Cuando alguien dice que se está quedando calvo, es muy probable que no padezca alopecia areata. Es ésta una calvicie distinta, de aparición rápida, en la que el pelo no se cae progresivamente, sino como en parches redondos o en forma de huevo. Es una calvicie cruel, porque la produce el propio organismo, que se dedica a boicotear sus folículos pilosos. Es la calvicie que hizo que Chris Rock recibiera un puñetazo del ganador del Oscar al mejor actor Will Smith: su mujer, Jada Pinkett Smith, es una de las que la padecen.
Pero desde esta semana las personas que la padecen -entre el 1% y el 2% de la población española-tienen un medicamento para recuperar su cabello. De momento, el baricitinib sólo se ha aprobado en EEUU con este fin, pero las autoridades sanitarias europeas ya han dicho que también debería autorizarse en Europa. En mayo, la EMA emitió una opinión positiva al respecto, tras solicitarlo el laboratorio farmacéutico fabricante, Eli Lilly.
El medicamento en cuestión ya está en las farmacias españolas, aunque por el momento sólo en las hospitalarias. Se utiliza ya en la práctica clínica para otras dos enfermedades autoinmunes: la artritis reumatoide y la dermatitis atópica. El precio actual, financiado por el Sistema Nacional de Salud, es de 940,80 euros para un tratamiento de un mes.
Hace sólo 10 años
Han pasado 10 años desde que un par de estudios en ratones -llevados a cabo por investigadores de la Columbia University- demostraron que una familia de fármacos -los inhibidores del JAK- revertían en estos animales la cruel alopecia areata.
Cuenta en The New York Times el profesor de la Universidad de Yale Brett King que él le habló de esa posibilidad a un paciente que fue a verlo por aquella época. El joven, llamado Kyle, acudió al dermatólogo por padecer psoriasis pero King, nada más verlo, le soltó un nuevo diagnóstico: alopecia areata. No es que el paciente no se hubiera dado cuenta, pero ya tenía asumido que esa pérdida de pelo, que había empezado de forma repentina en el instituto y le había dejado prácticamente calvo, no iba a tener solución.
[El fármaco que promete acabar con las canas, las arrugas y la calvicie]
El investigador de Columbia le propuso a Kyle una aproximación "salvaje" a sus problemas, un fármaco inhibidor del JAK -en ese caso fue tofacitinib, de Pfizer- que actuaría simultáneamente frente a sus dos males. El texto que publicaría tiempo después en la revista The Journal of investigative dermatology se tituló, muy apropiadamente, Matando dos pájaros con la misma piedra.
Desde entonces, King se han convertido en uno de los mayores investigadores de inhibidores del JAK para esta dolencia, siendo el principal firmante de los dos grandes estudios que han llevado a la aprobación del fármaco en EEUU y la solicitud de lo mismo en Europa. Uno de ellos se publicó en mayo en The New England Journal of Medicine y demostró que el baricitinib devolvía todo el pelo perdido a alrededor del 50% de los participantes del estudio en apenas un año de tratamiento.
Más medicamentos
Más allá de la buena noticia que supone esta aprobación concreta, el mundo de la dermatología se prepara para más. Existen otros medicamentos de la misma familia en estudio también para la alopecia areata. Como explica a EL ESPAÑOL el director de la Unidad de Tricología del Hospital Universitario Ramón y Cajal, Sergio Vañó, que estudia en la actualidad la molécula CTP-543, de la farmacéutica Concert para la misma indicación, se trata de medicamentos que van a suponer "una auténtica revolución" por su "perfil de eficacia y de seguridad".
Vañó cree que el coste del medicamento -que cree que será algo más bajo para la indicación de alopecia areata- puede suponer un problema, pero no tanto para su aprobación como para su financiación. "Creo que se podrá financiar para cierto perfil de paciente que cumpla unas determinadas características y no para todos los que tengan alopecia areata", vaticina.
Eso sí, el especialista del Ramón y Cajal deja claro que estas novedades farmacológicas no van dirigidas a la alopecia más común, la androgénica o calvicie común, aunque sí podrían servir también para ciertas alopecias cicatriciales.