Más allá del coronavirus: 9 cosas que tocas a diario y que te obligan a lavarte las manos
Lavarse correctamente no solo es necesario con el objetivo de evitar transmitir enfermedades respiratorias, sino también como medida de higiene preventiva cotidiana.
21 marzo, 2020 02:46El lavado de manos fue una auténtica revolución médica en su momento, dado el desconocimiento que se tenía de la existencia de los microorganismos antes de 1675. Sin embargo, no fue hasta 1846 cuando el obstetra Ignacio Felipe Semmelweis dio la voz de alarma y señaló la importancia de lavarse las manos puesto que nuestras extremidades son un importante factor de contagio de diversos tipos de enfermedades. De hecho, las recomendaciones de la OMS contra el coronavirus inciden en dicho lavado de manos y no tanto en el uso indiscriminado de mascarillas que se está llevando a cabo hoy en día.
Y aún con toda la evidencia médica existente al respecto, actualmente sólo un 5% de la población lleva a cabo un lavado de manos adecuado, como bien corroboró una profesora de educación primaria en Estados Unidos recientemente en un experimento escolar. El Ministerio de Sanidad ha recordado en numerosas ocasiones cómo ha de ser ese lavado de manos.
🧼Siempre es importante una higiene adecuada de manos, hacerlo correctamente también te protege de infecciones provocadas por #coronavirus.
— Ministerio de Sanidad (@sanidadgob) March 5, 2020
Estos son los pasos a seguir 👇 pic.twitter.com/tqcVldn19K
Haremos hincapié en al menos nueve tipos de superficies u objetos propensos a poseer microorganismos, y por qué se debe llevar a cabo un adecuado lavado de manos tras tocarlas.
Dinero
Aunque actualmente es cada vez más común pagar con tarjetas NFC sin tener contacto alguno con otros dispositivos o personas, o incluso con el mismo smartphone, aún se sigue usando mucho dinero en forma de monedas o billetes. Cuando se use efectivo, el lavado de manos es esencial, dado que algunos estudios han llegado a detectar cientos de microorganismos en billetes: desde bacterias orales y vaginales, hasta microorganismos procedentes de mascotas.
Por su parte, otros trabajos han detectado bacterias conocidas por su potencial para producir enfermedades digestivas, como E. coli o Salmonella, tanto en billetes como en monedas. De hecho, es bastante probable que ocurra esto, dado que tanto billetes como monedas suelen mantenerse en circulación entre 15 y 20 años, y pueden llegar a pasar por múltiples manos y situaciones.
Pasamanos, manijas o pomos de puertas
Otra de las situaciones donde hay gran probabilidad de contactar con cientos o incluso miles de microorganismos es al contactar con pasamanos, manijas o pomos de puertas de lugares públicos; sobre todo en el transporte público, dado que estas zonas se exponen de forma continuada a multitud de personas, que tocan una y otra vez las mismas superficies.
Las superficies a tener en cuenta incluirían tanto los mencionados pomos de diversos tipos de puertas, como pasamanos de escaleras mecánicas, postes del metro o el autobús, o los mismos asientos del transporte público.
Menús de los restaurantes
Aunque actualmente muchos locales, ya sean bares o restaurantes, usan menús en papel de un solo uso, muchos de ellos continúan usando menús duraderos con diversos tipos de materiales, muchos de ellos porosos, y por tanto proclives a transmitir microorganismos.
De hecho, un estudio llevado a cabo por la Universidad de Arizona descubrió que los menús de los restaurantes pueden llegar a poseer hasta 185.000 microorganismos. Esto tiene bastante sentido, ya que los menús son manejados por muchas personas a lo largo de un solo día.
Dispositivos de una consulta médica
Las consultas médicas, a pesar de poseer materiales adecuados y una limpieza y desinfección continua, son auténticos caldos de cultivo para microorganismos. De media, se calcula que una consulta de atención primaria en España puede llegar a atender entre 40 y 50 pacientes diferentes, junto a sus acompañantes, en una sola mañana.
