La Organización Mundial de la Salud (OMS) se ha posicionado por primera vez en la historia a favor del uso de la única vacuna aprobada contra la malaria en los niños africanos, lo que supondría un gran avance contra una enfermedad que mata a cientos de miles de personas anualmente.
El fármaco, denominado RTS, S o Mosquirix, ha sido desarrollada por la compañía británica GlaxoSmithKline (GSK) y ofrece una eficacia que ronda el 50%. La malaria es una enfermedad que mata a unas 500.000 personas al año. De éstas, la mitad son niños que mueren en África subsahariana sin un remedio para la enfermedad.
"Este es un momento histórico. La tan esperada vacuna contra la malaria para niños es un gran avance para la ciencia, la salud infantil y el control de la enfermedad", ha asegurado el director general de la OMS, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesu, que ha apuntado que el inoculado podría ayudar a salvar decenas de miles de vidas en el continente negro.
Distintos estudios, como el que fue publicado el año pasado en la revista PLOS Medicine por investigadores del Imperial College London, han estimado que la implementación de la vacuna en los países en los que existe una mayor incidencia de la enfermedad podría evitar más de 23.000 muertes en niños al año y millones de casos.
"Durante siglos, la malaria ha acechado al África subsahariana, causando un inmenso sufrimiento personal. Llevamos mucho tiempo esperando una vacuna eficaz contra la malaria y ahora, por primera vez, tenemos una vacuna de este tipo recomendada para su uso generalizado", ha dicho al respecto el director regional de la OMS para África, Matshidiso Moeti. "La recomendación de hoy ofrece un rayo de esperanza para el continente que soporta la mayor carga de la enfermedad y esperamos que muchos más niños africanos estén protegidos contra la malaria y se conviertan en adultos sanos".
Basándose en el asesoramiento de dos órganos consultivos mundiales de la OMS, uno para la inmunización y otro para la malaria, se ha recomendado que se utilice esta vacuna, conocida como RTS,S/AS01 y desarrollada por la compañía farmacéutica GSK, para la prevención de la malaria por P. falciparum en los niños que viven en regiones con una transmisión de moderada a alta.
La vacuna debe administrarse en un esquema de 4 dosis en niños a partir de los 5 meses de edad para la reducción de la enfermedad y la carga de la malaria.
Los datos del programa piloto mostraron una reducción del 30% de la malaria grave mortal, "incluso cuando se introduce en áreas donde los mosquiteros tratados con insecticida se utilizan ampliamente y hay un buen acceso al diagnóstico y al tratamiento", explica la OMS.
Igualmente, los resultados indican que más de dos tercios de los niños de los tres países que no duermen bajo un mosquitero se beneficiaron de la vacuna. "La vacuna tiene un perfil de seguridad favorable. La introducción de la vacuna es factible, con una cobertura buena y equitativa a través de los sistemas de vacunación ordinarios", agrega el organismo sanitario internacional de Naciones Unidas.
Asimismo, se considera que la vacuna "es rentable en zonas de transmisión moderada a alta de la malaria". La financiación del programa piloto proviene de una colaboración entre tres organismos: Gavi, la Alianza para las Vacunas; el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria; y Unitaid.