de sildenafilo. Se encuentra actualmente a la venta con el nombre de Bandol, de los laboratorios Rubió, pero para adquirirlo es necesaria una receta médica. ¿Cuál es el principal cambio que introduce? Se trata de una viagra líquida y que se aplica a través de un esprai. Es decir, es exactamente la misma molécula y se absorbe a la misma velocidad, pero la forma de introducir la dosis es más sencilla.
La dosis justa
"Se trata de una suspensión, un líquido. Se toma cuando se va a producir una relación sexual y actúa unos 45 minutos después su aplicación", asegura Juan Ignacio Martínez Salamanca, urólogo del Hospital Universitario Puerta de Hierro-Majadahonda. "Cada pulsación del esprai libera 12,5 miligramos de sildenafilo. Así los pacientes pueden ajustar la dosis". Los expertos, además, piensan que este dispositivo naturaliza en mayor medida la disfunción eréctil y consideran que mejorará la adherencia de los pacientes al tratamiento.
La viagra es un tratamiento que no cuenta con financiación por parte del Estado. Ya que algunos tipos de pacientes son más propensos a sufrir disfunción eréctil, los urólogos lamentan que no la tengan garantizada. Explican que muchos de ellos dejan de utilizarla por el dinero que les suponen. "Bandol se encuentra un 70% por debajo del precio del sildenafilo de referencia", comenta Montserrat Aguilar, marketing manager de los laboratorios Rubió.
La viagra es un productos que se ha asociado en algunas ocasiones con usos irresponsables. De esta manera, se han popularizado algunos casos que han derivado en problemas cardiovasculares. Sin embargo, los expertos aseguran que estos casos son anecdóticos, que la tolerancia al sildenafilo es amplia y que es complicado llegar a provocar una intoxicación. Por esta razón, consideran que no hay nada de malo en hacer corresponsable al paciente a la hora de ajustar su dosis. "Todavía hoy, el sildenafilo sigue siendo el mejor tratamiento para la disfunción eréctil".