En 2050, casi 2.500 millones de personas vivirán con algún grado de pérdida auditiva. Esa es la realidad que arrojó el pasado año el primer informe mundial sobre salud auditiva, elaborado por la OMS, y que pone sobre la mesa un hecho preocupante de cara al bienestar mundial.
Uno de los problemas más extendidos relacionados con la audición es el tinnitus, que, de forma muy resumida, se puede definir como un pitido en el oído. Para muchos, este fenómeno puede no tener importancia, pero en Estados Unidos está considerado como el tercer síntoma más incapacitante que puede sufrir una persona, después del dolor intenso y los trastornos del equilibrio.
Ahora, un estudio publicado por la revista Journal of General Internal Medicine demuestra que el uso frecuente de antiflamatorios no esteroideos, como el ibuprofeno, paracetamol o de inhibidores de la COX-2 (una nueva clase de antiflamatorios no esteroideos) se relaciona con un 20% de más riesgo de padecer tinnitus.
Comúnmente conocido como acúfenos, el tinnitus es un síntoma que se manifiesta cuando el afectado escucha un sonido sin que exista una fuente sonora externa del que proceda. Por ejemplo, cuando se escucha un pitido al salir de un concierto, lo que sucede dentro de nuestros oídos es tinnitus. Aunque no hay registros de su prevalencia en España, un estudio elaborado por The Lancet estima que en la Unión Europa, uno de cada siete adultos lo sufre. Eso quiere decir que 28 millones de personas ya no escuchan el silencio.
Se dice que es un síntoma y no una enfermedad porque suele venir derivado de una patología auditiva. En algunos casos no será grave y se irá. Sin embargo, en otros puede estar relacionado con algo mucho más serio, como el síndrome de Ménière. Los aquejados de esta enfermedad conviven con estos pitidos día tras día. Es esa sensación tras el concierto es una constante.
Otra de las causas que señalan desde asociaciones, como la Asociación de Personas Afectadas por Tinnitus (APAT), es la utilización de fármacos ototóxicos. Desde la entidad señalan que hay más de 200 medicamentos, con y sin receta, que tienen a los acúfenos entre sus efectos secundarios, como es el caso de la aspirina. Gracias al reciente estudio, el paracetamol deberá ser examinado como posible medicamento ototóxico.
"En el caso del paracetamol, en 2018 había dos bases de datos farmacológicos que alertaban del riesgo de ototoxicidad (ATA American Tinnitus Association y MM MicroMedex). Además, la EMA (European Medicines Agency) recibió un número no despreciable de comunicaciones de profesionales sobre sospecha de ototoxicidad del fármaco, ya que, en aquella fecha, la posible ototoxicidad no figuraba en la ficha técnica”, detalla a EL ESPAÑOL Josep Boronat, presidente de APAT.
Sharon Curham, autora principal del estudio, explica la importancia de los resultados obtenidos en tanto en cuanto los analgésicos en cuestión están disponibles a la mano de todo el mundo y, además, sin receta. "Cualquiera que esté considerando tomar este tipo de medicamentos con regularidad debería consultar con un profesional sus riesgos y beneficios", advierte.
El desarrollo de la investigación
La investigación fue desarrollada con una muestra de 69.455 participantes, todas mujeres de entre 31 a 48 años. El equipo procedió a hacer un rastreo de las sujetos durante 20 años y se encontró una relación entre aquellas que declaraban tomar de forma frecuente analgésicos con las que desarrollaban tinnitus. Concretamente, un 20% más de probabilidades de tenerlo. Eso sí, al ser una investigación centrada en los problemas auditivos en la mujer, Curham advierte que sería necesario realizar más estudios con hombres.
"Los mecanismos por los cuales estos fármacos pueden afectar la función auditiva comprenden la alteración de la función externa de las células ciliadas, la reducción del aporte vascular de la cóclea y la inhibición de ciclooxigenasa. El paracetamol puede volver a la cóclea más susceptible al daño provocado por el ruido", desgrana a EL ESPAÑOL Antonio Alcántara Montero, médico especialista en Medicina Familiar y miembro de la Sociedad Española Multidisciplinar del Dolor (SEMDOR). "En modelos animales se dispone de evidencia de que el paracetamol y uno de sus metabolitos pueden ser causa de ototoxicidad a través de mecanismos de lesión oxidativa", prosigue.
Como la propia Curham reconoce, ahora toca examinar si evitar los analgésicos puede ayudar a aliviar el tinnitus. "Hay que tener en cuenta que la ototoxicodad generada por un fármaco, en muchos casos, es transitoria y desaparece cuando se deja de tomar el fármaco y el cuerpo lo ha eliminado totalmente", explica Boronat, aunque confirma que, lamentablemente, hay algunos fármacos que pueden dañar al sistema auditivo de manera permanente.
Para conocer si un medicamento es ototóxico, desde APAT elaboran cada cuatro años un listado con aquellos que pueden serlo. El último, de 2018, incluía el paracetamol y el ibuprofeno con una probabilidad alta. Ahora, el estudio de Curham evidencia la relación.