La activación del sistema disuasorio de armamento nuclear en Rusia frente a la presión de Occidente para frenar la guerra, y el muy reciente ataque a la mayor central nuclear de Europa en la región de Zaporiyia de Ucrania, están provocando una inquietud desconocida desde hace décadas. Al aumento del interés por las técnicas de protección en caso de explosión nuclear se suman datos como el revelado por Yahoo! Noticias: en países de Europa Central, y especialmente en Bulgaria, Polonia y la República Checa, se ha disparado la venta de yoduro de potasio, fármaco protector contra la radiación.
El presidente de la Unión de Farmacias de Bulgaria relataba a Reuters que en la última semana se había vendido tanto yoduro de potasio como en el último año, provocando desabastecimiento. Estos comprimidos son la primera línea de reacción en caso de fuga de radiación: en 2018, Bélgica repartió gratuitamente estas píldoras a todos los habitantes en un radio de 100 kilómetros alrededor de cualquier planta, lo que en la práctica equivale a toda la población belga. Las cajas entregadas advierten claramente que solo deben consumirse "en caso de accidente nuclear", aunque el temor de Bruselan también apuntaba a posibles atentados que provocasen fugas radiactivas.
¿Por qué es tan importante en un contexto catastrófico como el de una explosión nuclear, ya sea causada por un arma o por un accidente en un reactor? El 'yodo estable' se consume habitualmente en formas como la sal de mesa, pero al liberarse isótopos de yodo radiactivo, la glándula tiroides lo absorberá indistintamente hasta niveles que supongan riesgo de cáncer. Lo que contienen las pastillas es el inocuo yodo estable en cantidades capaces de saturar la tiroides, impidiendo que capte a su 'pariente' radioactivo mientras dure la exposicióbn.
El Gobierno belga recomendaba adquirir la píldora como precauciónlos grupos más vulnerables a este tipo de cáncer: menores de 18 años y mujeres embarazadas y lactantes. También guarderías y escuelas. "Las pastillas deben ingerirse en las 12 horas siguientes a la catástrofe", precisaba Bruselas, "aunque no protege contra otras sustancias radioactivas" liberados. "La mejor estrategia es buscar cobijo dentro de un edificio", concluían, cerrando puertas y ventanas y "lavarse" concienzudamente si nos hemos visto expuestos físicamente.
El cáncer de tiroides es la principal causa de muerte atribuida a los ensayos nucleares que realizó el Ejército de EEUU en la década de los 50 en Nevada, y en los que los participantes iban inadecuadamente protegidos al no conocerse muchas de las consecuencias a largo plazo. Pero esto no significa que se puedan tomar las pastillas de yodo a la ligera. Aunque la mayoría de problemas de salud están relacionados con una falta de este compuesto en la dieta -del hipotiroidismo al famoso 'bocio'-, tanto su déficit como su exceso terminarán siendo nocivos para la tiroides.
"Una sola dosis del yoduro de potasio protege la glándula tiroides durante 24 horas. La dosis única en la cantidad recomendada es normalmente todo lo que se necesita para proteger a la glándula tiroides", advierten los Centros de Control de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos. "Debe tomar yoduro de potasio (KI) solamente si el personal de salud pública o el personal de gestión de emergencias se lo recomienda". Los efectos secundarios abarcan de las molestias estomacales a problemas como el hipertiroidismo, muy grave en niños pequeños.