Aunque no todos acuden a una consulta médica por una enfermedad determinada, sino que en muchas ocasiones tan solo se trata de llevar a cabo tareas administrativas, no son pocos los que acuden con enfermedades relativamente contagiosas a nivel respiratorio o digestivo, sobre todo en las épocas de más frío como el otoño o el invierno, donde es muy común que un paciente entre a una consulta estornudando o tosiendo.
Por ello, es aconsejable lavarse las manos tras tocar cualquier objeto en una consulta, o incluso tras estar en la sala de espera, como medida de prevención.
Animales domésticos
Aunque poseer un perro o un gato como animal doméstico desde la infancia se ha relacionado con menor riesgo de sufrir enfermedades alérgicas, la realidad es que estas mascotas también funcionan como vectores de enfermedades transmisibles, y es aconsejable lavarse las manos tras tocarlos o jugar con ellos.
De hecho, dado que se trata de seres amigables dentro de una casa o familia, es muy común olvidar este lavado de manos, y esto es un peligro sobreañadido en la interacción. Es saludable poseer una mascota, pero siempre con ciertas medidas de prevención.
Pantallas táctiles
Actualmente las pantallas táctiles, tanto de smartphones como de tablets, pero también a nivel empresarial o industrial, han sustituido al papel y a otros dispositivos analógicos. Sin embargo, y a pesar de ser tecnológicamente más avanzadas, también son propensas a poseer diversos tipos de bacterias.
En este caso, una vez más, las pantallas táctiles dispuestas en zonas de transporte público son las que más diversidad y cantidad de microorganismos poseerían, y por tanto es el momento donde se aconsejaría más si cabe el lavado de manos. Así mismo, también es aconsejable mantener las pantallas de estos dispositivos, a nivel doméstico, con una higiene adecuada. Con un simple lavado con agua y jabón tras usar dichas pantallas sería suficiente.
Tablas de cortar y estropajos
Como ya contamos en su momento en EL ESPAÑOL, las tablas de cortar alimentos y los estropajos de cocina son propensos a poseer diversos tipos de gérmenes. De hecho, una cocina de cualquier hogar es el ambiente más propenso a poseer estos microorganismos.
Un estudio llegó a sugerir que existen hasta 326 especies diferentes de microorganismos en los estropajos de cocina, y por ello es recomendable sustituirlos de vez en cuando. Los expertos aconsejan llegar a cambiar de estropajo tras apenas una semana de uso.
En este caso, un lavado de manos común sería suficiente, y es recomendable usar diversos tipos de trapos para secarse las manos dependiendo del utensilio que se haya manipulado en la cocina, con el objetivo de evitar contaminaciones cruzadas.
Bolígrafos ajenos
Aunque es cada vez más común usar tablets, smartphones u ordenadores de mesa para tomar notas, los bolígrafos siguen siendo un utensilio muy común en cualquier trabajo o clase. El problema llega cuando se necesita pedir un bolígrafo prestado.
Según el Wall Street Journal, un bolígrafo de oficina medio contiene hasta diez veces más tipos de bacterias que un inodoro de oficina promedio. Y a esto hay que añadir la mala costumbre que tienen algunas personas de morder o roer las tapas de los bolígrafos, añadiendo más microorganismos si cabe.
Dispensadores de jabón públicos
Aunque suene ilógico, los dispensadores de jabón públicos también son un refugio para los microorganismos, sobre todo los dispensadores recargables: según un estudio de la Universidad de Arizona, estos dispensadores pueden poseer multitud de microorganismos, dado que cada vez que se presiona el dispensador, cualquier bacteria que se quiera lavar puede haberse transferido previamente al mismo dispensador antes de usarlo.
En este caso sería aconsejable esmerarse en llevar a cabo un lavado de manos correcto, según las directrices de la OMS, o bien simplemente evitar los dispensadores públicos.