El anuncio de Pfizer de que su antiviral contra la Covid-19 en investigación ha dado excelentes resultados anima un campo que hasta ahora estaba necesitado de munición, el del tratamiento de la enfermedad en personas infectadas.
A día de hoy, este arsenal se reducía al momento de ingreso en el hospital y constaba de medicamentos ya conocidos (dexametasona) u otros cuyo beneficio no estaba claro (remdesivir).
Ese panorama está cambiando de forma radical con la llegada de molnupiravir, el fármaco de MSD que ya ha sido aprobado en Reino Unido y que reducía las hospitalizaciones a la mitad, y ahora con Paxlovid, que así se llama el producto que Pfizer está desarrollando y para el que va a pedir autorización de emergencia en Estados Unidos tan pronto como sea posible. ¿La razón? Reduce el riesgo de hospitalización y muerte un 89% tras contagiarse.
Estos dos fármacos se parecen en muchos aspectos. Primero, son orales, lo cual les otorga ventajas frente a otras opciones que estaban en investigación o a punto de aprobarse pero cuya administración era intravenosa. Segundo, su posología es idéntica: una píldora cada 12 horas durante cinco días.
Paxlovid es un nuevo antiviral llamado experimentalmente PF-07321332. En el ensayo se ha dado junto a una dosis baja (también en forma oral) del ya conocido fármaco ritonavir, que es un tratamiento para el VIH. Este último se utiliza para ralentizar la asimilación de aquel por el cuerpo y así prolongar el efecto contra el SARS-CoV-2. PF-07321332 actúa contra la proteasa 3CL del virus, una enzima esencial para su replicación.
Ensayo EPIC-HR
Los resultados anunciados por Pfizer son los del análisis preliminar del estudio EPIC-HR, que comenzó en julio -por tanto, con la variante Delta ya circulando- y pretendía reclutar a 3.000 personas contagiadas de Covid y con al menos un factor de riesgo (diabetes, hipertensión, obesidad etc.) para evolucionar a enfermedad grave y, por tanto, ser ingresado o llegar a morir en los 28 días siguientes.
El análisis preliminar se basa en los datos de 1.219 de los pacientes reclutados, aquellos que ya completaron ese periodo de 28 días. De los 389 que tomaron el antiviral en los tres primeros días tras la aparición de síntomas, solo tres personas fueron hospitalizadas (0,8%) frente a las 27 (7%) que lo fueron en el grupo de 385 al que se le dio placebo en ese mismo periodo. De estas últimas, 7 murieron.
De entre las 607 personas que tomaron Paxlovid en los cinco primeros días tras la aparición de síntomas, 6 de ellas (1%) fueron hospitalizadas, frente a las 41 (6,7%) del grupo de 612 que tomaron placebo.
Ninguna persona murió entre los que tomaron Paxlovid, pero 10 lo hicieron en el grupo control, por lo que, a la vista de estos resultados, se frenó el ensayo: el beneficio observado por la píldora en investigación era muy superior y no tendría sentido ético seguir incluyendo a gente en el grupo placebo, es decir, sin ofrecerles la píldora (en el estudio se asigna un paciente 'control' por cada uno de la rama en investigación).
Así, con el 70% de las 3.000 personas que pretendían reclutar incluidas, se decidió frenar el estudio, en el que participaban más de 300 centros de Estados Unidos y otros países como Argentina, Brasil, Bulgaria, República Checa, India, Japón o Sudáfrica. España también participaba pero hasta el momento solo dos centros (en Centelles, provincia de Barcelona, y Valencia) habían comenzado a reclutar participantes.
El número de efectos secundarios es comparable al de las personas que tomaron placebo (alrededor de una de cada cinco reportó algún efecto) y las renuncias a continuar en el ensayo fueron menores en el grupo de individuos que tomó Paxlovid.
Pfizer tiene otros dos ensayos abiertos para evaluar la eficacia de su antiviral en personas sin factores de riesgo (el estudio comenzó en agosto) y en aquellas que han sido expuestas al virus pero que todavía no han desarrollado síntomas (que comenzó en septiembre).