Hasta el 2 de septiembre, en España se habían contagiado de Covid-19 casi 57.000 profesionales sanitarios, según datos de las comunidades autónomas recopilados por el Instituto de Salud Carlos III. Esta cifra omite la definición de personal sanitario, ya que ésta depende de cada comunidad autónoma, pero deja claro lo que ya se sabía: que las personas que trabajan en hospitales o centros de salud son carne de cañón para el coronavirus.
Pero un estudio publicado en la revista Thorax y realizado en uno de los mayores hospitales de Reino Unido sí ha distinguido la infección por Covid-19 entre sus profesionales sanitarios y sí ha dicho quiénes son los más afectados. Aunque el trabajo es inglés -se ha hecho analizando los casos del Hospital Universitario de Birmingham, público, se puede deducir que los datos serían en cierto modo extrapolables a España.
La primera sorpresa se refiere al tipo de personal que más se ha contagiado en la primera oleada de coronavirus. A pesar de lo que podría parecer, no son los médicos de cuidados intensivos, los que están en contacto con los casos más graves de Covid y que se podría deducir que son más infecciosos. Por el contrario se trata de los limpiadores y del personal de Urgencias.
Todo depende, afirman los autores, del tipo de equipo de protección individual (EPI) que lleven los sanitarios, que puede ir desde nada a una mascarilla FFP3, las de mayor protección y cuyo uso se recomienda en médicos que vayan a efectuar procedimientos invasivos (como intubar) a una paciente con Covid, es decir, a los que están ingresados en la UCI.
Para llevar a cabo su trabajo, los investigadores reclutaron a trabajadores del hospital que habían dado negativo en el análisis serológico y que en el momento de comenzar el estudio no tenían síntomas de Covid-19. "Nunca había reclutado tantos voluntarios tan rápido en toda mi vida", explica la autora principal del trabajo, Alex Richter.
Todo el personal que participó trabajaron en turnos de 24 horas entre el 24 y el 25 de abril, un mes después del inicio del confinamiento en Reino Unido. Se les pregunto si habían padecido algún síntoma consistente con la Covid-19 en los cuatro meses previos al inicio del estudio, así como el lugar del hospital en el que trabajaban, sus funciones y la etnia a la que pertenecían.
Alrededor del 2,5% de los trabajadores asintomáticos resultó ser positivo al coronavirus Sars CoV-2 y, de estos, un 38% acabó desarrollando síntomas de la enfermedad.
Se detectaron anticuerpos en el 24% de los participantes, frente al 6% de un estudio general poblacional. Pero cuando los autores analizaron los datos, vieron diferencias significativas según la profesión de los participantes y el lugar del hospital donde ejercían su labor.
Así, los limpiadores presentaban la mayor tasa de seroprevalencia (un 34% había estado en contacto con el virus), seguidos de los trabajadores de urgencias (un 33%) y de los de medicina interna.
La seroprevalencia más baja se encontró entre los trabajadores de medicina intensiva (un 15%), los de emergencias (un 13%) y los cirujanos., con el mismo porcentaje.
"Pensábamos que los intensivistas iban a tener más riesgo de contacto con el virus, pero nos dimos cuenta de que estaban relativamente bien protegidos en comparación con otras áreas", explica Ritcher.
Los autores añaden que sus conclusiones pueden servir para protegerse de una segunda oleada, además de para resaltar la importancia de que cualquier trabajador de un hospital tendría que ser testado regularmente. Todo para proteger mejor a quienes más necesitamos.