Cuánto queda para el final de la pandemia y cómo será: el pronóstico de cuatro epidemiólogos
EL ESPAÑOL ha preguntado a varios expertos qué forma tendrá en tan ansiado fin de la pandemia por SARS-CoV-2.
6 junio, 2022 01:27Noticias relacionadas
Llega el verano y la séptima ola de la Covid ha pasado desapercibida. No porque haya perdido fuerza: tanto abril como mayo han acabado con más de dos mil muertes por SARS-CoV-2 cada uno, y este último mes ha registrado un sospechoso exceso de mortalidad.
Sin embargo, en las últimas dos semanas la incidencia acumulada (que ahora solo se mide en mayores de 60 años) ha bajado casi 200 puntos, las hospitalizaciones han comenzado un descenso y las UCI registran su nivel más bajo desde el fin de la primera ola. Las muertes en todo el mundo viven un mínimo desde finales de marzo de 2020. ¿Podemos decir que está cerca el final de la pandemia?
Todos los expertos consultados por EL ESPAÑOL coinciden en algo: estamos más cerca del fin, pero todavía queda pandemia. Todos coinciden en que el final de la pandemia será su paso a un virus más, cuando el nuevo coronavirus se comporte al menos como el resto de miembros de su familia, artífices de catarros comunes con pocas complicaciones.
Los especialistas tampoco descartan la posibilidad de una nueva variante, más contagiosa, sí, pero también más virulenta. Es algo que, lo queramos o no, habrá que tenerlo en cuenta para poder actuar en cuanto se manifieste. La pandemia acabará pero la vigilancia no puede descansar.
EL ESPAÑOL ha preguntado a cuatro expertos de reconocido prestigio, tanto personal como de la sociedad científica a la que representan, tres cuestiones sencillas de entender pero complicadas de responder: cuándo se decretará el fin de la pandemia, qué forma tendrá ese fin y si seguirá habiendo la posibilidad de brotes peligrosos una vez traspasado ese umbral. Esto es lo que nos han contado.
Elena Vanessa Martínez, presidenta de la Sociedad Española de Epidemiología.
- ¿Cuánto cree que queda para el final de la pandemia?
No lo sé. Evidentemente, ahora lo tenemos mucho más cerca, pero justo estamos en el momento en que hay que ser muy precavido porque la pandemia no se ha terminado. Hemos tenido un pequeño aumento de casos, ahora están disminuyendo, pero es probable que tengamos oleadas hasta que podamos decir que la Covid se ha convertido en uno más de los virus respiratorios.
Tenemos que ver cómo va a ser su comportamiento a lo largo del año: si va a ser estacional, como el resto de coronavirus, o si se comportará de forma diferente. No podemos definir cuándo será, sabemos que lo tenemos más cerca pero siempre hay que seguir muy alerta al comportamiento.
- ¿Cómo será ese final?
- Volveremos a la co-circulación de virus respiratorios a lo largo del año y habrá que vigilar no solo la gripe, como hacíamos antes, sino que, para intentar que no nos vuelva a pasar lo mismo, tendremos que estar pendientes de todas las infecciones respiratorias agudas, tanto de las más leves, que se atienden en atención primaria, como las graves, que se hospitalizan.
Todos los años, las epidemias de gripe suelen ser más o menos iguales, y estará bien saber cuándo pasamos el umbral de epidemia porque eso quiere decir que habrá un aumento de las necesidades en atención primaria y hospitalizada, para estar preparados con el personal que se necesite.
- Una vez que se decrete, ¿es posible volver a ver brotes que nos pongan en peligro?
- No podemos descartar nada porque podría surgir, en los sitios donde todavía circula mucho, una nueva variante no solo más contagiosa sino también más grave, lo que siempre hemos temido. En principio no tendría por qué ser lo esperable pero podría ocurrir. Por eso es necesario seguir haciendo esa vigilancia de todos los virus.
Podría ocurrir con cualquier otro virus. Las pandemias han sido cíclicas. Las primeras eran un poco más estables en el tiempo, entre que pasaba una hasta la siguiente. Ya en 2009 llevábamos esperando una pandemia desde hace años cuando llegó la de gripe aviar, que fue algo relativamente leve, salvo excepciones. Esta [la de la Covid] se adelantó un poquito: antiguamente se decía que podía pasar alrededor de 40 años entre ellas. Ahora, teniendo en cuenta que la movilidad de las personas no es la misma, no lo podemos tener en cuenta de la misma manera.
El tiempo que pasará hasta que aparezca el siguiente virus no lo sabemos, ni si será como este. Esperemos que sea más leve y que pase desapercibido, como ha pasado con muchas pandemias. La población recuerda la gripe de 1918 pero ha habido muchas más que no se tienen en la conciencia colectiva. Haberlas, las va a haber, pero hay que estar preparado para intentar responder lo más rápido posible.
Rafael Ortí, presidente de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública y Gestión Sanitaria.
- ¿Cuánto cree que queda para el final de la pandemia?
- Estamos en una séptima ola que hemos silenciado pero sigue haciendo la evolución habitual de las pandemias, que es difuminarse con el tiempo, teniendo ondas epidémicas cada vez más pequeñas. Lo que queda como duda es si va a pasar como ocurre habitualmente con la gripe, en la que estamos expuestos a mutaciones pequeñas todos los pero pero puede haber alguna mutación importante cada diez, veinte años, y vuelve con ciclos más agresivos.
Esto es muy difícil de saber porque, aunque en principio creíamos que [el SARS-CoV-2] mutaba menos que la gripe, sabemos ahora que su capacidad de mutación no es pequeña. Está mutando en los genes que hacen referencia a la espiga y su transmisibilidad cambia pero todavía no hay una mutación importante en el núcleo, que podía generar un aumento de mortalidad o de ingresos.
