A pesar de ser una de las meriendas más consumidas por varias generaciones de españoles, el paté para untar no se encuentra en las opciones más recomendables según los especialistas. Al contrario que el foie gras, que se elabora con hígado de oca o pato, este producto es, como su nombre, indica, sencillamente una 'pasta' o crema a partir de ingredientes que puede tener una calidad muy variable. Para ayudarnos a elegir, la revista Consumer ha realizado para su edición de mayo una revisión de 10 patés de las principales marcas, analizando desde la composición de sus ingredientes a la calidad del envase y etiquetado.
Los patés tienen un defecto común a muchos productos procesados, como las salchichas de fránkfurt. En principio, son una sencilla mezcla de tres ingredientes: la materia prima (cerdo, pollo, atún, anchoas...), grasas añadidas (como el tocino o el aceite de girasol) y agua. El resultado es lo que se conoce como una emulsión, la textura cremosa propia de este alimento. Sin embargo, la proporción entre el ingrediente principal y los aditivos es aún peor: si podemos encontrar en el supermercado algunas salchichas envasadas que contienen más de un 80% de carne, en el mejor de los casos el paté no tendrá más de un 50%.
Aunque la carne procesada no puede ser considerada 'saludable' en ningún escenario, sí que es preferible optar por el producto en el que la carne en sí esté presente en mayor proporción, aunque solo sea por limitar al máximo el resto de ingredientes más insanos todavía. En el caso de los patés, la matería prima tiende a ser la minoritaria frente a los amalgamantes y estabilizantes como el tocino o la fécula de patata, tapioca y leche. El paté ibérico de La Piara, que se anuncia con imágenes de lonchas de jamón, solo tiene un 10% de este fiambre; la crema de anchoas de la misma marca, del mismo modo, solo un 17% de pescado real.
Efectivamente, en la crema de anchoas que mencionamos el pescado es prácticamente testimonial, ya que la patata y la tapioca trituradas llegan a sumar un 51% del total. Pero no es el único problema relacionado con estos productos. Otro es el contenido en sal, que alcanza el 4% del total en esta crema cuando alimento se considera muy salado si contiene un 1,25% de sal o más.
El resto de patés apenas mejoran en este aspecto, porque rondan el 2%. Si nos untamos 30 gramos de crema de anchoas en una tostada, ingeriremos 1,2 gramos de sal sin contar la que contenga el pan. Es un incremento a tener en cuenta cuando la Organización Mundial de la Salud recomienda mantener el consumo por debajo de los cinco gramos diarios.
"Por eso es fundamental observar la lista de ingredientes para conocer en qué cantidad se encuentra el ingrediente característico y valorar si merece la pena adquirirlo o no, sobre todo teniendo en cuenta su relación con el precio", concluyen desde Consumer. "En este sentido, los productos más destacables son los de Casa Tarradellas (atún, jamón y pollo), en los que la proporción del ingrediente principal se encuentra entre el 40-50% y el precio es bajo (0,76 €/100 g)".
Así, los cinco mejores serían la Crema de pavo La Piara, con un 54% de pavo; el Paté de atún Casa Tarradellas, con un 50% de atún; el Paté de jamón Casa Tarradellas, que contiene un 45% de jamón; el Paté de atún Eroski, con un 45% de atún; y el Paté de Pollo Casa Tarradellas, con un 40% de pollo. En cuanto al envasado, fueran de plástico o de cristal, todos los analizados fueron considerados convenientes, destacando que los de Eroski sí muestran en el etiquetado frontal las proporciones de ingredientes.
El aporte calórico varía entre los patés más grasos, los de hígado de cerdo, con "concretamente unas 255-295 kcal por cada 100 gramos", frente a las 185 kcal de media de los de ave. "Se trata de productos que no se pueden considerar saludables, dada su composición, especialmente su elevada proporción de sal, con un promedio del 2%, y en muchos casos, su elevado aporte de grasas poco recomendables (por ejemplo, procedentes de tocino de cerdo) y de energía". Para niños, se recomiendan productos elaborados con el mismo ingrediente -"una lata de atún bajo en sal"-, frutas o "frutos secos sin sal".