El Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla será el probable destino de los 20 españoles repatriados desde la ciudad china de Wuhan. Allí pasarán los primeros 14 días tras su regreso a España y en régimen de aislamiento, tal y como marca el protocolo. En el centro dispondrán de una planta entera, donde podrán moverse con libertad, utilizar su propia ropa y ser visitados de forma controlada por sus familiares.
El centro hospitalario cuenta en la planta 22 con una Unidad de Aislamiento de Alto Nivel con ocho habitaciones preparadas para casos de emergencia nuclear, radiológica, bacteriológica y química. Pese a que el Gobierno no ha querido revelar cuál será el destino final de los españoles cuando pisen suelo español, fuentes de Defensa han confirmado a EFE que la Unidad de Aislamiento del centro está alerta para lo que el Ejecutivo finalmente ordene.
Esta unidad fue inaugurada en octubre de 2014 para atender enfermedades altamente infecciosas tras la pandemia del Ébola y el caso de Teresa Romero, la auxiliar que contrajo la enfermedad en otoño de 2014 durante la crisis internacional que se saldó con más de 11.000 fallecidos. Fue entonces cuando la planta 22 de este centro pasó a formar parte de la red hospitalaria de infecciones graves. En sus instalaciones también se forman a los profesionales de la salud que intervienen en el resto de unidades de aislamiento de la red de hospitales.
La Unidad de Aislamiento de Alto Nivel del centro cuenta con una compleja arquitectura y sofisticados y férreos controles de acceso, de entradas y salidas, que garantizan la máxima seguridad y aislamiento en la zona. En teoría, el acceso de los enfermos infectados (no ocurre en el caso de los españoles de Wuhan) se realiza desde el sótano, a través de un ascensor específico y de uso exclusivo para este tipo de pacientes, con ventilación al exterior.
Todas las habitaciones disponen de un sistema hermético de aislamiento, una doble puerta con esclusa, y todo el aire que sale de esta zona hacia el exterior pasa por diversos filtros que absorben el 99% de las partículas contaminantes. Los pacientes, además, están permanentemente monitorizados y vigilados por cámaras de alta resolución, que son capaces de analizar hasta la retina del ojo.
Probablemente, toda esta tecnología no será utilizada por los facultativos que cuiden y vigilen a la veintena de españoles puesto que estos no están infectados con el coronavirus y se encuentran en régimen de cuarentena. Aun así, las autoridades sanitarias españolas han de ceñirse a las medidas consensuadas con el resto de países de la Unión Europea y la Organización Mundial de la Salud.
El Hospital Gómez Ulla no es el único centro de la Comunidad de Madrid que ha activado el protocolo ante posibles casos de infección por coronavirus. El Hospital Puerta de Hierro, que tiene habitaciones de presión negativa pero que no cuenta con una Unidad de Aislamiento de Alto Nivel, están esperando instrucciones de la Dirección General de Salud Pública de la Comunidad de Madrid, según CCOO.
De igual forma, en el Carlos III, perteneciente al complejo La Paz, los delegados sindicales de Salud Laboral no han recibido aún ninguna comunicación de que se haya activado la Unidad de Aislamiento de Alto Nivel (UAAN), aunque se ha informado a los trabajadores del protocolo de actuación ante el coronavirus.