La pandemia del coronavirus ha remarcado nuevamente la importancia que tiene para la salud llevar un estilo de vida saludable. El sedentarismo, la obesidad y los hábitos insanos como el tabaquismo son condiciones que predisponen a sufrir una enfermedad más severa tras una infección por Sars-CoV-2. Si bien muchas personas llevan una vida saludable durante el año, el verano es la época en la que descuidamos nuestros hábitos.
El pasado mes de mayo, la revista científica British Journal of Sports Medicine publicó un estudio científico en el que observaron que las personas sedentarias tenían cerca del doble de riesgo de terminar en la UCI o, incluso, de morir que las personas activas. En este sentido, según este artículo de EL ESPAÑOL, tan sólo media de hora de paseo a ritmo moderado durante 5 días a la semana serviría como protección.
Aunque realizar descansos es vital para la mejora de nuestra salud y de nuestros músculos, unas vacaciones de dos semanas o más son demasiado tiempo de inactividad. Durante esa cantidad de tiempo podemos perder masa muscular y ganar grasa porque, además, en verano solemos descuidar nuestra alimentación. De todas formas, hacer deporte en vacaciones es fácil y no hace falta contar con demasiado material para realizarlo.
Al aire libre
Nuestras vacaciones son un momento ideal para realizar ejercicio al aire libre: la playa y la montaña son dos de los destinos más frecuentados en esta época y en ambos es fácil realizar ejercicio físico. Lo más importante a la hora de lanzarnos a hacer ejercicio en el exterior es protegernos frente al calor y a los rayos del sol. Por eso, es mejor practicar deporte en las horas de menor incidencia solar y utilizar cremas protectoras.
Una de las actividades más populares del verano en la playa es dar paseos por la arena. Se trata de una opción muy saludable y apta para cualquier tipo de persona. Sin embargo, tal y como se explica en este artículo de EL ESPAÑOL es importante que lo realicemos por la porción de arena mojada. Se trata de una superficie más lisa y estable que reduce la posibilidad de sufrir daños en las articulaciones.
Para hacer deporte de manera constante, la clave es realizar actividades que nos gusten y que nos motiven. En este sentido, el verano es una buena oportunidad para mantenernos activos a través de actividades dinámicas que se pueden hacer más fácilmente en esta estación en el agua o al aire libre. Un ejemplo de ello es la natación en la mar —siempre y cuando no haya corrientes—, el senderismo por la naturaleza o, incluso, el surf o el remo.
Con poco material
Mantener nuestra forma física a través de actividades de ocio y, si es posible en compañía, es la mejor manera de seguir activos durante el verano. Sin embargo, si durante el año nos ponemos en forma en el gimnasio o en clases para trabajar grupos musculares específicos, es fácil mantener este estado durante las vacaciones con pocos materiales. Con una superficie más o menos amplia y una esterilla sería suficiente.
Para ejercitar los músculos de las piernas podemos realizar sentadillas —procurando que nuestras rodillas no sobrepasen nuestros pies y soportando nuestro peso en todo momento en los talones— y zancadas. Los abdominales pueden ejercitarse con ejercicios de repeticiones de sit-ups o, también, aguantando en posición de plancha por espacios de 30 segundos. Para el pecho, los hombros y los brazos se pueden realizar flexiones.
Además, si no puedes salir a correr también existen ejercicios de cardio muy efectivos y que no requieren desplazarnos. Por ejemplo, los burpees o saltar a la comba que, aunque es un material adicional, es fácil de encontrar por un precio bajo. Eso sí, una de las cosas que no debemos olvidar siempre que nos propongamos hacer ejercicio es estirar los grupos musculares que hemos entrenado después de la sesión.