Aunque está claro que el número de rastreadores de contactos de personas con Covid-19 dista de ser el idóneo, como dice el refrán haberlos haylos. Sin embargo, que haya suficientes y hagan bien su trabajo no significa que reduzcan los contagios: la responsabilidad individual juega de nuevo un importante papel en el control de los más de 500 brotes que hay en España ahora mismo.
Así, diversos médicos están advirtiendo sobre un fenómeno que están observando en su día a día: el de las personas que no cumplen las recomendaciones de los especialistas en salud pública, sobre todo cuando dan negativo en la prueba PCR para detectar la infección aguda por el nuevo coronavirus.
El proceso habitual es el siguiente: un individuo da positivo a la prueba PCR y él mismo o, en las mejores circunstancias, un experto en salud pública -un rastreador- le pedirá sus contactos estrechos, tantos los convivientes como los que no conviven con él/ella -siempre más difíciles de localizar-.
A partir de ahí, el que recibe la llamada deberá acudir a su centro de salud para que se le haga una PCR, y es ahí cuando empiezan los problemas. Si el resultado de esta prueba es negativo, es difícil para algunos entender que han de quedarse 14 días en su casa o en el alojamiento donde estén, si el evento coincide con sus vacaciones.
Como explica el experto en salud pública Jacobo Mendioroz en su cuenta de Twitter, las indicaciones son menos estrictas para las personas que tengan síntomas compatibles con la Covid-19 que para las que no. Aunque resulte paradójico, si las primeras dan un resultado negativo, lo normal es que no estén infectadas pero, ¿qué ocurre con las segundas?
La razón por la que han de hacer cuarentena es porque una PCR detecta infección activa y no localiza la enfermedad en su periodo de incubación. Así, alguien puede haber estado en contacto estrecho con un infectado, que éste le haya transmitido el virus, pero que tarde unos días en notarlo o, si es asintomático, en dar positivo a la PCR.
El problema no se da únicamente en las personas que se someten a una PCR y dan negativo, sino también en aquellas que se hacen la prueba por el mismo motivo y ni siquiera mantienen la cuarentena el tiempo que tardan en llegar los resultados del test, lo que sería aún más peligroso.
El pediatra de Urgencias David Andina también abordaba el asunto en su cuenta de Twitter, apelando directamente a la responsabilidad individual. "Un poco de responsabilidad, por favor", pedía.
Andina resalta además, que este comportamiento debe observarse no sólo en el domicilio habitual, sino también en el vacacional. Algunos comentarios a su post en Twitter recogen como hay personas que se van de vacaciones pendientes del resultado de una prueba lo que, además de irresponsable y egoista, puede ser hasta contraproducente para ellos mismos, porque tendrían que pasar sus vacaciones encerrados en lugar de en la playa.
Otro aspecto que señala el pediatra es que no todo hay que fiarlo a los rastreadores; la información disponibles sobre la transmisión del coronavirus permite deducir que, aunque no se reciba la llamada de un profesional, si se ha tenido contacto estrecho con un positivo se ha de hacer cuarentena y solicitar una prueba en un centro de salud.