Una de cada cinco personas que murieron en España entre enero y mayo de 2020 lo hizo de cáncer. Son los datos más actuales proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística. En ese periodo, fue la tercera causa de muerte en nuestro país, superada por las enfermedades cardiovasculares y, excepcionalmente debido a la pandemia de Covid-19, por las infecciosas.
Sin embargo, se estima que fueron 113.000 las personas que fallecieron en todo el año pasado por cáncer, frente a las 85.000 que lo hicieron por el SARS-CoV-2. El cáncer sigue siendo una lacra en nuestro país, si bien ya nadie tiene que irse al extranjero para ser tratado, por raro que sea el tumor.
Prueba de ello es que España es el país, tras Estados Unidos, con mayor número de hospitales con su calidad asistencial acreditada, según la Fundación para la Excelencia y la Calidad de la Oncología (Fundación ECO), con más de 30 hospitales participando en programas de evaluación.
Según el Eurostat, la agencia estadística de la Unión Europea, nuestro país es, tras Italia, el que tiene más oncólogos por habitante: 5,8 por cada 100.000 personas. Este dato, aunque es el último del que se dispone, pertenece a 2014, eso sí.
EL ESPAÑOL ha elaborado un listado de los 25 oncólogos más destacados de España ordenados por orden alfabético. Se trata de la tercera entrega de la serie Los supermédicos por especialidades, dedicándose las dos primeras a los traumatólogos y a los cardiólogos. Esta lista se suma a las ya clásicas de los mejores hospitales públicos y privados, y la de los 100 mejores médicos, que se publican en este periódico desde 2018 y que tienen una amplia relevancia en el sector.
Para elegir a los especialistas se han tenido en cuenta sus cargos en distintos hospitales, su inclusión en otros rankings –como la lista Forbes o el directorio médico Top Doctors, que recoge opiniones de los usuarios–, los reconocimientos que han recibido durante su trayectoria tanto a nivel nacional como internacional, y las publicaciones científicas y proyectos que han desarrollado en los últimos años.
En esta lista predominan los oncólogos médicos, que suponen el mayor número de especialistas en Oncología (donde también se incluyen los radioterápicos), como se ve si volvemos a los datos del Eurostat: el número de centros para tratar el cáncer de manera ambulatoria (sin necesidad de ingreso hospitalario) es, con mucha diferencia, el mayor del continente, con 19,8 localizaciones por cada 100.000 habitantes, muy por delante de Alemania Francia o Italia. Esta vez son cifras de 2018, creciendo tres puntos respecto al lustro anterior.
Estos centros incluyen tanto tratamientos farmacológicos como radioterápicos. En cambio, al desglosar solamente los equipos de radioterapia, nuestro país no destaca especialmente: uno por cada 200.000 personas, menos de la mitad que Bélgica o Francia.
Los nuevos casos de cáncer en nuestro país no han parado de crecer en las últimas décadas. Según la Sociedad Española de Oncología Médica, SEOM, se debe sobre todo al progresivo envejecimiento de la población española y a la prevalencia de factores de riesgo como el tabaco, el alcohol, la contaminación, la obesidad y el sedentarismo.
A ello hay que sumar que la detección precoz de tumores colorrectales y de mama, gracias a los programas de cribado, así como de cérvix y de próstata, también implica un mayor número de casos pero, eso sí, con mejores oportunidades de tratamiento y curación.
Cuando finalice 2021 habrá 276.239 nuevos casos de cáncer, según las estimaciones de SEOM. De ellos, los más frecuentes serán los de colon y recto (43.500 casos), próstata (35.700), mama (33.300), pulmón (29.500) y vejiga (20.600).
No obstante, una parte de ellos no serán diagnosticados por la Covid. La pandemia ha dado la vuelta a la detección y tratamiento de casi todas las enfermedades y el cáncer –o los cánceres, pues no se trata de una única enfermedad sino de una multitud de patologías– no es ajeno.
"Se estima que el 20% de los [nuevos] pacientes en España están en casa y no han llegado" al hospital, ha señalado Eva Ciruelos, coordinadora de la Unidad de Mama de HM Hospitales, durante el II Simposio del Observatorio de la Sanidad. El miedo a acudir a los hospitales durante la pandemia y la saturación del sistema son las principales causas de esa pérdida.
Esto tiene una consecuencia: un retraso de tres meses en el diagnóstico puede incrementar la mortalidad específica de algunos tipos de cáncer. Concretamente, un 15% en mama y colon (porque son los que se detectan a través del cribado de la población).
Los tratamientos de radioterapia se han reducido en un 5%, y los de quimioterapia, en un 15%. "Esto se ha suplido con un incremento en terapias endocrinas, inhibidores de kinasas, inmunoterapia… Fármacos que pueden ser alternativas y que no producen tanta inmunosupresión", apuntó Ciruelos en el mismo foro.
Este es el aspecto positivo de la Oncología en España. Cada vez hay un mayor acceso a innovaciones, con especial importancia de lo que se conoce como Medicina de Precisión: soluciones terapéuticas que se dirigen a mutaciones concretas del genoma de algunos pacientes.
A esta revolución en el tratamiento de los tumores (sobre todo de los que están en metástasis) se le ha añadido, en los últimos años, la inmunoterapia, que está cambiando el paradigma de tratamiento en algunos tipos de melanomas y cánceres de pulmón. Avances como la protonterapia, presente de momento solamente en algunos centros, también están llamados a aumentar su protagonismo en los próximos años.