Las mascarillas se van, pero los misterios sobre la Covid-19 permanecen. Así lo atestiguan los resultados de investigaciones sobre la enfermedad que dejan testimonios tan sorprendentes como éste, el caso de un paciente que luchó contra el coronavirus durante casi 18 meses.
Su caso se recoge en un estudio llevado a cabo por profesionales del King's College de Londres y el Guy's and St Thomas' NHS Foundation Trust y que centraron sus esfuerzos en averiguar cómo actúa la enfermedad en pacientes inmunodeprimidos por trasplantes de órganos, VIH o cáncer.
De la persona en cuestión no ha trascendido ningún dato personal ni el tipo de dolencia previa que padecía o había padecido. Lo único que ha adelantado el doctor al frente de la investigación, Luke Snell Blagdon, experto en enfermedades infecciosas del Guy's & St. Thomas NHS Foundation Trust, es que "con 505 días, sin duda parece ser la infección registrada más prolongada", ya que, como parte del estudio, los participantes debían someterse a pruebas PCR.
También se sabe que fue tratada con Remdesivir, un medicamento antiviral que, en un primer momento, se desarrolló para la enfermedad del virus del Ébola, pero que ha demostrado eficacia también en estudios contra el SARS-CoV-2. En el marco de la Comisión Europea, sólo se permite su uso en adultos y adolescentes mayores de 12 años con neumonía que requieran oxígeno.
A pesar de los esfuerzos, el paciente terminó falleciendo en 2021. De los otras ocho personas estudiadas, cinco sí que consiguieron sobrevivir. Al parecer, dos lograron eliminar la infección sin medicación, dos precisaron tratamiento y una continúa dando positivo en coronavirus. En su caso, son ya 412 días.
Media de 73 días
Todos los casos del estudio dieron positivo en Covid-19 durante al menos ocho semanas. La media fue de 73 días.
El covid permanente es un misterio que, de momento, queda por resolver. Una reciente publicación elaborada por expertos de la Universidad de California de Los Ángeles (UCLA) concluía que un 30% de los infectados por Covid terminarían desarrollando esta forma de enfermedad.
Lo que intentó, además, dicha investigación fue trazar un perfil de las personas con más probabilidades de sufrirla, aunque no lograron llegar a unos datos demográficos concretos. Sí es cierto que había más prevalencia en hombres y de raza latina.
Respecto a las condiciones de salud de estas personas, destacaban los diabéticos y los aquejados con obesidad, pero curiosamente descartaban el haber sido receptor de un trasplante de órganos como indicador de alto riesgo, algo que, en cambio, sí ha sido considerado por la investigación de Londres. Otros estudios lo que demostraron fue que ser receptor de un trasplante de órganos, concretamente renal, aumentaba las cotas de mortalidad por Covid-19, tal y como concluyó un estudio llevado a cabo por el Hospital Universitario 12 de Octubre.
Quedando todavía en el aire qué condiciones generales presentan los pacientes con Covid persistente y el porqué de esta forma de infección, el estudio londinense ha encontrado otro hallazgo sorprendente intentado dar respuesta a estas cuestiones.
A partir de las muestras tomadas regularmente de los pacientes inmunodeprimidos y de los análisis genéticos del virus, los investigadores se toparon con que cinco de las nueve personas estudiadas habían desarrollado mutaciones del virus.
Inmunodeprimidos y mutaciones
"Esto apoya la idea que nuevas variantes de los virus puedan desarrollarse en individuos inmunodeprimidos", indicaba Snell, que presentaba los resultados de la investigación en el Congreso Europeo de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas (ECCMID).
Esta línea de investigación no es nueva, ya que Richard Lessells, médico especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de KwaZulu-Natal (Sudáfrica), el cual formó parte del equipo que alertó de la variante ómicron por primera vez, ya comentó en una entrevista con la BBC que estaban barajando la idea de que la variante hubiera evolucionado en una persona con un sistema inmunológico debilitado y apuntaba a que podría haber sido alguien con VIH sin tratar.
No obstante, como puntualiza Snell, con sus resultados no se puede concluir que las variantes del virus hayan surgido en personas con el sistema inmune debilitado. Además, recalca que ninguno de sus pacientes "desarrolló nuevas variantes que se hayan convertido en variantes de preocupación".
Además de las mutaciones, encontraron otro caso extraño, el de una infección oculta. En este caso, en un primer momento el paciente, que presentaba síntomas, dio positivo por coronavirus. Aparentemente, se recuperó con normalidad y, a los meses, volvió a desarrollar síntomas. Se le hizo una pruena PCR y dio positivo.
Todo parecía indicar que se trataba de un caso de reinfección por coronavirus, pero cuando se realizó la secuenciación del genoma del virus se comprobó que la infección la estaba causando la variante alfa, la cual había sido erradicada en el Reino Unido, por lo que los investigadores creen que la infección había estado oculta en el cuerpo del paciente, algo que ha ocurrido también en casos de ébola y de hepatitis.