- ¿Cómo será ese final?
- Lo estamos viendo ya. Hemos dejado de tenerle respeto a la enfermedad, que se ha ido difuminando; la hemos escondido. Puede que haya una octava en septiembre u octubre, con un nuevo cambio de estación, o una mutación que pudiera venir de otros países. Lo normal es que haya unas ondas cada vez más pequeñas, no desapareciendo pero sí manteniéndose en un nivel de endemia, que es lo que habíamos contado desde hace tiempo que era una de las formas de acabar.
No creo que la OMS entre a dictaminar el fin de la pandemia. Los programas 'covid cero' han fracasado o no se han valorado. Cuando hemos querido erradicar la viruela, el sarampión o la polio, se han hecho campañas de vacunación agresivas en todo el mundo, pero no está ocurriendo ni creo que ocurra con la Covid, porque ya se ha convertido en una enfermedad que la valoramos como leve.
- Una vez que se decrete ese final, ¿es posible volver a ver brotes que nos pongan en peligro?
- Claro, seguro. No sabemos si con periodicidad estacional -que lo sospechamos con similitud por otras infecciones respiratorias- pero, en cualquier caso, una nueva variante que nos pille descuidados y sea más agresiva, por no afectar únicamente a la transmisión sino también a la gravedad, podría afectarnos. En cualquier caso, como ha ocurrido siempre con otros coronavirus, infecciones leves o el clásico resfriado van a seguir existiendo.
Joan Caylá, coordinador de la Unidad de Investigación en Tuberculosis de Barcelona y exjefe del Servicio de Epidemiología de la Agencia de Salud Pública de Barcelona.
- ¿Cuánto cree que queda para el final de la pandemia?
- De pandemia pasaremos a endemia. En poco más de dos años se han detectado 531 millones de casos de Covid-19 a escala mundial, aunque la cifra real es notablemente superior. Pandemia es una infección nueva que afecta a varios continentes con transmisión comunitaria. ¿Cuándo la Covid-19 dejará de ser una infección y podría pasar a ser una endemia? Entiendo que, en el momento en que la incidencia anual sea similar a las infecciones que causan más mortalidad (tuberculosis, sida...). Pero el número de casos de estas infecciones está en torno a 10 millones anuales; por tanto aún falta mucho tiempo para que la Covid reduzca la incidencia a estas cifras. De todas maneras, la frontera entre pandemia y endemia no está clara y dependerá del criterio que finalmente se aplique.
- ¿Cómo será ese final?
- La Covid-19 es probable que se convierta en endemia como lo son otras infecciones de declaración obligatoria (EDO) como sida, tuberculosis, hepatitis, infecciones de transmisión sexual, etc. Habrá que trabajar para su eliminación y, en último término, su erradicación, la cuál estaría muy lejana debido a la muy elevada incidencia actual y a que hay reservorio animal.
Téngase en cuenta que las EDO de mayor incidencia en España tienen una incidencia de, aproximadamente, 300 casos por cada 100.000 habitantes en todo un año, mientras que en la Covid se da esta incidencia en solo 14 días...
- Una vez que se decrete, ¿es posible volver a ver brotes que nos pongan en peligro?
- Primero estaríamos en situación endémica, con alta incidencia pero progresivamente, conforme disminuya la incidencia, será más fácil detectar brotes epidémicos como sucede con otras enfermedades de declaración obligatoria.
El mayor riesgo vendría dado por la aparición de nuevas variantes más letales frente a las cuales las vacunas disponibles no fueran muy efectivas. Esperemos que esto no pase.
Salvador Peiró, director del área de Investigación en Servicios de Salud de la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunitat Valenciana, Fisabio.
- ¿Cuánto cree que queda para el final de la pandemia?
- Aunque hay muchos escenarios posibles, más o menos probables, no espero un 'fin de pandemia' como una fecha fija, ni como la desaparición del SARS-CoV-2. El escenario más plausible en los países muy vacunados es un incremento de las reinfecciones (previsiblemente por nuevos sublinajes de ómicron) en cuanto vaya decayendo la inmunidad humoral (anticuerpos) pero manteniendo un nivel reducido de casos graves por el mantenimiento de la protección que ofrece la inmunidad celular. Previsiblemente, las personas con inmunidad híbrida (vacunas más infección) tendrán una inmunidad algo más duradera y mayor protección.
- ¿Cómo será ese final?
- Si los brotes de infección por estos sublinajes o nuevas variantes son importantes (afectando a mucha población, y es previsible que a temporadas lo sean), aunque la proporción de casos graves sea pequeña, en números absolutos las hospitalizaciones podrían ser bastantes y afectar especialmente a poblaciones mayores y vulnerables. Quizás [sea] similar a lo que ocurre con la gripe en el periodo invernal, con los servicios de primaria y hospitalarios sobrepasados y camas en los pasillos. Y sin olvidar la posibilidad de tener circulando ambos virus a la vez, especialmente tras un par de años sin casi gripe.
- Una vez que se decrete, ¿es posible volver a ver brotes que nos pongan en peligro?
- En todo caso, y aún similares a la gripe, las temporadas epidémicas de gripe son muy variables, con años tranquilos y años malos, incluso muy, muy malos. Y no creo que ahora podamos aventurar como serán los brotes de SARS-CoV-2, pero sí que hay que estar preparados para evitar, en lo posible, los periodos malos.
Hay otros escenarios posibles, aunque más improbables. Desde los muy negativos (nuevas variantes con gran capacidad de escape vacunal y más graves) hasta la desaparición del SARS-CoV-2 o su transformación en un virus similar a los del resfriado común.